Letanía para nuestros días
Señor, escúchame…
En la iglesia… líbrame del celular
En el “mall”… líbrame del celular
En el mercado… líbrame del celular
En el auto… líbrame del celular
En la calle… líbrame del celular
En el teatro… líbrame del celular
En el baño… líbrame del celular
En la peluquería… líbrame del celular
En el médico… líbrame del celular
Señor, haz que yo no tenga que escuchar conversaciones que no me interesan, que pueda ver plácidamente la película que quiero, que pueda comprar con tranquilidad, que pueda rezar sin distracciones… porque si no me escuchas ahora… voy a tener que llamarte por el celular. Amén.
Anónimo
Es pedirle un imposible al Sr, porque para que nos libre de escuchar un celular tendría que dejarnos sordos o traernos la muerte express.Eso no es lo que queremos verdad?.
ResponderEliminarPorque hoy en día hasta las diferencias caseras,que antes se dirimían en casa, usted las escucha a gritos muchas veces y con palabras bien duras en los pasillos del supermercado. Remedio: oírlas, pero darnos el beneficio de no escucharlas.
Gladys Gutierrez