Renacer de
nuestras propias cenizas
Hoy es
miércoles de ceniza y comenzamos la Cuaresma con este signo de conversión. Pero
realmente las cenizas no son una imagen agradable, nos recuerdan cosas
negativas, restos de un incendio que lo ha destruido todo, ruinas, desolación.
También
en nuestras vidas puede haber “cenizas”, no tanto físicas, cuanto interiores,
restos de algo que nos ha “quemado” por dentro. La situación de crisis que
estamos viviendo está dejando a muchas personas “reducidas a cenizas”: los sin
trabajo cada vez son más, los encarcelados no encuentran vías de rehabilitación,
los extranjeros viven marginados, los débiles no son apoyados, las familias se
rompen, los proyectos de vida se ven truncados, nuestros jóvenes no ven norte
ni futuro.
La
ceniza, hoy, nos recuerda nuestro pecado, nuestra insolidaridad, nuestro
egoísmo e individualismo. Necesitamos la conversión, necesitamos cambiar, no
volver a cometer los mismos errores.
Necesitamos “renacer de
nuestras propias cenizas”.
Pedro Juan Díaz,
Betania.es
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