28 de agosto de 2010


La monarquía y el capitalismo de estado.

-Lic. Amelia M. Doval

-La política cubana está sustentada sobre bases propagandísticas que hacen imaginar una sociedad perfectamente estructurada con finalidades humanas.

La realidad desemboca en otras vertientes. Desmantelar el andamiaje “patriótico” creador de un compromiso de silencio y sumisión en el pueblo es una tarea difícil pero necesaria.

La antigua URSS sostuvo su economía desde Stalin hasta el 1991 en un ”capitalismo de estado”, el mismo sistema utilizado en una Cuba que se adapta y acomoda a los nuevos tiempos con muchas más ganancias a favor de un supuesto “estado”, conformado únicamente por una “monarquía socialista”, que consolida el poder de mando a través de la estructura militar.

Con la implantación de este sistema financiero se suprime la posibilidad de una libre competencia al borrar cualquier intento de libre empresa. Un gobierno administrado a través de una sociedad anónima generadora de ganancias que jamás serán utilizadas en beneficio del pueblo que las provoca.

Los únicos autorizados a recibir los dividendos productivos son los dueños absolutos del país que sostienen tres economías trabajando al unísono en función de un objetivo único: sostenerse en el poder como sistema político y perpetuarse en el país como familia portadora de un apellido hereditario.

En Cuba existe una economía puramente externa que establece las negociaciones hacía adentro o hacía afuera con moneda dura y con productos negados al consumo de la población. Una segunda economía que abre espacios internos con una moneda de doble uso, no oficial, llamada cuc, utilizada para proporcionar ganancias en el cambio dentro del país y de limitado uso para algunos sectores de la población. Estas dos variantes generan un rendimiento alto y sin pérdidas considerables por carecer de competencia interna.

La tercera es la menos lucrativa a nivel económico, pero muy rentable en lo político porque permite dominar con carácter absoluto a la masa productora, considerando una ilegalidad el vivir en la opulencia, y frustrando los sueños de alcanzar niveles estables de subsistencia.

Los ejemplos son la base clave para desmentir un discurso de medio siglo. El estado, empresa absoluta y dueña de todo negocio lucrativo ha establecido que en las áreas turísticas se ofrezcan determinados servicios con los siguientes costos:

1. renta de un catamarán velero.....17 cuc la hora.
2. renta de un cayack de una persona....2 cuc la hora.
3. cayack de dos personas .....3 cuc la hora.
4. banano o plátano de 4 personas.....5 cuc por persona y dos vueltas incluídas.
5. renta de sombrilla de playa.....2 cuc el día
6.omnibus dispuesto para el traslado hacía la ciudad (T-3 Parque Central-Playas del Este) ....3 cuc por bañista.

Con este listado queda evidentemente sustentado que las ofertas no son ofrecidas para aquellos cubanos que reciben un salario en moneda nacional (ésta no tiene utilidad alguna) y sí para aquellos que reciben una ayuda externa de familiares que envían remesas o para algunos cubanos que están cumpliendo misiones por las que reciben un mínimo salario. También son incluidos en este rango los que comercian ilícitamente con productos del “estado”.

En Cuba se puede vivir si perteneces a uno de los estatus anteriores o no tienes residencia oficial en la isla y solamente asistes de vacaciones. La bifurcación económica genera descontento y abatimiento moral en una población que desmorona su integridad por no entender ni visualizar un estado superior de vida.

Así funciona por dentro el sistema que tanto divulga una ayuda externa y un socialismo proletario para su pueblo. Éste es el sistema promovido y diseñado por la monarquía de los Castro.

Amelia M. Doval
Miami, Fl
dovalamela@ yahoo.com

Ilustración: Google
_____________________________

No hay comentarios:

Publicar un comentario