Camagüey:
Inauguran otra “Casa de la Jaba”
Alejandro Rodríguez Rodríguez
Una moderna “Casa de la Jaba” fue inaugurada
en Camagüey, Cuba, posiblemente como acción retardada del programa de obras
públicas por el 500 Aniversario de la ciudad.
Gracias a la celebración de marras ahora los
camagüeyanos(as) podemos sentarnos a degustar un café imaginario en el “Coffea
Arábiga”, o nutrirnos el alma con exquisita cultura en cualquiera de los 3456
cines y teatros que quedaron listos para enfrentar otro medio milenio de
apetencias intelectuales.
La “Casa de la Jaba”— que se nombra
oficialmente “Casa del Lácteo”— existe con la ilusión de expender
lacteoderivados al pueblo, y ostenta una tablilla informativa que rara vez
contiene algo que no sea “Jaba de Nylon —1.00 MN” y “Gracias por su visita”.
De buena tinta supimos que la unidad fue
multada días atrás por no indicar el precio correspondiente a “Gracias por su
visita”. ¡Ese el combate que hace falta contra las gratuidades indebidas!
Al menos un par de veces desde su entrada en
funcionamiento la tienda ha vendido quesos de cabra y de búfala, y con mayor
frecuencia yogurt natural, queso crema y leche semi-condensada. Entonces las
concentraciones populares hacen la calle casi intransitable, pues el local queda,
además, justo frente a la Notaría.
La Notaría es un lugar donde el Estado le
cambia al pueblo papeles escritos en jerigonza jurídica por papeles más
pequeños, llamados “sellos”, los cuales el pueblo debe haber cambiado antes por
dinero en alguna de las oficinas de Correos. El dinero también es de papel.
Cuando el curso natural de la Historia merme
el entusiasmo ciudadano, por ejemplo, con el desfile por el Primero de Mayo, se
anunciará la venta de quesos de cabra y búfala en los contornos de la Plaza de
la Revolución.
De vuelta a la tienda, uno entra, mira la
tablilla de ofertas sin ofertas, mira el rostro aburrido de la empleada que
espanta moscas con un pedazo de cartón, y luego no puede sino evocar un chiste
clásico soviético:
o
Buenos días, compañera… ¿Hay
pan?
o
Buenos días, compañero; NO…
pero donde NO HAY pan es ahí frente, aquí es donde NO HAY leche.
La “Casa de la Jaba” de Camagüey no es la
primera de su tipo en la ciudad. Hay otras que constan en la psique colectiva
como Pescadería, Carnicería, Mercado Agropecuario, etc.
Tampoco es exclusiva del territorio. Cada
asentamiento urbano del país tiene la suya propia, con más impacto en la
comunidad mientras más alejada esté de la capital.
Juro por mi madre que he visto a un varón de
1.90 m, en perfecto estado de salud, regresar llorando de una cafetería estatal
en Santiago de Cuba porque “¡Compadre,… yo no puedo comer condones…!”.
Y este puede ser un gran reto a la
biotecnología nacional: el desarrollo y fabricación de implantes para el
estómago, que nos permita alimentarnos con jabas de nylon y preservativos
asiáticos.
Otra variante puede ser comer cigarros, pero
el cigarro escasea más que el plástico.
*****Nota: Justo al cierre de esta nota supimos
que la Casa de la Jaba mostraba una diversificación discreta de sus ofertas,
debido al estado de opinión tan negativo que generaba el lugar. No obstante
consideramos oportuna su publicación como referencia general a las cafeterías
sin café y a los noticieros sin noticias.
De su blog: alejo3399
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