.
Claudia Prócula
- Por Marlene María Pérez Mateo
Cada Semana Santa, Easter, Pascua o
Passover es de una manera u otra un tiempo de reflexión desde tiempos
inmemoriales. Cada año las lecturas litúrgicas rememoran los hechos que hace
unos 2000 años envolvieron a Jesús durante sus últimos días de vida, su muerte
y resurrección según la perspectiva cristiana.
Con ello
une revisión también de las personas que intervinieron de manera mas o menos directa durante los
hechos ya mencionados.
No hace mucho adquirí “Mujeres de la Biblia”
de Ann Spangler; libro que intenta en buen grado un recuento del rol femenino
en las escrituras sagradas, y en la historia e idiosincrasia de la identidad
judío-cristiana. Aplaudir la iniciativa de la autora sería poco. Aunque la idea
no es pionera en el sentido más exacto de la palabra, no deja de ser loable.
Mas como diria la “Vox populi”: Le falto una. (¡Y qué una!). Las recientes
celebraciones pascuales ya mencionadas reanudaron en mí una más profunda visión
sobre la figura omitida: Claudia Prócula.
Claudia Prócula, romana radicada en Israel,
esposa del procurador de Judea, Poncio Pilato.
Según referencias históricas era hija de un noble con su amante Julia y
se casó a la edad de 16 años.
La visión onírica de Jesús, su contemporáneo,
quizás por referencias que de él tenía de un forma más o menos directa, unido a
ese misterio inquietante que es el sueño. (En las altas clases romanas de la época
se tenia un gran interés por el sueño y su significado), le llevaron a
interceder ante su esposo a favor del Galileo en más de una ocasión. Sus palabras
son mencionadas en los Evangelios. “No te mezcles con los asuntos de aquel justo,
porque hoy he tenido un sueño que me ha turbado mucho a causa de él” .Por todo
ello es concebible asumir que los mensajes del Mesías no le eran ajenos del
todo.
Claudia
es tenida por santa en las Iglesias griegas y etíopes orthodoxas. En algunos
casos es considerada como líder dentro de los primeros grupos cristianos.
Tuvo el coraje de abogar por un inocente. Es
ella una de las pocas mujeres que con voz propia hablan en los textos sagrados,
haciendo claramente identificable por nombre y posición social. El contexto
donde se ubica fue el de una extranjera parte del poder colonial e imperial
romano.
Once de los doce discípulos abandonaron al
Maestro, excepto Juan, en su hora final. El juicio y la sentencia fueron
protagonizados por hombres. No se rememora en todo lo acontecido en la Pasión
de Cristo una traición, delación o cobardía por parte de mujer alguna.
Marlene
María Pérez Mateo
Mayo,
24, 2011
Ilustración: Claudia Gerini as Claudia Prócula en el filme "La Pasión de Cristo."
No hay comentarios:
Publicar un comentario