19 de abril de 2011

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CRUCIFIXIÓN    

Tres de la tarde. El gólgota parece
la sombra de un gigante en agonía.
Sobre un rústico lábaro oscurece
la antorcha que encendió la luz del día.

La irresponsable turba palidece
presa de colectiva cobardía
y sobre un tallo de dolor florece
la sangre de la nueva profecía.

Hora de vencimiento y de conquista,
hora solemne en que el supremo artista
muere de un sarpullido de claveles.

Hora en que se arrodilla el universo
y hay un llanto de sombras en el verso
y una sombra de llanto en los pinceles.

Jorge Robledo Ortiz

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