Tiramisú
El tiramisú es un postre moderno, es decir, no tradicional. Tiene su origen en la parte Este del Norte de Italia, en la región del Veneto (cuya capital es Venecia) a mediados del siglo pasado.
Algunas fuentes concretan en los burdeles de la región la localización exacta de su creación. Arturo Filippini, presidente la cadena de restaurantes Toulá, ha admitido: «Había sido efectivamente después de la guerra, [ II Guerra Mundial ] cuando nos íbamos con amigos a los burdeles de Treviso.... que en esos tiempos tenían también cocinero...
...La maitresse, a los clientes aficionados (pero también a las mujeres) les ofrecía un dulce diciendo con cortesía estas palabras emblemáticas: "Anda, toma, cariño, que te doy una cosa que te tira su... "»
La expresión "te tira su", en lengua veneta y en la italiana (ti tira su), podría ser el equivalente en español del "tentempié", pero no tanto a la manera de un aperitivo, pues el tiramisú como dulce es mucho más fortalecedor y de inmediato efecto gracias a la cantidad de glúcidos que incorpora.
En principio no llevaba ni queso Mascarpone, ni nata u otras grasas similares, porque todos esos lípidos no hacen más que tener un peso en el estómago y ralentizar la digestión, con el resultado de obtener el efecto contrario, es decir, crear cansancio y somnolencia.
En 1968 el tiramisú artesanal de Alfredo Beltrame, (maestro de hostelería veneta y fundador de una cadena de restaurantes con sede en la ciudad de Treviso en el Veneto) llegó oficialmente a la cadena de restaurantes Toulá. Así fue sacado de la intimidad de los prostíbulos y presentado al exterior para conseguir un gran éxito popular.
Entre los años setenta, ochenta y noventa, la receta utilizada en el restaurante Toulá de Milan empeaba cinco ingredientes: huevos y azúcar batidos, bizcochos Savoiard mojados en café espresso y cacao en polvo.
En resumen, el tiramisú actual es un postre frío que se monta en capas. No existe una receta única, sino variantes a partir de sus ingredientes básicos. El queso que se suele utilizar en su confección es el Mascarpone, por su dulzor y consistencia natosa. No obstante, cualquier queso fresco y sin sabor marcado que, una vez batido pueda convertirse en una crema, es igualmente indicado.
Y al café se le puede añadir algún tipo de licor para aromatizarlo y reforzar su sabor.
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