“Valga que hablé que si no..”
Por Marlene María Pérez
Mateo
La clásica literatura
española nos regala en El Lazarillo de Tormes el ejemplo del pilluelo por
excelencia conocido. Toca pues hoy en estas líneas dedicar unas breves
semblanzas sobre tal tipo personaje en la música de Cuba. No es por su puesto
un salto de las páginas del antiguo y ya referido libro a las de la música. Es
algo un tanto diferente, un paralelismo y su protagonista, por medio de sus creaciones
es: Benito Antonio Fernández Ortiz (1901-1982). Verdad, al parecer no ha dicho
nada, peor ahora lo haré, se trata del Ñico Saquito (ahora sí).
Santiaguero radicado en La
Habana y con una prometedora carrera beisbolística
se pasa hacia el 1920 a las filas del mundo bohemio y farandulero. Formó parte
del Cuarteto Castillo, de Los Guaracheros de Oriente y luego como solista.
Sus temas son sin dudas las
mas recordadas, por encima de sus interpretaciones. Inspiradas en el humorismo
y el costumbrismo criollo protagonizadas por gente común y espontánea. Sacó del
día a día del ciudadano de a pie eso tan abundante en todo cubano, la risa, la burla, el choteo.
Saquito contaba solo lo veraz con un sesgo de crítica sutil y voraz al “status”
socio económico del momento. Allí van: María Cristina (la gobernadora), Compay
Gallo (valga que habló) y varios mas. Había cuentos de velorio, historias
pasionales, confusiones, enredos, fabulas, en fin un poco de todo.
Esbozar una sonrisa al
comenzar cualquiera de las melodías de Saquito es casi un ritual. Sea pues al
final de este articulo su cumplimiento, escuchemos pues
You tube de Cuidadito
Compay Gallo por el propio Ñico Saquito:
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