Destierros
(Anónimo)
Te fuiste de tu patria y hoy te sientes muy triste,
y sin culpa, culpable, tal vez porque te fuiste.
Quizás te queme el alma como un candente hierro
la locura explicable de un absurdo destierro,
tu patria y sus bellezas constantemente añoras
y un regreso sin fecha te obsede a todas horas.
Con su cielo y sus palmas tal vez despierto sueñas
y hasta extrañas grandezas te parecen pequeñas,
pues las cosas tan grandes, tan grandes no han de
ser
como aquellas pequeñas que nos vieron nacer.
Pero tal vez olvides –amnesia de distancia-
que las flores no tienen ya su misma fragancia,
que el sol que en la mañana alegre sonreía,
parece temeroso de comenzar el día.
Conserva desde lejos tu visión del pasado
muy distinta a un presente totalmente cambiado.
Sin caridad cristiana, sin fe, sin esperanzas,
sin libertad ni amigos, sin amor, sin confianza,
sigue hinchando tus velas de tu destierro en pos,
sin anclar en un puerto donde se ofenda a Dios.
No te apene alejarte de tus rincones viejos
pues si estuvieras cerca te sentirías más lejos.
No sabes bien la pena terrible que se siente
cuando sin ausentarse, uno parece ausente,
pues vivir en la infamia, el odio y el recelo
es vivir desterrado dentro del propio suelo.
Poema anónimo llegado desde Cienfuegos, Cuba, en 1961.
Colocado en Facebook por Sylvia Sariol-Cabañas.
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