1 de abril de 2014

Origen del April fool´s day




EL ORIGEN
DEL “APRIL FOOL´S DAY”


Se cree que la celebración del "April Fool´s Day" comenzó en Francia alrededor del año 1582, cuando la reforma del calendario bajo el reinado de Carlos IX. En aquella fecha fue puesto en vigor el Calendario Gregoriano (aún vigente), en el que se determinó el 1 de enero como fecha de comienzo de año. Con anterioridad a la implantación del calendario Gregoriano, el comienzo del año nuevo se celebraba con una semana entera de festejos que comenzaba el 25 de marzo y concluía el 1 de abril.

Por aquellos tiempos los medios de comunicación eran escasos y muchos pueblos se enteraron de este cambio varios años después. Otros, más rebeldes, se negaron a aceptarlo y continuaron festejando en el último día de la primitiva semana de celebración (1 de abril), el comienzo de un nuevo año. A estas gentes se les comenzó a llamar “tontos”, a mandarles invitaciones para fiestas inexistentes, y a gastarles bromas. También empezaron a llamarles “peces de abril”, (poisson d'Avril) en referencia a un conocido pez que resultaba muy fácil de pescar.

Con el paso de los años se fue creando una tradición que eventualmente se extendió a Inglaterra y Escocia, y tanto ingleses como franceses se encargaron de llevarla a sus colonias de América.

Muchos países tienen sus propias variantes. En Escocia, por ejemplo, la celebración de “April Fool´s Day” dura actualmente dos días.

En Inglaterra las bromas se hacen solamente durante la mañana de ese día porque se considera de mala suerte el gastar una broma después del mediodía.

En Roma la fecha es conocida como “Festival de Hilaria” (25 de marzo) y también se le llama “Día romano de la risa”.

En Portugal lo celebran el domingo y el lunes anteriores al comienzo de la cuaresma. Y una de las bromas consiste en tirarle harina a los amigos.

En la India también se unen a esta tradición popular que podemos relacionarla igualmente con el arribo de la primavera, ya que celebran el “Festival Huli” el 31 de marzo.

Rescatado de nuestros archivos

31 de marzo de 2014

Conga Cubana, poema


CONGA CUBANA

Poema costumbrista

Ada Bezos
 
De embrión africano y raíces eternas
de ritos divinos y antiguas deidades
cautivos trajeron a las nuevas tierras
los ritmos sonoros de años ancestrales.

Noches orilleras de gentes en velo
diablillos que salen, duendes que se asoman…
Desde ya muy lejos se escuchan los ecos
de calles que hierven, cueros que redoblan.

La trompeta ‒aguda− solitaria, entona
dando dos, tres, pases ‒rompiendo el tumulto.
Como altos peñascos enfilan ahora
esfinges de ébano flotando sin rumbo.

Los cuerpos se mueven con fluidez de arena
los miembros apuntando al suelo impregnado
de Olofi, el Orisha de entidad suprema,
y Orula, que media ámbitos sagrados.

Con bongos del Congo, del “bembé” que añoran
van hipnotizados con ron y tabaco.
Los pañuelos rojos sus frentes adornan
y trajes de blanco que evocan los santos.

Farolas erguidas por cintos ceñidos
súbitos gigantes del cielo apropiados
hombres y mujeres intensos en sus giros,
infantes temiendo sus flecos dorados.

Tumbadoras y el quinto vienen azotando
con bombos, sartenes, y rejas de arado.
Los que con disfraces se lucen brincando
en sus convulsivas marañas de antaño.

"¡Julián…muchacho, ven pa’ca!
Muéstrale al padrino tu capa pintá….
que vea que ere negro fiiino… de veldá
y templa eso cuero……dale fuego yaaa
que pronto la conga se va a comenzá."

"Cuidao en la cumbancha…..
Si el punzón se asoma – va a corré la sangre
la revancha es propia,
por eso la jara mejor que se pooonga….
¡Con un solo un planazo… se acaba la bronca!!!"

Van repiqueteando al clamor del toque
zarandeo candente brota de sus venas
y ni un esqueleto resiste el derroche
del compás que excita, provoca, y libera.

¡Mira como arrasan en mar de sudores!
‒ van codo con codo en largo cortejo‒
con los pies marcando medidos temblores
en cutaras rotas, chancletas de viejo.

Cencerros, campanas alzan el barullo
cuando altos “vibratos” la trompeta logra
el tumulto alcanza frenesí de cultos
y el vaivén continuo en un rapto se torna.

Que no es un paseo, ni solemne canto.
¡Es vida! que nutre terrestres reflejos!
Misteriosa fuerza que atrae a los tantos
erotismo en brechas de furor y anhelos.

"OYE, OYE , por ahí vienen, oye!!

Oye colega no te asustes cuando veas,
Oye colega no te asustes cuando veas,
Al alacrán cortando caña
Al alacrán cortando caña…
Son cosas de mi país, hermano...
Son cosas de mi país, hermano………..

¡Pa’l carnaval de Oriente me voy!
¡Pa’l carnaval de Oriente me voy!
Donde mejor se puede gozar……."
(repite)

Y la conga pasa sin saber el tiempo
Negros, blancos juntos en su algarabía
‒que el suelo no sabe distinguir sus muertos
y del mismo vientre nacimos un día.‒

Cuando en el rebote de los años siento
nostalgia de patria, aliento de memorias…
¡Ay!!!!.... Como quisiera volver a mi pueblo,
¡y ver a mi negro, que de ella hizo gloria!

Ilustración: Conga cubana, óleo de Héctor Molné

30 de marzo de 2014

Una isla que se hunde


Una isla que se hunde

Los datos no engañan: el PIB de Cuba creció el año pasado un 2,7%, muy por debajo del cacareado 3,6% anunciado previamente por el régimen. Y para este 2014 las perspectivas son aún peores: un pírrico 2,2%.

Con estas melifluas cifras, Raúl no ha tenido otra opción que abrir su parcela para tratar de atraer capitales foráneos. Claro, que con condiciones y sin excluir la expropiación: los inversionistas no podrán entrar ni en la educación ni la salud (y defensa), los otrora insignes programas del Gobierno con los que seguramente quiere continuar haciendo propaganda barata.

En todo caso, Raúl tendrá difícil obtener los entre 2.000 y 2.500 millones de dólares anuales que necesita para poder mantener a flote su dictadura. Y es que los capitales extranjeros lo que buscan y necesitan es seguridad jurídica, una quimera en territorio cubano.

Como prueba sólo hay que recordar que cerca del 50% de las empresas que en 1998 habían apostado por invertir en la isla salieron corriendo ante la zozobra política y en la actualidad tan sólo siguen operando unas 200. Todo un récord en destrucción de confianza del inversor.

Por si no fuera poco el clima hostil -Cuba ocupa el penúltimo lugar, sólo por delante de Norcorea, en el ranking de libertad económica este mismo año-, los inversores no sólo se arriesgan a perder sus capitales sino algo más precioso incluso: su propia libertad.
 
Si Raúl considera que se están violando las reglas que él mismo dicta y escribe, el empresario puede acabar en la cárcel. Los ejemplos son demasiado conocidos.

Por eso, esta iniciativa lo único que pone de manifiesto es la situación desesperada en la que se encuentra la economía cubana. Lo que necesita Cuba no es una reforma económica. Sino una política, y se llama democracia.

Reproducido del Diario Las Américas, Miami

29 de marzo de 2014

Qué se hicieron los óleos del magnate Julio Lobo?



¿Qué se hicieron los óleos
del magnate Julio Lobo?


David Canela Piña

LA HABANA, Cuba. – Un escándalo internacional sobre el tráfico de obras de arte, que pertenecían al Museo Nacional de Bellas Artes, se destapó cuando un coleccionista privado de Miami compró en 15 mil dólares una pintura de Eduardo Abela, titulada Carnaval infantil, robada de un almacén de esa institución.

Recientemente, la Unesco publicó el listado de los 70 cuadros desaparecidos, que en su mayoría pertenecían a los fondos de “Arte Cubano, al período conocido como cambio de siglo (tránsito entre la academia y la vanguardia)”, según declaró una nota del Consejo Nacional del Patrimonio Cultural, publicada en el sitio web Cubarte, el 28 de febrero.

El aviso explicó que “no puede precisarse la fecha exacta en que la sustracción tuvo lugar”, ya que “el acceso al local no había sido violentado”, y “los malhechores cortaron las obras recolocando los marcos, por lo que a simple vista no se podía detectar”. Actualmente está abierta una investigación policial, y las autoridades cubanas han solicitado la ayuda de cualquier persona o institución, que ayude a recuperar las piezas perdidas.

La Unesco se suma a la búsqueda
De las 70 obras ausentes, 10 han sido catalogadas como de “valor 1” (el máximo), 30 se ubican en un segundo orden, y 29 corresponden al grado 3, que es el más bajo. La obra Cabeza de mujer con collares y argollas, de Víctor Manuel, aparece sin clasificar.

Por un amplio margen, el autor más codiciado fue Leopoldo Romañach, con 23 pinturas robadas, de las cuales son de valor principal Estudio masculino, Marina, Rincón de Cayo Francés y Campesino rezando. Le siguen Armando García Menocal (con 6 cuadros), Juan Gil García (4), Aurelio Melero y Fernández de Castro (4), y Víctor Manuel García, José Mijares, y René Portocarrero, con 2 obras cada uno. El grupo abarca a 29 autores conocidos, y 5 anónimos.

En el listado que divulgara la Oficina de Cultura de la Unesco para América Latina y el Caribe, se incluyen los siguientes datos: número de inventario, autor, título, soporte, técnica, dimensiones, y se adjunta una foto de la obra.

Muchas sombras y pocas luces
Al parecer, es la primera vez que una institución del Estado cubano declara que ha sido víctima de un robo masivo de obras de arte, lo que ha hecho suponer –ante la evidencia de cuadros del patrimonio cubano que han sido vendidos en el exterior– que el gobierno comunista ha utilizado esta vía como una forma de recaudación de divisas.

Una persona, vinculada a la restauración de cuadros y documentos, me comentó una vez que el Museo Nacional había subastado en los años 90 tres cuadros del pintor español Joaquín Sorolla, con el objetivo de financiar la restauración del Edificio de Arte Universal (antiguo Centro Asturiano de La Habana). Quizás haya sido un rumor. Sin embargo, recuerdo haber visto una vieja serigrafía del Museo Nacional, que era la copia de una marina pintada por Sorolla, y que no está expuesta en la Sala de España del Museo de Arte Universal.

Pero esa historia de obras de arte perdidas viene de más atrás, y se pierde en la nebulosa de aquellas confiscaciones que hizo el gobierno revolucionario en 1959. Cuando los guerrilleros de la Sierra Maestra ocuparon las mansiones de Miramar, se apropiaron –como un pirata ocupa un botín–, de todas las obras de arte que pertenecían a familias de la alta burguesía cubana. Y en algunos casos, fueron destruidas, por simple vandalismo, ignorancia y revancha de clase.

Recuperación de Bienes
En enero de 1959, se creó el Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados, un organismo central del Estado, que supuestamente debía devolverle al pueblo la potestad sobre esos bienes (como obras de arte, y artículos de lujo), que en teoría habían sido adquiridos “ilegalmente” por la burguesía, a través de la explotación del pueblo. Luego, el gobierno se ha encargado de vender obras del patrimonio cubano, sin consultar con nadie, sino tan sólo con sus intereses privados.

Voy a dar un ejemplo de obras que han desaparecido, sin dejar rastro. En el libro de Guillermo Jiménez, Los propietarios de Cuba 1958 (Editorial Ciencias Sociales, 3era ed., La Habana, 2008), el autor escribe un párrafo revelador, acerca de las propiedades de Julio Lobo, quien era la persona que poseía la fortuna individual más grande de Cuba, antes de 1959: “Su pinacoteca ostentaba cuadros de Leonardo da Vinci, Rafael, Miguel Ángel, Goya y otros grandes maestros internacionales, varias de cuyas obras estaban en el Museo Nacional” (p. 327). Mi desconcierto fue grande cuando lo leí por primera vez. ¿Qué obras eran esas, y sobre todo, dónde están ahora? ¿Cómo se perdieron? Con suerte, quizás algún día lo sepamos.

Reproducido de Cubanet.org