18 de marzo de 2015

Perdieron Obama y el New York Times

 

Perdieron Obama y el New York Times

Ramón Pérez-Maura
abc.es

Está visto  que la demoscópica es una ciencia muy inexacta. Incluso en un país como Israel, con sólo ocho millones de habitantes. Especialmente cuando se da un uso torticero al dinero. Las izquierdas norteamericana e israelí han financiado generosamente una campaña en la que se ha intentado deslegitimar a la derecha israelí y en la que se ha manipulado sondeos creando la sensación de inevitabilidad sobre una victoria en la que no creían los propios votantes. 

Por supuesto que Netanyahu es un gran animal político, con una infinita habilidad a la hora de hacer campaña electoral, pero ni eso se le ha reconocido en estas semanas. Hemos visto al New York Times anunciando con delectación la caída del primer ministro israelí y encumbrando al opositor Isaac Herzog al que llegaron a calificar de “príncipe” por las conexiones de su familia con la política israelí a lo largo de décadas. ¡Ya se sabe que cuando un candidato de izquierda tiene esas conexiones se le presenta como “bien relacionado”! ahora incluso como “príncipe”. Cuando le ocurre eso mismo a un candidato de derecha se describe la circunstancia como “caso de endogamia”.

Pero, por encima de todos, el gran derrotado ayer fue Barack Obama. Echó un pulso a Benjamín Netanyahu y perdió estrepitosamente. Obama ha permitido a Netanyahu hacer bandera del hecho de que en el Despacho Oval se deseaba su derrota. Y al haber reforzado eso a Netanyahu se demuestra la profundidad del divorcio que ha provocado Obama con el mejor aliado de Occidente en Oriente Medio. 

En circunstancias normales, un gran líder reconocería su error y empezaría a trabajar desde el primer minuto por restablecer los puentes que él dinamitó. Pero ese no es Obama. Ni por salvar la relación con nuestro único aliado fiable en todo Oriente Medio. Obama, el estadista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario