29 de abril de 2011


Notas sobre la Semana Santa 
en Andalucía




 - Por Juan G. Arrabal Granados

Las Semanas Santas de Sevilla y Málaga no son comparables en nada o casi nada. Son distintas formas de procesionar y realizar las estaciones de penitencia marcadas por varias circunstancias. Los pasos sevillanos están adecuados a sus templos (salen de dentro de ellos) y la geografía urbana por la que discurren. Estos pasos, en Málaga reciben el nombre de tronos y cambiaron toda sus dimensiones y fisonomía cuando nos echaron de las iglesias y hubo que armarlos en tinglados (estructuras provisionales de madera o hierro cubiertas de toldos de lona). Hoy salen de las Casas de Hermandad, locales que las cofradías tienen cerca de sus iglesias, donde desarrollan toda la actividad y donde permanecen los tronos montados de forma permanente.

Sevilla probablemente ha sonado más porque ha tenido más prensa y televisión, aunque en Málaga jamás se ha escatimado publicidad por parte de ninguno de los estamentos interesados como son la Agrupación de Cofradías, el Ayuntamiento y las asociaciones turisticas, de restauradores, etc..

 Otras ciudades andaluzas sí pueden establecer comparaciones porque su forma de llevar los pasos son muy similares por no decir idénticas. La liturgia que rodea a la procesión o estación de penitencia también contiene variantes sustanciales.

 Debido a las medidas, no todas las cofradías pueden entrar en la catedral de Málaga, la única que lo hacía era mi hermandad de viñeros que también fue la última en salir de su iglesia. Posteriormente y sobre los años 70 ya comenzaron a entrar otras hermandades pero siempre son minoría.

 La semana santa en su conjunto no es sevillana ni malagueña. Esto, como todo lo religioso, vino de la mano de la reconquista y por ello, impregnado de un estilo mucho más sobrio pero menos espectacular debido a la forma de ser de los castellanos, leoneses, aragoneses, etc., que engrosaban las tropas de los reyes católicos. Efectivamente, Sevilla fue reconquistada antes que Málaga pero tanto allí como aquí, se barroquizaron con el paso del tiempo adquiriendo en todo su conjunto, los dos estilos predominantes en Andalucía, el barroco antequerano o granadino y el sevillano.

Espero que mi humilde opinión te haya servido. En esto pasa como con el folklore. Nada tiene que ver una sevillana con una malagueña aunque hay que reconocer que la sevillana es más conocida y más bailada, la malagueña es muy difícil y menos alegre.

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