7 de marzo de 2015

50 años de Celebración Eucarística en lengua vernácula

 
Cincuenta años de los cambios en el Misal Romano
aprobados por el Concilio Vaticano II

Se cumplen 50 años este 7 de marzo de la celebración de la primera Misa en lengua vernácula, es decir, la propia de cada país. En la homilía de esa primera Misa celebrada en italiano en la historia (1965), el Papa Pablo VI dijo: «se inaugura hoy la nueva forma de la Liturgia en todas las parroquias e iglesias del mundo, para todas las Misas en las que participa el pueblo. Es un gran acontecimiento que se recordará como principio de abundante vida espiritual, como un compromiso nuevo para corresponder al gran diálogo entre Dios y el hombre».

Una de las reformas del Concilio Vaticano II (1962-1965) convocado por el Papa san Juan XIII bajo la consigna del “aggiornamento”, (puesta al día), fue la celebración de la Misa en los idiomas locales, tal como se realiza en la actualidad.

El P. Gianni Todescato fue convocado a colaborar con el Papa Pablo VI en la redacción de un nuevo Misal, y asegura que el tema del lenguaje «claramente cambió la óptica de cómo se veía la Misa. Cuando era en latín, el 99 por ciento de la gente no entendía nada». «Un sacerdote –de espalda a los fieles- pronunciaba las palabras y poquísima gente, solo el público cultísimo, podía seguirlas. De modo que el cambio a la lengua viva, el italiano, cambió la ambientación de la Misa y permitió entender los textos sagrados y seguirla».

Asimismo, la Plegaria Eucarística –también conocida como Canon–fue otro cambio fundamental para los fieles. «Antes era en latín, y pronunciado en voz baja y la gente no sabía lo que se decía. En cambio ahora se dice en voz alta y ha cambiado el rostro de la Eucaristía», subrayó el P. Todescato.

Otras novedades del nuevo misal fueron la posibilidad de recibir la hostia  consagrada con la mano para luego llevarla a la boca, o la inclusión del don de la paz. «El gesto de la paz dio un pequeño toque de gracia. Todos juntos. Se hacía algo más partícipe, con más sentido», afirma. Para el P. Todescato, los nuevos elementos de la liturgia fueron bien recibidos por los fieles.

 Estos cambios fueron consecuencia de una reflexión teológica dentro de la Tradición eclesial, aunque han llegado a ser motivo de cisma como el de los lefebvristas.

El Papa Benedicto XVI publicó en 2007 el Motu Proprio “Summorum Pontificum  recordando que el misal de San Pío V, en latín, nunca fue abolido jurídicamente y, por consiguiente, la celebración de la Eucaristía de esta forma siempre ha estado permitida. En efecto, la Misa en latín no desapareció con el Concilio Vaticano II, y por ejemplo, en la iglesia de la Santísima Trinidad de los Peregrinos de Roma se sigue celebrando en esta lengua. Una tradición que además constituye un fuerte patrimonio cultural.

Para recordar la primera Misa celebrada en italiano, el Papa Francisco preside este sábado la Eucaristía en el mismo templo elegido por Pablo VI hace 50 años, el de la parroquia Todos los Santos, en Roma.

Editado de aciprensa.

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