7 de septiembre de 2010


UN MES A 700 METROS BAJO TIERRA.

-Los 33 mineros de la mina de San José cumplieron hace dos días un mes de encierro a 700 metros de profundidad, horas después de haber visto realizado un hito muy importante en la epopeya de su rescate: la primera videoconferencia en tiempo real con sus familiares.

Otro de sus deseos —una copa de vino— no podrá sin embargo verse realizado. El psicólogo responsable en la operación desaconsejó ayer que les envíen a través de las sondas pequeñas empanadas y vino para celebrar las fiestas patrias, por los problemas médicos que eso podría ocasionar.

Son muchas las anécdotas humanas que empiezan a aflorar a la superficie. Uno de los 33 mineros chilenos que está sepultado desde el 5 de agosto pasado, además de intentar sobrevivir diario en difíciles condiciones de encierro, tiene un problema al que deberá hacer frente cuando salga. Ese día que llegará no antes de dos meses, deberá decidir entre dos mujeres que le esperan y reclaman ser la pareja de Yonni Barrios Rojas.

El operario de 50 años de edad tenía una doble vida que quedó al descubierto horas después del derrumbe de 750.000 toneladas de rocas y tierra hace cuatro semanas. Zulema Barrios y Susana Valenzuela no se conocían, pero ambas coincidieron en el campamento «Esperanza», donde comenzaron a juntarse los familiares de los mineros sepultados. Ambas preguntaron por el mismo hombre y ambas dijeron que eran «la pareja» de Yonni Barrios.

Zulema Barrios está casada desde hace quince años con el minero que conoció en Santiago, la capital chilena a unos 800 kilómetros de la mina San José, ubicada en el desierto de Atacama. Susana Valenzuela relata que mantiene una relación con Barrios desde hace cinco años. Ambas están a la espera de una explicación de Yonni Barrios.

Mientras, los equipos de rescate —ajenos a los dramas de amor— han conseguido perforar unos 50 metros con la excavación principal, que cada poco tiempo debe detenerse para reforzar las paredes del túnel vertical, en tanto una segunda máquina que llegó a la mina comenzó a horadar la tierra ayer y podría llegar hasta los mineros en dos meses, según comentó el jefe técnico del rescate, Andrés Sougarret. Una tercera máquina perforadora, esta vez de a Empresa Nacional del Petróleo, iniciará en los próximos días la excavación de un tercer túnel. Con ello, los técnicos esperan asegurar el rescate.

Mensaje de esperanza

Como una inyección de apoyo moral ha sido calificada la entrega a los mineros chilenos de 33 rosarios bendecidos por el Papa Benedicto XVI, que fueron llevados hasta la mina por el cardenal Francisco Javier Errázuriz. El prelado chileno recordó que el domingo pasado, el Papa envió un mensaje de esperanza a los trabajadores y los encomendó a San Lorenzo, patrono de los mineros.

Por otra parte, el sábado llegaron a la mina San José cuatro de los 16 uruguayos de la Fundación Viven que sobrevivieron hace 37 años a la caída de su avión en los Andes. «Queremos ayudar a fortalecer el espíritu de los mineros, dar un mensaje de esperanza y decirles que sí se puede», dijo Gustavo Zerbino, uno de los jugadores de rugby sobrevivientes.

Efe/ABC Madrid
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