16 de diciembre de 2012

BELÉN, DONDE NACIÓ JESÚS



Belén,  donde nació Jesús

Belén es una ciudad de la antigua región de Cisjordania, situada a unos 9 km al sur de Jerusalén y enclavada en los montes de Judea. Desde diciembre de 1995, se encuentra administrada por la Autoridad Palestina. Su población actual  es de 27.000 habitantes, siendo la mitad musulmanes y la otra mitad cristianos, en su mayoría ortodoxos.   

La ciudad tiene gran significado religioso para los cristianos al ser de acuerdo con la Biblia el lugar de nacimiento de Jesús de Nazaret, según los Evangelios de Lucas y Mateo. Es también un importante lugar de peregrinación para los judíos, que veneran la tumba de Raquel, situada a la entrada de la ciudad, y para los que la ciudad es lugar de nacimiento y de coronación del rey David. 
   
Belén en la Antigüedad

Belén era una ciudad cananea 3000 años a. C., época en la que los cananeos asentados en la región levantaron pueblos rodeados de murallas para protegerse. Adoptaron al dios de la fertilidad Lahmo con el nombre de Lahama, al que levantaron un templo en la actual colina de la Natividad, que dominaba el valle fértil que se extiende al pie de la ciudad. De su nombre deriva el actual nombre de Beit Lahama, casa de Lahama. Se la describía como un importante lugar de descanso para los viajeros que iban de Siria y Palestina a Egipto.   En 1200 a.C. los filisteos gobernaban el país, al que llamaron Palestina.  
  
La tradición bíblica

A finales del II milenio a.C.  la población pertenecía a la tribu de Judá. La tradición judaica considera la ciudad la cuna del rey David, que daría una gran fuerza política al naciente reino de Israel y bajo el cual el reino adquiriría un gran esplendor. Ello llevaría a que nueve siglos después (David es del siglo X antes de Cristo) la ciudad fuera asociada a otro gran personaje como su descendiente: Jesús de Nazaret, ya que Belén era el lugar donde los profetas habían anunciado que nacería el Mesías.  

 La Edad Media

A finales del siglo IV, con la partición del imperio romano Belén pasó a depender de Bizancio y se convirtió en un importante centro religioso: se levantaron iglesias, monasterios y conventos. El emperador Constantino I  mandó construir, en el lugar donde se había producido el nacimiento de Jesús, la basílica de la Natividad, que constituye el mayor atractivo religioso y turístico de la ciudad. 

En el año 529, la revuelta de los samaritanos contra el imperio bizantino  asoló la ciudad y sus alrededores: la muralla de la ciudad y la basílica fueron destruidos, pero una vez la revuelta aplacada, iglesia y muralla fueron  restauradas por el emperador bizantino Justiniano I.

 Casi un siglo después Palestina fue invadida por los persas, que  llegaron a establecer     relaciones amistosas con las autoridades eclesiásticas cristianas. Esta política de tolerancia se mantuvo hasta 1009 cuando se lanzaron campañas de persecución contra los cristianos. Pero se respetó sin embargo a la rica comunidad cristiana de Belén al objeto de seguir recibiendo sus tributos.

En 1099 Belén fue conquistada por los cruzados  que fortificaron la ciudad e instalaron una comunidad. Suplantaron  las antiguas autoridades cristianas de la ciudad e impusieron el uso del latín.   El día de Navidad de 1100, Balduino I,  primer rey del Reino Latino de Jerusalén, fue coronado en Belén, y ese año fue establecido un obispado católico en la ciudad.

 En 1187 Saladino venció a los cruzados y conquistó Belén. En un primer tiempo las relaciones con Occidente fueron cortadas, privando a la población de buena parte de sus recursos. Pero en 1244 dos tratados firmados con monarcas europeos permitieron a los frailes agustinianos regresar y reabrir el paso de los peregrinos a la ciudad. Al poco tiempo, en 1250, la conquista del país por los mamelucos circasianos (otro grupo islámico)  acabó con la tradición de tolerancia y convivencia que caracterizó la historia de Belén.

En 1263  las torres y las murallas fueron derrumbadas y las autoridades cristianas expulsadas. El siglo siguiente vio un restablecimiento paulatino de las influencias occidentales; se instaló una comunidad de franciscanos y los agustinianos regresaron. 

La Edad Moderna

En el siglo XVI los turcos   conquistaron Palestina, y en Belén empezó un periodo de conflictos entre franciscanos y ortodoxos griegos por la posesión de los santuarios, conflictos que habrían de durar siglos. Los lugares santos del cristianismo pasaban de una comunidad a otra según el favor del que gozaban sus naciones de origen ante el califa otomano, por lo que estas disputas religiosas alcanzaron rápidamente dimensiones de política internacional. A finales del siglo XVIII el pueblo de Belén se había familiarizado con las costumbres y gustos europeos gracias al contacto permanente con los peregrinos cristianos, y su situación económica se había visto mejorada.

Edad Contemporánea

Egipto gobernó la región a partir de 1831 durante una década ensombrecida por una violencia creciente, por lo que se ordenó desarmar a la población y destruir el barrio musulmán de Belén. En 1841 el imperio otomano recuperó el gobierno de Palestina, aumentándose los impuestos y el desempleo, por lo que muchos de los habitantes de Belén marcharon al extranjero.   

Con la Primera Guerra Mundial se terminó el gobierno otomano en 1917, y Palestina pasó  bajo el mandato británico en 1922. En 1947, en el Plan de Partición de Palestina propuesto por la ONU, Belén fue designada junto a Jerusalén como territorio internacional administrado por la propia ONU una vez que expirase el mandato británico.   

Sin embargo, tras la primera guerra árabe-israelí, que estalló inmediatamente después, Belén fue ocupada por Transjordania y, junto al resto de Cisjordania, pasó a integrar en 1950 el Reino de Jordania.  
  
En 1967, durante la Guerra de los Seis Días,  Belén fue ocupada por los israelíes al igual que el resto de Cisjordania.  En 1955, tras acuerdos firmados en Oslo  fue transferida como parte del territorio autónomo administrado por la Autoridad Nacional Palestina.  

Hemos reseñado sucintamente la historia política de Belén. Queda para una crónica posterior el significado religioso de esta ciudad, también eterna, donde un humilde pesebre fue la primera cuna de Jesús de Nazaret.

Fuente: Wikipedia.org

MALDAD, NO ARMAS


Maldad, no armas
 Por Fernando J. Milanés, MD
En Lógica se estudia la asociación como parte de la resolución de un problema. Por ejemplo si en una esquina se observan más accidentes que en otras y es la única donde no existe semáforo, se pudiera deducir por lógica que la falta de este es la causa de los sucesos. Pero si nos fijamos que también es el único lugar donde se halla una tienda, ¿porqué no son las tiendas la causa?
Es que para entender razones hace falta más de un elemento de asociación. En una sociedad como la que vivimos, donde deseamos respuestas y soluciones inmediatas, cuando se confrontan tragedias como la masacre ocurrida en un colegio de Connecticut, es fácil aprovechar la ocasión para dar y/o escribir dando opiniones que favorecen nuestra agenda aunque estas no sean totalmente validas.
La maldad innata en los seres humanos, parte de nuestro ser, es un factor que siempre está presente en estos actos. Este impulso nocivo, tiene que ser dominado en cada persona como parte de una voluntad individual, y esta predisposición está orientada y alimentada por valores que se implantan en el ser desde pequeño. La cultura en una sociedad se forja en un núcleo familiar estable, una creencia, una educación y un ambiente donde los estímulos externos se dirijan hacia el bien y no el mal, hacia la compasión y no la violencia, el perdón y no la venganza.
En el mundo siempre han ocurrido estas acciones para todos difíciles de comprender. Si se analizan las razones de su prevalencia actual, tendremos que comenzar en nuestra cultura, donde la unión familiar y las responsabilidades de esta, son atacadas, inexistentes, o delegadas a otros. Vivimos un mundo donde el creer en un Dios, es visto como un atraso del intelecto, donde lo material impera sobre el espíritu y la satisfacción inmediata se alienta desde niño y se mantiene en los adultos. La conclusión correcta en el ejemplo inicial es que los semáforos son solo una razón externa de no chocar y con esa excusa se pierde la verdadera causa, la responsabilidad del chofer. Al igual que hay accidentes aunque existan los semáforos, un buen conductor no los necesita.
En el asesinato de ayer de seguro contribuyó un desajuste mental y la existencia de armas, pero el factor principal fue la ausencia de un control de la maldad por el ejecutor. Aun en casos de enfermedades mentales, donde existe más potencial de violencia, esta refleja a la sociedad imperante. Nietzsche escribió que los enajenados bailaban solos y otros no, porque solo ellos oían la música. Esa música alucinada o real es siempre la misma popular del momento. La violencia de nuestra época se refleja igual en los psicóticos que en los demás. En el caso de las armas de fuego, estas son solo un instrumento para ejecutar una acción y aunque se debe limitar su fácil acceso, su ausencia no evitaría la violencia del momento, solo cambiaria el método. 
Fernando J Milanés MD, 15 de diciembre de 2012

REFLEXIÓN




 El Domingo de la alegría
 
Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús
  El Apóstol San Pablo a los Filipenses



Estoy alegre, Señor

Porque Tú vienes y yo salgo a tu encuentro
Porque Tú iluminas 
las noches más oscuras de la humanidad
 Porque tu presencia 
es la mayor riqueza que uno puede tener

Porque la Navidad 
es oxígeno en medio de la asfixia
Porque la Navidad 
es el amor que se desborda
Porque la Navidad
 es regalo del cielo que se vende gratuitamente

Porque la estrella la veo
 al fondo del horizonte del adviento
Porque mi corazón 
se hace pesebre para tu nacimiento
Porque mi razón me dicta 
qué caminos elegir para llegar hasta Ti

Tú eres la fuente de tanta dicha
Tú eres la razón de tanto regocijo
Tú eres el germen de la emoción que yo siento.

Javier Leoz, Betania.es