Aclaración
sobre dos de las curiosidades
mencionadas ayer de la imagen de
Nuestra Señora de la Caridad del Cobre
Rogelio Zelada envía desde Miami estas importantes
aclaraciones:
En las notas curiosas sobre la Virgen de la
Caridad se cita a Figueroa con el dato de que la cabeza de la Virgen es de
pasta de maíz. Resulta que cuando se restauró la imagen, al quitarle todas las
capas de pintura y de cera que la habían recubierto por siglos, se encontró que
la imagen era de barro, que al quebrarse durante el robo del 98 perdió el
volumen de su cuerpo.
La técnica con que fue hecha era típica de su
época y se hacían estas imágenes en España y en Brasil, donde unos monjes
paulistas tenían un taller.
La diferencia estaba en que las españolas,
también hechas de barro cocido, estaban recubiertas de una capa final de polvo
de arroz mezclado con cola de conejo, lo que les daba una apariencia fina y
pulida. Las de Sao Paulo eran idénticas con la diferencia de que el polvo era
de maíz.
Hasta el momento no podemos saber de qué material
era la cubierta del rostro de la Virgen de la Caridad, pues Mons. Meurice no
dio permiso para hacer esta investigación. Así que creo que el detalle del
autor de la nota habría que averiguar su procedencia, pues los que trabajaron en la restauración que se hizo entonces -me contó uno de ellos- que se habían quedado con
las ganas de saber la procedencia de la imagen, si era carioca o gallega.
Actualmente el rostro de la imagen tiene un torso
de madera de roble y unas extensiones de acero que la fijan a la base de plata.
La acaban de restaurar, con mucho mejor tino, para la visita del Papa
Benedicto.
La profanaron dos marineros americanos de los que
desembarcaron en la guerra hispanoamericana, con el propósito de robar los
exvotos riquísimos que vestía la imagen. Es un milagro que el rostro no lo
hubieran destruido al quitarle el gran brillante que tenía incrustado en la
frente.
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