27 de diciembre de 2012

JASHINTA SALDHANA SUFRÍA TRASTORNOS PSICOLÓGICOS



Jashinta Saldhana, la enfermera 
que recibió la llamada de los bromistas
al hospital que atendía a Kate Middleton,
sufría trastornos psicológicos

Su muerte conmocionó a Reino Unido. Después de conocerse que la enfermera que atendió a Kate Middleton durante su ingreso en el hospital Edward VII se quitó la vida tras ser víctima de una broma telefónica, los dedos acusadores comenzaron a posarse sobre diferentes personas. Pero, una vez pasados los días de mayor impacto mediático, las aguas vuelven a su cauce y poco a poco se van conociendo más detalles de lo ocurrido, a pesar de que el marido de Saldanha se ha mantenido en silencio. 

Quien sí ha hablado es el hermano de la enfermera, Naveen, que ha reconocido a la prensa india que Jacintha sufría una depresión desde hacía por lo menos un año y que ya habían existido dos tentantivas de suicidio.

Nueve meses de tratamiento

El primer susto ocurrió en 2011, cuando viajó en diciembre junto a su marido, Benedict Barboza, y sus dos hijos, Junal y Lisha, a la India para asistir a una boda. Pocos días después de la celebración, la enfermera ingirió una sobredosis de fármacos. Decidieron internarla en un centro privado por «autolesionarse» y con la intención de que se recuperara. 

El ocho de enero, apenas nueve días después del primer suceso, tuvo que ser de nuevo ingresada de urgencia, esta vez en el hospital Father Muller Medical College, precisamente el centro donde ella se formó como enfermera, a consecuencia de «varias heridas en la cabeza». ¿El motivo? Una vez más, y víctima de una fuerte depresión, Jacintha se tiró desde una ventana. «Yo no supe lo del primer accidente, pero sí viví el segundo incidente», admitía su hermano al periódico indio. 

Tras el segundo ingreso, permaneció varios días en cuidados intensivos para pasar posteriormente a planta y de allí acudió a un centro psiquiátrico donde le recetaron un tratamiento de nueve meses contra la depresión. Tres días después recibió el alta y regresó a Londres, donde continuó con sus labores sanitarias hasta que llegó la tragedia. 

La información aportada por Naveen contrasta con la aportada por el esposo de la enfermera, que negó que ésta sufriese algún tipo de trastorno.

Fuente:
Andrea Lorenzo, La Razón, Madrid.

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