11 de marzo de 2012

CRISTO EXPULSA A LOS MERCADERS DEL TEMPLO

El Greco, Galería Nacional de Londres

El Señor expulsa a los mercaderes

...Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
-- Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.
  Juan, 2, 13...   

Que no me aproveche, Señor,
de tus soportales sagrados para vivir cómodamente
anunciando que creo en Ti pero sin vivir en Ti.

Que no me aproveche, Señor,
de tu clemencia, siempre constante y oportuna;
de la buena voluntad de los que creen,
permaneciendo en la sombra de tus atrios santos
sin indicarles el camino que conduce hacia Ti.

Que no sea, Señor, tropiezo ante el que te busca.
Que no sea, Señor, egoísta en mi servicio,
ni busque, entregándome y siguiéndote,
otra cosa que no sea el brindarme por Ti y para Ti.

Que no me aproveche, Señor,
de tus caminos, para buscar sólo mi senda;
de tus moradas, para convertirlas en mi casa;
de tu silencio, para cargarlo con mis ruidos;
de tu suelo, para profanarlo inútilmente con mis ideas.

Que no me proveche, Señor,
de los que quieren llegar a Ti,
de los que peregrinan hacia Ti
vendiéndoles signos contrarios a tu presencia.
De los que quieren hablarte y rezarte,
confundiéndoles con mi voz o con mis gritos.

Que no me aproveche, Señor,
y que sepa amar, respetar y cuidar
los aledaños que conducen a tus brazos de Padre,
a tu Palabra de amigo, a tu voz con y en el Espíritu.

Javier Leoz, Betania.es

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