13 de junio de 2012

LA FONTANA DI TREVI



La Fontana di Trevi


Ana Dolores García


Las noticias han hecho saltar la alarma: de la fachada de la Fontana di Trevi, -el mas popular y visitado  de los monumentos de Roma- se han desprendido algunas piedras ornamentales.  Y aunque todos suponemos que para llegar al estado ruinoso del Coliseo le haga falta quizás algún milenio, habrá que reconocer que estos tiempos de crisis son bastante inoportunos para conseguir sufragar una buena restauración.  Hace apenas catorce años se trabajó en ella puliéndosele las piedras y colocándole nuevas bombas de extracción de agua, pero el mal que la aqueja ahora parece ser mayor: sus pulidas piedras  se resienten al paso y erosión de los siglos


Que son ya mas de dos. La fuente que visitan hoy todos los turistas comenzó a construirse  en el año 1732 y fue concluida treinta años más tarde.  


Su leyenda, sin embargo, se remonta mucho más atrás, a los tiempos del emperador Augusto. Esta leyenda cuenta que una misteriosa doncella había indicado al general Agripa sobre la existencia de un manantial en las afueras de Roma. Agripa ordenó la construcción de un acueducto y en honor a la doncella le dio el nombre de Aqua Virgo.  Era el año 19 antes de Cristo. El agua de este acueducto, el mas corto de Roma, llegaba hasta los baños de Agripa y estuvo en funcionamiento durante mas de cuatrocientos años.


Los invasores godos durante el Medioevo destruyeron los acueductos de Roma y los romanos se vieron obligados a contentarse con las  aguas del Tiber o de pozos igualmente contaminados. Ya durante el Renacimiento,  en 1493,  el papa Nicolás V  decidió que se reparara   el acueducto Aqua Virgo y se construyera una sencilla fuente junto a él, según la antigua costumbre romana.


Siete décadas después (1629) otro papa,  Ubano VIII,  encomendó al genial escultor Bernini el diseño, para el mismo lugar, de una fuente que fuera más digna de la eterna Roma por su monumentalidad y belleza.  La obra de Bernini no se llevó a cabo por el fallecimiento del Papa, y años más tarde cuando volvió a hablarse del proyecto, el de Bernini fue sustituido por el de Nicola Salvi, igualmente asombroso, en el que no se ocultan detalles de lo ideado por Bernini. De Bernini quedó también la idea de situar la fuente al otro extremo de la plaza.


La caída de las aguas y la impresionante fachada van parejas en espectacularidad. Esta última, muestra admirable de un barroco tardío, descuella en medio de una pequeña plazoleta a la que se llega a través de calles tortuosas. En su centro, la figura de un colosal Neptuno, rey de las aguas, obra de Pietro Bracci, al que flanquean en nichos laterales  las esculturas de la Abundancia y la Salubridad  realizadas por Filipo della Valle. Tritones y caballos completan la hermosa fachada.


En tiempos remotos existía la costumbre que las gentes dejaran una moneda de agradecimiento junto a alguna fuente en la que pudieran calmar la sed en  los largos caminos por los que transitaban, pero en 1954 el director cinematográfico Jean Negulesco realizó el film “Tres monedas en la fuente”, desarrollado en Roma, en el cual, según su título, tres protagonistas tiraron sendas monedas a la fuente de Trevi  y cada uno pidió un deseo. 


A partir de este filme se fue creando la tradición  de tirar una moneda a la fuente para volver a Roma. Es mas, también se dice  -¿y se cree?- que si se tiran dos, se podrá vivir un romance con algún romano o romana, y  si tres podrá ocurrir un matrimonio o un divorcio… 


El caso es que desde entonces  ya no es solamente en la fuente de Trevi donde se arrojan monedas, sino en cualquier fuente de cualquier ciudad del mundo. Se dice que el promedio que se recoge diariamente en la fuente de Trevi es de 3000 que sirven para sostener el comedor popular Emporio Caritas.


Otros filmes también han contribuido a la popularidad de esta bella fuente:  “Roman Holliday” (1953) con Audrey Hepburn; “Arrivederci Roma” (1957), con Mario Lanza;  una famosa “Dolce Vita”, de Federico Fellini, con Marcello Mastroianni y Anita Ekberg, en la que ambos entran en la fuente; “Tototruffa” (1961) comedia en la que Totò intenta vender la fuente a unos ingenuos turistas y, finalmente hasta ahora, “Elsa y Fred” (2005) deliciosa y emotiva comedia hispano-argentina en la que Elsa también se zambulle en la fuente para satisfacer un saboreado deseo de imitar a la Ekberg.  


Video clip de “la Dolce Vita” con Mastroianni, la Ekberg y la Fuente de Trevi:

http://www.youtube.com/watch?v=GKN1T3K1idg

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