3 de septiembre de 2012
CURIOSIDADES SOBRE EL HALLAZGO DE LA IMAGEN DE NTRA. SRA. DE LA CARIDAD DEL COBRE
Curiosidades sobre el hallazgo
y la imagen
de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre
Nuestra Señora de la Caridad y los Remedios, título original de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre es una pequeña imagen venerada en su basílica en El Cobre, Santiago de Cuba. Según narra la leyenda más difundida, en una mañana de mayo de 1608 tres pescadores conocidos como "los tres Juanes" (Juan Blanco, Juan Indio y Juan Hoyos o Juan Diego, el apellido dependerá de la versión que se lea), navegando por la bahía de Nipe para pescar algunos peces, vieron al poco tiempo de empezar su trabajo que algo se acercaba a ellos, algo blanco que lucía como una niña sobre las aguas. Su sorpresa fue mayor al percatarse que se trataba de una imagen de la Virgen con el Niño, de unos 30 cms. y que flotaba sobre una tablita que tenía escrito "Yo soy la Virgen de la Caridad". Los "tres Juanes" tomaron la imagen y regresaron a tierra firme para dar la noticia del hallazgo.
Esto es una de las versiones más contadas, pero revisando los archivos del santuario y de otros lugares se ha encontrado que esta leyenda tan difundida difiere un poco o bastante de la realidad. Esto se comprobó debido a la existencia de una declaración formal hecha por Juan Moreno, un esclavo negro que sería uno de los tres Juanes de los que habla la leyenda, el llamado "negrito de la Virgen".
En esta declaración Juan Moreno hace constar que los verdaderos nombres de los tres pescadores eran Juan Hoyos y Rodrigo Hoyos, que eran indios y hermanos y, el tercero, el mismo Juan Moreno, esclavo negro de 10 años de edad cuando sucedió el hallazgo. Con esto queda más que claro que la famosa versión en la que se dice que uno era español, el otro indio, y el tercero un negro, no era más que una cuestión simbólica y alegórica para representar a las tres razas que habitan en Cuba.
Otra diferencia que se hace notar en la narración es que los llamados "tres juanes" no eran pescadores sino que habían ido a buscar sal, y estando en su quehacer vieron sobre la espuma del mar cómo flotaba la imagen y quedaron sorprendidos al ver que sus vestidos estaban secos. Lo que si coincide es la tablita y lo escrito en ésta, "Yo soy la Virgen de la Caridad".
Algo que suele ser destacable en la iconografía de la Virgen es la luna invertida que la acompaña, la cual a diferencia de las demás imágenes marianas está con las puntas hacia abajo. Se aduce que eso se basa en las deidades autóctonas de los antiguos habitantes de la región, para quienes la luna invertida simbolizaba el dominio sobre la muerte, la protección y el cuidado de la vida.
Otra cosa a destacar es que aunque la imagen de la Virgen se viste de dorado, en las estampas populares se le encuentra con el manto azul. Algunas investigaciones han concluido en que lo más posible es que antes de que le pusiera el traje dorado que es del siglo XVII y confeccionado en México, debió haber tenido ropas originales como las que se encuentran en la imagen de los "tres juanes", es decir, el manto azul verdoso según algunas referencias de la época.
Muchas conjeturas se han hecho acerca de la procedencia de la imagen, pensando que podría haberse debido a algún naufragio español o de piratas. El encargado de la última restauración de la imagen, Francisco Figueroa, menciona que la cabeza de la Virgen está hecha a base de una pasta de maíz típica de las áreas azteca y maya de México. Basados en esto, pudiera ser que la imagen hubiera sido elaborada en la península de Yucatán, que tiene cercanía con Cuba, o en alguna otra parte del antiplano central de México como Michoacán, en el que era común la elaboración de imágenes religiosas con la pasta de maíz y la pasta de caña.
En 1899 se cometió un sacrilegio contra la imagen. En la mañana del 12 de mayo se encontró que se le habían quitado la cabeza, sus alhajas, el Niño Jesús y el resplandor. Algún tiempo después y debido a varias gestiones se pudieron recuperar la cabeza y el Niño Jesús, abandonados en un lugar.
Fuente:
André Efrén, http://www.preguntasantoral.es
Aclaración recibida
sobre dos de las curiosidades
mencionadas
Rogelio Zelada envía desde Miami estas importantes
aclaraciones:
En las notas curiosas sobre la Virgen de la
Caridad se cita a Figueroa con el dato de que la cabeza de la Virgen es de
pasta de maíz. Resulta que cuando se restauró la imagen, al quitarle todas las
capas de pintura y de cera que la habían recubierto por siglos, se encontró que
la imagen era de barro, que al quebrarse durante el robo del 98 perdió el
volumen de su cuerpo.
La técnica con que fue hecha era típica de su
época y se hacían estas imágenes en España y en Brasil, donde unos monjes
paulistas tenían un taller.
La diferencia estaba en que las españolas,
también hechas de barro cocido, estaban recubiertas de una capa final de polvo
de arroz mezclado con cola de conejo, lo que les daba una apariencia fina y
pulida. Las de Sao Paulo eran idénticas con la diferencia de que el polvo era
de maíz.
Hasta el momento no podemos saber de qué material
era la cubierta del rostro de la Virgen de la Caridad, pues Mons. Meurice no
dio permiso para hacer esta investigación. Así que creo que el detalle del
autor de la nota habría que averiguar su procedencia, pues los que trabajaron en la restauración que se hizo entonces -me contó uno de ellos-
que se habían quedado con
las ganas de saber la procedencia de la imagen, si era carioca o gallega.
Actualmente el rostro de la imagen tiene un torso
de madera de roble y unas extensiones de acero que la fijan a la base de plata.
La acaban de restaurar, con mucho mejor tino, para la visita del Papa
Benedicto.
La profanaron dos marineros americanos de los que
desembarcaron en la guerra hispanoamericana, con el propósito de robar los
exvotos riquísimos que vestía la imagen. Es un milagro que el rostro no lo
hubieran destruido al quitarle el gran brillante que tenía incrustado en la
frente.
FRASE DE SABIDURÍA
El que quiera tener razón y hable solo, de seguro logrará su objetivo.
-Johann Wolfgang Goethe, (1749-1832) Poeta y dramaturgo alemán.
2 de septiembre de 2012
GOBIERNO CASTRISTA ANUNCIA CAMBIOS PARA CORREOS ELECTRÓNICOS
Gobierno
castrista anuncia cambios para correos electrónicos
La Empresa de
Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, anunció cambios en su plataforma para los
usuarios de mensajería electrónica con el propósito de reducir los
"correos no deseados".
ETECSA, que tiene el monopolio
de las comunicaciones en la isla, indicó en su sitio digital que a partir del 2
de octubre entrará a funcionar una "nueva plataforma de correo, más segura
y confiable" con un servidor anti Spam "para la reducción del tráfico
de correos no deseados".
El comunicado de la compañía señaló además que tanto los usuarios de @enet.cu como los de correos corporativos (MPOP) deberán hacer modificaciones a la configuración de su servicio el 3 de octubre de 2012.
Quienes tienen cuentas de otros
proveedores basados en internet, como Google, Hotmail o Yahoo no entran en esos
nuevos servidores.
Previamente, ETECSA tenía una
política de antiSpam de bloquear los mensajes tanto de entrada como de salida
que estuvieran dirigidos a más de cinco direcciones (entre destinatarios y
copias). Con el nuevo anuncio se prevé que esa cifra sea aún menor.
La medida estaría dirigida a
evitar las "cadenas de correos" que circulan dentro de la isla, en
ocasiones con debates críticos del gobierno, y los mensajes colectivos
provenientes del exterior.
Opositores y críticos del
gobierno cubano dentro de la isla han señalado sistemáticamente a ETECSA como
cómplice de la represión contra los activistas por los derechos humanos, en
particular por el corte del servicio telefónico y la divulgación de llamadas
privadas.
Fuente: cafefuerte.com
ADIÓS A LAS BOMBILLAS INCANDESCENTES
Adiós a las bombillas incandescentes
Los europeos pueden irse despidiendo de las
bombillas tradicionales incandescentes. Esas, con filamento de tungsteno en su
interior y que producen luz amarilla y cálida, oficialmente dejaron de
fabricarse ayer 1 de septiembre en cumplimiento de una directiva europea.
No es una orden que se realiza de golpe, sino que estos focos se han venido
eliminando del mercado desde 2009, 2010 y 2011. Primero las de 100 vatios,
después las de 75 vatios y 60, y ahora es el turno de las bombillas de 40 y 25
vatios.
La visión
de Alva Edison
Han pasado 133 años desde que Thomas Alva Edison
comercializara la primera bombilla en 1879. Sí, la comercializó, pero no fue su
creador original. Todo comenzó en 1809 con Humphry Davy, un químico
inglés que produjo la primera luz eléctrica al conectar dos cables unidos por
una tira de carbón a una batería. El carbón al cargarse de energía se
calentaba y brillaba.
En 1850, Edward Shepard inventó una lámpara de
arco eléctrico incandescente con un filamento de carbón y en 1854 un relojero
alemán colocó el circuito dentro de una ampolla de vidrio. Henry Woodward y
Evans Matthew en 1875 patentaron la primera bombilla, pero al no tener
éxito comercial, cedieron los derechos en 1879 a Thomas Alva Edison, quien hizo
que el filamento de carbón ardiera durante 40 horas dentro de una bombilla sin
oxígeno. En 1880 Edison hizo que el foco durara hasta 1200 horas. El
resto es historia.
Lo malo de estas bombillas es que son poco
eficientes y con su sustitución se ahorraría hasta un 20% de energía. «Las
bombillas incandescentes no contaminan más o gastan más energía sino que son
menos eficientes ya que necesitan más cantidad de electricidad para crear luz»,
explica Xavier Perpinyà, coordinador español del proyecto «Consumerising
solid-state lighting
«En una bombilla de 60 vatios los electrones van
pasando por los filamentos, empieza un proceso de termoiónica y por esto vemos
luz. En este proceso se consume mucha energía y por ejemplo, una
bombilla de 60v tiene el mismo rendimiento de una bombilla fluorescente de
10v», señala el investigador.
Presente,
bajo consumo
Actualmente la Unión Europea recomienda (y
permite) utilizar bombillas incandescentes mejoradas, que tienen la forma y
el casquillo de las tradicionales pero dentro, el filamento está recubierto
por una cápsula halógena o de xenón y consumen menos energía.
La siguiente opción para ahorrar son las bombillas
fluorescentes compactas. En 1900 Peter Cooper Hewitt patentó la lámpara de
vapor de mercurio y casi 40 años después la General Electric y la Westinghouse presentaron
lámparas blancas y de descargas de baja presión de mercurio revestidas con
fósforo. Crearon la lámpara fluorescente que emplea fotoluminiscencia
excitada por emisión UV de mercurio y es mucho más eficiente que la lámpara
incandescente, señala Michael S. Shur en su trabajo «Solid-State Lighting:
Toward Superior Illumination».
Según la UE, lo mejor son las bombillas
fluorescentes compactas, que vienen en diferentes tamaños y necesitan entre
el 65% y el 80% menos de energía que las tradicionales. Pero tienen cosas en
contra. «En las fluorescentes la corriente de luz no es continua y se producen
destellos, ya que no hay una corrección de la corriente. Estos destellos
o flashes cansan la vista», explica Perpinyà. Un hogar con bombillas eficientes
ahorraría hasta un 15% del precio en el recibo de la luz, que se traduce en
25 a 50 euros anuales. Se espera que para 2020 se dejarán de emitir hasta
15 millones de toneladas de CO2 al año.
LED: MAS EFICACIA A MAYOR PRECIO
Las
bombillas LED (Light Emitting Diode) tienen un diodo semiconductor que emite
luz. «Es un componente sólido que solo con el hecho de que pase corriente a
través de ese material produce luz. Se regula con un elemento llamado Driver»,
señala Perpinyà. Para los expertos y la Unión Europea, estas bombillas son el
futuro próximo, ya que producen más lúmenes ( flujo luminoso) por vatio que las
demás y por esto son más eficientes. Permiten controlar la intensidad de la luz
y pueden reproducir un haz de un color específico con filtros adicionales. Se
encienden rápidamente, a diferencia de las bombillas fluorescentes, y tienen
una duración de 25.000 horas, frente a las 1.200 de la bombilla incandescente o
las 10.000 de las compactas.
Tampoco
tienen mercurio, y por tanto son menos contaminantes. Su principal
inconveniente es el precio. Una bombilla de 25v a 60 v de última generación
cuesta entre 15 y 70 euros.
Fuente: Andrea Fernández, ABC, Madrid
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