CALIXTO GARCÍA ÍÑIGUEZ.
-Ana Dolores García,
- Un día como hoy, 6 de septiembre de 1874, en plena lucha libertaria de la Guerra de los Diez Años el Mayor General Calixto García fue sorprendido por una columna española. En el fragor de tan disparejo combate y ante la pérdida de sus ayudantes y la certeza de caer prisionero, Calixto García sacó su revólver y se disparó un tiro en su barbilla: la bala le salió en el centro de su frente. Mal herido, casi moribundo, fue finalmente apresado y desterrado a España, donde permaneció hasta 1878 en que, aprovechando la amnistía de la Paz del Zanjón, se trasladó a los Estados Unidos.
Cuando le fue dada a su madre doña Lucía Íñiguez la noticia de su captura se negó a creerlo. Le explicaron entonces los pormenores del hecho y exclamó: «¡Ése, ése es mi hijo Calixto!…¡Muerto antes que rendido!…»
Calixto García había nacido en Holguín en 1839. A los pocos meses de comenzar la Guerra de los Diez Años se unió a ella alzándose en armas en su región natal. Allí su férreo mando y sus dotes de organizador aglutinaron las tropas mambisas, algo desorientadas y dispersas a causa de las rencillas existentes entre los hombres a su mando.
Sin embargo, los mambises se encontraban exhaustos, desalentados por el fracaso de una guerra que se había prolongado durante diez años. Surgieron conversaciones pacifistas entre los generales cubanos y el gobierno español, las que condujeron a la Paz del Zanjón. Pero no todos los cubanos estuvieron de acuerdo ni se habían dejado ganar por el desánimo. Antonio Maceo se rebeló contra el pacto y personificó la Protesta de Baraguá, ratificando el propósito de reanudar la lucha.
Calixto García, ya en Nueva York, fue escogido como la persona indicada para la organización del nuevo intento. Se multiplicó en el empeño aunando voluntades y viajando a otros países de Hispanoamérica par recabar la ayuda de los cubanos dispersos por el continente. Así estalló en agosto de 1879 la Guerra Chiquita, llamada de ese modo por su corta duración. No hubo éxito tampoco. Calixto García desembarcó en la costa oriental en mayo de 1880 con sólo 17 hombres de los 82 que estaban previstos para embarcar en Nueva Jersey. Bravamente mantuvieron resistencia durante varios meses, hasta que en el mes de agosto se presentaron a las autoridades españolas y nuevamente fue desterrado a España.
En España permaneció 5 años y luego viajó otra vez a los Estados Unidos para ponerse al servicio de José Martí, y en 1896 ya estaba de nuevo en Cuba organizando las tropas de los Departamentos de Holguín y Santiago de Cuba. A la muerte del Mayor General Antonio Maceo fue nombrado Lugarteniente General del Ejército Libertador.
Al producirse la intervención de los Estados Unidos en la contienda en 1898, Calixto García acató la decisión del Gobierno Cubano en Armas y se puso a las órdenes de los generales norteamericanos. Luego de la derrota de la flota española y la toma de la ciudad de Santiago por las tropas norteamericanas, el general Shafter prohibió la entrada a la ciudad a las tropas de Calixto García, a pesar de que la ciudad había estado asediada y cercada durante semanas por las tropas cubanas. Como constancia de ese atropello quedó la carta que el General Calixto García escribiera desmintiendo las alegaciones norteamericanas de que los mambises cometerían desmanes contra los españoles.
Fue designado por don Tomás Estrada Palma para representar al Ejército Libertador ante el Gobierno de EEUU, y en el mes de noviembre de 1898 presidió la comisión que a ese efecto se dirigió a Washington, y que lamentablemente no obtuvo mucho éxito ante las autoridades norteamericanas. Enfermó gravemente y falleció en Washington víctima de neumonía el 11 de diciembre del propio año. Fue enterrado en el Cementerio Nacional de Arlington. Posteriormente sus restos se traladaron a La Habana en febrero de 1899, y el 11 de diciembre de 1980, aniversario de su muerte, fueron depositados en el monumento en su honor que se encuentra en la Plaza Central de Holguín, su ciudad natal.
Ana Dolores García
Ilustración, Google.
- Un día como hoy, 6 de septiembre de 1874, en plena lucha libertaria de la Guerra de los Diez Años el Mayor General Calixto García fue sorprendido por una columna española. En el fragor de tan disparejo combate y ante la pérdida de sus ayudantes y la certeza de caer prisionero, Calixto García sacó su revólver y se disparó un tiro en su barbilla: la bala le salió en el centro de su frente. Mal herido, casi moribundo, fue finalmente apresado y desterrado a España, donde permaneció hasta 1878 en que, aprovechando la amnistía de la Paz del Zanjón, se trasladó a los Estados Unidos.
Cuando le fue dada a su madre doña Lucía Íñiguez la noticia de su captura se negó a creerlo. Le explicaron entonces los pormenores del hecho y exclamó: «¡Ése, ése es mi hijo Calixto!…¡Muerto antes que rendido!…»
Calixto García había nacido en Holguín en 1839. A los pocos meses de comenzar la Guerra de los Diez Años se unió a ella alzándose en armas en su región natal. Allí su férreo mando y sus dotes de organizador aglutinaron las tropas mambisas, algo desorientadas y dispersas a causa de las rencillas existentes entre los hombres a su mando.
Sin embargo, los mambises se encontraban exhaustos, desalentados por el fracaso de una guerra que se había prolongado durante diez años. Surgieron conversaciones pacifistas entre los generales cubanos y el gobierno español, las que condujeron a la Paz del Zanjón. Pero no todos los cubanos estuvieron de acuerdo ni se habían dejado ganar por el desánimo. Antonio Maceo se rebeló contra el pacto y personificó la Protesta de Baraguá, ratificando el propósito de reanudar la lucha.
Calixto García, ya en Nueva York, fue escogido como la persona indicada para la organización del nuevo intento. Se multiplicó en el empeño aunando voluntades y viajando a otros países de Hispanoamérica par recabar la ayuda de los cubanos dispersos por el continente. Así estalló en agosto de 1879 la Guerra Chiquita, llamada de ese modo por su corta duración. No hubo éxito tampoco. Calixto García desembarcó en la costa oriental en mayo de 1880 con sólo 17 hombres de los 82 que estaban previstos para embarcar en Nueva Jersey. Bravamente mantuvieron resistencia durante varios meses, hasta que en el mes de agosto se presentaron a las autoridades españolas y nuevamente fue desterrado a España.
En España permaneció 5 años y luego viajó otra vez a los Estados Unidos para ponerse al servicio de José Martí, y en 1896 ya estaba de nuevo en Cuba organizando las tropas de los Departamentos de Holguín y Santiago de Cuba. A la muerte del Mayor General Antonio Maceo fue nombrado Lugarteniente General del Ejército Libertador.
Al producirse la intervención de los Estados Unidos en la contienda en 1898, Calixto García acató la decisión del Gobierno Cubano en Armas y se puso a las órdenes de los generales norteamericanos. Luego de la derrota de la flota española y la toma de la ciudad de Santiago por las tropas norteamericanas, el general Shafter prohibió la entrada a la ciudad a las tropas de Calixto García, a pesar de que la ciudad había estado asediada y cercada durante semanas por las tropas cubanas. Como constancia de ese atropello quedó la carta que el General Calixto García escribiera desmintiendo las alegaciones norteamericanas de que los mambises cometerían desmanes contra los españoles.
Fue designado por don Tomás Estrada Palma para representar al Ejército Libertador ante el Gobierno de EEUU, y en el mes de noviembre de 1898 presidió la comisión que a ese efecto se dirigió a Washington, y que lamentablemente no obtuvo mucho éxito ante las autoridades norteamericanas. Enfermó gravemente y falleció en Washington víctima de neumonía el 11 de diciembre del propio año. Fue enterrado en el Cementerio Nacional de Arlington. Posteriormente sus restos se traladaron a La Habana en febrero de 1899, y el 11 de diciembre de 1980, aniversario de su muerte, fueron depositados en el monumento en su honor que se encuentra en la Plaza Central de Holguín, su ciudad natal.
Ana Dolores García
Ilustración, Google.
__________________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario