Podemos y el trigo limpio
Federico
Ysart, abc.es
Tiene
gracia que sin haberse rozado con el poder que da el poder, los fundadores de Podemos
anden en bocas salpicados por la corrupción ambiental. Profesores
universitarios que no dan clases, becarios que no cumplen con sus programas,
contertulios televisivos que cobran mitad y mitad, etc.
Con estos
precedentes, da que pensar imaginándose a estos angelitos con un despacho y
teléfono oficiales a su servicio. Ya hay una muestra, un tanto tangencial, pero
real como la vida misma: Tania, el descanso del guerrero del gran fundador.
La diputada regional y candidata a la Asamblea de Madrid por IU, todavía IU,
procuró por las necesidades de su familia desde la concejalía de Cultura de
Rivas con todas sus fuerzas.
A medida
que se van conociendo sus entretelas estos singulares personajes vienen a
demostrar que lo de excluirse de lo que llaman la casta vale para una tertulia
televisiva, incluso como pedrada mitinera,
pero ¡ay! casta la que tienen estos muchachos que hoy se tapan la cara para no
ser reconocidos por la calle mientras dure el eco de sus malabarismos
contables.
Ganarse
medio millón de euros asesorando a la Venezuela chavista y madura para someter
a un pueblo al pensamiento único, a la ruina, no debería ser motivo de orgullo
para ningún bien nacido, para aquellos que , como Quijote, piensen que
por la libertad se puede y debe dar la vida. Pues Monedero no; Monedero
se pasó en Caracas una semana llorando a Chávez y se montó una sociedad
sin empleados para cobrarse medio millón, o millón y medio, y así pagar menos
impuestos a la Hacienda española, su Hacienda.
Y qué
decir del contratado por la Universidad de Málaga para hacer un trabajo sobre
la vivienda en Andalucía, que tras el escándalo suscitado por no aparecer por
donde debería haberlo hecho, fue suspendido de empleo y sueldo por la propia
Universidad. El joven Errejón, tercera persona de esta extraña capillita
dirigente, también pasó por Venezuela.
Cuando
todo ello sale a la luz, el afán por remediar las penas familiares con dineros
públicos o de suministrar fórmulas a los dictadores para aplastar las
libertades, Iglesias, líder supremo proclama solemne: “Cuando tocan a
Monedero, a Errejón o a Tania, me tocan a mí”. Y ahí terminó todo. Casta
rancia. Ni sombra de trigo limpio.
Lo que ha
montado esta capillita de profes de facu recuerda a aquella iglesia del Palmar
que fundó un corredor de seguros sevillano llamado Clemente Domínguez.
Se proclamó papa, haciéndose llamar Gregorio XVII, nombró sus cardenales y no
desbancó al Vaticano por las malas compañías de que se rodeó; en el santoral
del Palmar, encabezado por san Francisco Franco, figuraban don Pelayo, Colón,
el cardenal Cisneros y Adolfo Hitler.
Estos de
ahora juegan a otro palo.
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