10 de enero de 2016

¿Soy de los tuyos, Señor?

 
¿SOY DE LOS TUYOS, SEÑOR?
Me dicen que fui bautizado,
pero no sé muy bien, Señor,
hasta qué punto soy de los  tuyos,
de tu grupo, de tu familia,  de tus ideas,
de los que defienden, sin  fisuras, tu Palabra,
sin riesgo de ser  descafeinada.
 
Dicen que el Espíritu quema
y me siento un tanto frío.
Me advierten que el  Bautismo
es un punto de salida
y frecuentemente me instalo  en mis intereses.
 
Me recuerdan que ser de los  tuyos,
es optar por tu Palabra, por  tu vida,
por tu mensaje, por tu cruz,
por tus caminos y por tus  contradicciones.
Y, cuántas veces, Señor,
me dejo guiar exclusivamente
por el vocerío del mundo,
amañar por las sensaciones del simple escaparate,
seducir con fuegos  artificiales,
asustar por el sufrimiento
o añorar y buscar atajos
sin que me digan que soy de  los tuyos.
¿SOY  DE LOS TUYOS, SEÑOR?
Ayúdame, Señor,
a convertirme, para estar  cerca de Ti,
a liberarme, para dedicarme  a Ti,
a llenarme de tu Espíritu
para ofrecerme al pregón de  tu Reino.
Que tu Bautismo, Señor,
sea para mí, causa de  crecimiento,
llamada a la sinceridad y a  la valentía,
a la generosidad y al  testimonio,
a la verdad y a la firme  respuesta.
Amén.
Javier Leoz, Betania.es

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