La misteriosa isla de San Borondón
Así lo cantan los Sabandeños:
«Tremenda mentira nos metió el patrón…
Boguemos ligeros, con fuerza y ardor
que allá por los mares la Elvira se hundió
sin dar con la isla de San Borondón.»
La isla de
San Borondón es una leyenda popular de las Islas Canarias sobre
una isla que aparece y desaparece desde hace varios siglos, originada en la
leyenda de san Brandán de Clonfert, “San Borondón”. Este mito se conoce en
Europa como “isla de san Brandán” desde su plasmación por los cartógrafos
medievales. En Canarias la tradición fue adoptada con entusiasmo y adaptada,
hasta en el nombre, a la idiosincrasia nacional
propia.
Debido a sus
características y comportamientos extraños, como el aparecer y desaparecer o
esconderse tras una espesa capa de niebla o nubes, ha sido llamada «la
Inaccesible», «la Non Trubada», «la Encubierta», «la Perdida», «la Encantada» y
algún apelativo más.
El Tratado de
Alcaçovas, suscrito entre España y Portugal en 1479 para repartirse
territorialmente el Atlántico aun por navegar, especificaba claramente que San
Borondón («aún por ganar») pertenecía al Archipiélago Canario.
En las Islas
Canarias aun persiste la leyenda. Según los “testigos” que dicen haber visto la
isla, normalmente la sitúan en el extremo occidental del archipiélago, entre
las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro. Hay relatos desde hace siglos que narran la
aparición de dicha isla, de la visión por muchos testigos y de su posterior
desaparición, mientras otras personas atribuyen la extraña aparición a alguna
acumulación de nubes en el horizonte o a un fenómeno de espejismo.
La leyenda de
la isla de San Borondón llegó a adquirir tal fuerza en Canarias que durante los
siglos XVI, XVII y XVIII se organizaron expediciones de exploración para
descubrirla y conquistarla.
El origen de la leyenda
Brandán el Navegante (Irlanda circa 484) también llamado Brandano, Barandán o Borondón,
fue uno de los grandes monjes evangelizadores irlandeses de siglo VI. Fue el protagonista
de uno de los relatos de viajes medievales más famosos de la cultura medieval,
relatado en la Navigatio Sancti Brandani, una obra que fue redactada en
torno a los siglos X-XI.
De acuerdo con
la citada obra, Brandán
partió en un barco el 22 de marzo del 516 con otros catorce monjes, para buscar
el Paraíso terrenal. Después
de un largo viaje, recaló en un mar lleno de islas. La identidad de estas islas
y en particular de la mítica isla de san Brandán, ha sido motivo de controversias y se ha afirmado
que posiblemente se tratara de la isla de Terranova, lo que haría de Brandán
quizá el primer europeo en llegar a América. También se las ha identificado con
Islandia y las islas Feroe, e incluso con las Islas Canarias.
La leyenda
cuenta que los monjes celebraron una misa el día de Pascua de Resurrección en
una isla que en realidad resultó ser una ballena. Tras la celebración
decidieron encender una hoguera para calentarse y cuando se sentaron en torno
al fuego se estremecieron al comprobar cómo la isla comenzó a moverse. Se
dirigieron rápidamente a su barco y se alejaron precipitadamente de ella. Se
trataba, en realidad, del pez gigante llamado Jasconius. Así nació la leyenda de la isla errante en las aguas del
océano Atlántico.
Mucho se ha
discutido acerca de la historicidad de este religioso, y aunque fue eliminado
del santoral en tiempos de Pablo VI no cabe duda de que se trató de un abad
irlandés que llevó a cabo tareas de evangelización en las aguas del mar del
Norte.
Editado de Wikipedia.com
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