HISTORIA,
ESPIRITUALIDAD Y NATURALEZA:
CENTENARIOS COVADONGA 2018.
Asturias celebra en 2018 una triple efeméride única,
centrada en Covadonga y su entorno. Se da la histórica coincidencia de tres
centenarios simultáneos: el de la Coronación de la Virgen de Covadonga, el de
la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga y el decimotercer
centenario de los orígenes del reino de Asturias. Tres Covadongas en una: la
histórica, la espiritual y la natural, en una conjunción extraordinaria que
convierten a Asturias en un destino universal.
Covadonga histórica
Covadonga tiene nombre propio en la
Historia de la Humanidad. Los acontecimientos acaecidos en este lugar en el
siglo VIII le confieren un valor cultural universal: el origen del primer reino
cristiano peninsular, su impronta y esencia han pervivido a lo largo de los
siglos hasta la actualidad, convirtiendo a Covadonga en un sitio de referencia
para visitantes, viajeros y peregrinos de medio mundo.
Según la
tradición, la Virgen ayudó a los cristianos capitaneados por Don Pelayo, provocando un desprendimiento de rocas en la
conocida como batalla de Covadonga, que diezmó el ejército árabe. Esta victoria
es legendariamente considerada como el inicio de la Reconquista y la reinstauración de los reyes cristianos
en la Península.
En el año 722 una
pequeña parte de Asturias era lo único que quedaba en el mapa de la tierra que
un día habían dominado los visigodos. No obstante, en ella habitaba un pequeño
reducto de soldados que, tras derrotar y poner en huida al ejército musulmán,
inició hacia el sur la Reconquista cristiana, aventura
que acabaría ocho siglos después cuando los musulmanes fueran expulsados de
Granada.
Covadonga fue el
pistoletazo de salida del proceso que llevaría al nacimiento, en un futuro, de
los diferentes reinos ibéricos a costa de la expulsión de los musulmanes.
A pesar de la rápida conquista de los
territorios de la península por los musulmanes, los cristianos les guardaban
una desagradable sorpresa pues, en el norte, se empezó a gestar una resistencia
en contra de la invasión.
Aunque estos pequeños grupos de cristianos
todavía no podían plantar cara a los invasores, se decidieron a defender a
ultranza sus territorios, de manera que los musulmanes no tuvieron más remedio
que abandonar la idea de conquistarles. Al
fin, la primera resistencia se
empezaba a gestar en todo el territorio montañoso, aunque sobre todo en el núcleo astur.
De hecho, no pasó mucho tiempo hasta que este pequeño grupo del norte vio subir
al poder a un líder que les llevaría a la
victoria: Don Pelayo.
No obstante, los musulmanes reaccionaron
como cabía esperar: formaron un poderoso ejército y se dirigieron con decisión
hasta el núcleo astur decididos a acabar de una vez con la rebelión. Por su
parte, los cristianos, de manos de Don Pelayo, decidieron plantar cara al
ejército musulmán. El enclave para
resistir los ejércitos arábigos fue Covadonga, un paraje situado cerca de Cangas
de Onís (al este de Asturias).
Concretamente, Don Pelayo protegió este
territorio con los escasos soldados que pudo reunir. Ante el acoso musulmán,
Pelayo y sus hombres, unos 300, se refugiaron en Covadonga, una cueva del monte
Auseba que está al fondo de un estrecho
valle en los Picos de Europa.
En este punto la historia se diluye y varía
dependiendo de si el cronista es cristiano o musulmán. Esto se debe a que los
primeros trataron el suceso como una batalla de dimensiones épicas mientras que
los segundos pasan por alto este suceso y lo consideran de escasa importancia.
Según cronistas cristianos de la época una
fuerza divina se unió a Don Pelayo, dándole la victoria frente a los
188.000 soldados del ejército musulmán. “Al punto se mostraron
las magnificencias del Señor: las piedras que salían de los fundíbulos
(catapultas) y llegaban a la casa de la Virgen Santa María, que estaba dentro
de la cueva, se volvían contra los que las disparaban y mataban a los musulmanes…
Por el contrario, las escrituras musulmanas guardan una visión mucho menos
heroica.
¿Qué
sucedió en realidad? Hay una versión más
realista y posible dentro del texto: los musulmanes se vieron obligados a penetrar por un angosto valle para plantar
cara a los astures. La estrechez del terreno no les
permitía desplegarse por lo que tenían que avanzar en fila. A los seguidores de
Pelayo, situados en las laderas, les fue relativamente fácil hacerlos
retroceder por un procedimiento tan simple como el de arrancar peñas y
lanzarlas ladera abajo.
Fuera como fuese,
lo cierto es que la victoria en la Batalla de Covadonga (718) supuso el inicio de la Reconquista cristiana, la cual duraría nada menos que ocho siglos. Y ya saben lo que reza
el dicho: «Asturias es España y, lo demás, tierra conquistada».
Covadonga espiritual
La histórica gesta
de Pelayo en Covadonga propicia una devoción mariana, hace de este sitio un
referente espiritual universal y un icono cultural vinculado a la religiosidad
popular. Incluso ecos legendarios atribuyen a Covadonga un culto telúrico y
natural inmemorial. Covadonga es por tanto un icono inmaterial y un sentimiento
de profundo arraigo que ha conservado intacta su esencia hasta hoy.
Conocida
popularmente como La Santina, es una imagen de la Virgen María que
se encuentra en una cueva rocosa en las montañas
de la Cordillera Cantábrica. La cueva es un importante centro de peregrinación
mariana.
La
imagen primitiva se perdió en un incendio. La actual talla data del siglo XVI. Es
una talla policromada cubierta de vestiduras y manto, aunque fue concebida para
mostrarse sin el ropaje y el manto está pintado sobre la madera en un color
azul verdoso adornado con flores rojas. La capa es de color rojizo con los
bordes dorados. La imagen sostiene una imagen del Niño Jesús en su mano
izquierda y en la derecha sujeta una rosa de oro.
El
8 de septiembre de 1918 fueron coronadas canónicamente las imágenes de la
Virgen de Covadonga y del Niño Jesús que porta en brazos.
El
entonces Obispo de Oviedo, Mons. Javier Baztán y Urniza, había solicitado del
Papa Benedicto XV esta gracia, así como la concesión de un Jubileo
extraordinario, extensivo a los meses comprendidos entre marzo y octubre de ese
año, en el que se conmemoraban, además, los 1200 años de la batalla de Covadonga. Por todo ello, el 8 de septiembre de 2017 se declaró abierto el año
Jubilar Mariano de Covadonga, con el que conmemora aquella efeméride.
La Santa
Sede ha concedido la gracia de la Indulgencia Plenaria a cuantos peregrinen a Covadonga
y cumplan los requisitos establecidos por ella para alcanzar el perdón y el don
de una vida nueva en Cristo. Este Año Jubilar será clausurado el 8 de septiembre
de 2018. El papa San Juan Pablo II
visitó el santuario y ofició Misa en la cueva de Covadonga.
En 1939,
poco antes de finalizar la guerra civil, la imagen de la Santina fue
robada de su cueva y llevada a Paría, aunque no fue objeto de
profanación alguna. Terminada la Guerra, se hizo cargo de la Embajada española
en París el doctor Pedro Abadal, quien trasladó la imagen en su coche cerrado
desde la embajada de España en París, donde fue encontrada, hasta la frontera
con España.
El 11 de
junio de 1939 entraba triunfalmente en España la imagen de la Santina. Dos
días después llegaba a Asturias entrando por Pajares.
Pasó entonces
nueve días en la Catedral de Oviedo, hasta que por fin llegó a Covadonga.
Covadonga natural
Covadonga tiene un
entorno paisajístico único. La diversidad y belleza de esta naturaleza y el
afán por preservarla son la razón de aquella declaración del Parque Nacional de
la Montaña de Covadonga en 1918, por el Rey Alfonso XIII, que sería el embrión
del actual Parque Nacional de los Picos de Europa. La figura creada en aquel
momento combina el amor por la naturaleza, con un espíritu innovador y pionero.
El Parque Nacional Picos de Europa es una de las mejores
reservas mundiales de los ecosistemas ligadas al bosque atlántico e incluye la
mayor formación caliza de la Europa Atlántica. Es el primer espacio protegido del país. El 9 de julio de 2003 la Unesco aprobó
la propuesta que lo convierte en Reserva de la Biosfera.
En la actualidad el Parque Nacional de los
Picos de Europa constituye con 1.913.858 visitantes (2015), el tercer parque
nacional mas visitado de España, después del Parque Nacional del Teide
(Tenerife, Canarias) y el Parque Nacional de Guadarrama (Madrid-Castilla y
León).
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