--¡Bendita tú eres entre todas las
mujeres
y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite
la madre de mi Señor?
En cuanto tu saludo llegó a mis
oídos,
la criatura saltó de alegría en mi vientre.
¡Dichosa tú que has creído!,
porque lo que te ha dicho el Señor se
cumplirá.
Lucas, 1, 39-45
Danos tu fe, María,
para que Dios nazca
en nosotros
y sea nuestro
corazón
una cálida cuna
donde Jesús
encuentre cobijo y consuelo.
Para que podamos también hambrear
el manjar de Amor que se sirve en Belén.
el manjar de Amor que se sirve en Belén.
Para que no
vacilemos ni en el amor ni en la fe.
Para que el Niño
que
quiere salir de tus entrañas
encuentre aquí y ahora
encuentre aquí y ahora
hermanos que le
amen, le ayuden y le sigan
Danos tu fe, María.
Sólo así podremos
vivir, celebrar,
cantar y festejar el
encanto de la Navidad.
Sólo así, en este
Año Santo de la Fe,
podremos conocer,
sentir, vivir,
amar, testimoniar y
celebrar
al DIOS que viene
pequeño por Navidad.
Javier Leoz, betania.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario