20 de mayo de 2014

Un 20 de Mayo especial


Un 20 de Mayo especial


Elsa Marrero de Rodríguez  
Para cualquiera que haya nacido en Cuba, el 20 de Mayo siempre ha sido una fecha especial. Desde pequeños nos enseñaron que ese día tenía un gran significado para la patria, porque en 1902 se había inaugurado la República de Cuba, de un país libre e independiente.

A pesar de que las cosas han cambiado diametralmente en nuestro país, ese día sigue siendo muy importante para nuestra historia. También puede ser muy emotivo, como lo ha sido hoy para mí.

Tuve el privilegio de recibir una Mención de honor en el XII Concurso de Poesías de las Escuelas Lincoln-Martí, y aparte de la emoción de recibir un diploma, también he sendido algo muy bonito viendo a los niñitos de las diferentes escuelas actuando y cantando para todos.

Hoy he visto a esas criaturas como si alguno o todos ellos fueran mis nietos, y cuánto placer proporciona saber que estos muchachitos siguen y seguirán amando nuestra patria, porque así lo están aprendiendo desde su tierna infancia.

Este 20 de Mayo es memorable para mí, pero lo más bonito de todo fue revivir la emoción de la época infantil en la que también participábamos con nuestra escuela festejando el día en que nació la República de Cuba. 

Algún día podremos festejar allí en nuestra isla, esta fecha tan entrañable. Amén.
Elsa Marrero de Rodríguez

La República vilipendiada




La República vilipendiada


Por José Antonio Fornaris



LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -El 20 de mayo de 1902, a las doce del día, la bandera estadounidense que por cuatro años había ondeado en los establecimientos oficiales en Cuba, fue bajada, e izada la de una sola estrella, la que levantó por vez primera Narciso López en la ciudad de Cárdenas y que los próceres decidieron, en una asamblea realizada en un poblado llamado Guáimaro, que era la cubana.



Había nacido la República de Cuba. Tomás Estrada Palma, electo democráticamente a través de las urnas, tomó posesión como el primer Presidente de la isla. El general en jefe del Ejército Libertador, Máximo Gómez, abrazó a otro mayor general, José Miguel Gómez (no eran parientes), y dijo: «Creo que hemos llegado».



Cronistas de la época afirman que en Cuba, y principalmente en La Habana, casi nadie durmió la noche antes, y que el júbilo era desbordante. Fue la apoteosis convertida en felicidad nacional.



Pero aproximadamente unos 60 años después de aquel gran acontecimiento histórico, el gobierno marxista de Cuba comenzó a decir que aquello había sido el surgimiento de una “falsa República, una República mediatizada, una neo colonia yanqui”.



Ese régimen que implantó una ideología extranjera en el país, descalificó y comenzó a difamar, y prosigue hasta el momento, lo que aceptó con amor la inmensa mayoría del pueblo cubano. Y tildó, en la práctica ha sido así, poco menos que de estúpidos e insensatos a todos los luchadores por la independencia, muchos de ellos hombres intelectuales brillantes, que llegaron vivos a ese 20 de mayo.



El irrespeto ha sido enorme, pero también ha sido un error mayúsculo, porque en la actualidad somos posiblemente la única República en el mundo que oficialmente no reconoce el día de su fundación o de su independencia. Eso ha contribuido, sin lugar a dudas, a la disminución del orgullo nacional, lo que a la vez ha menoscabado el propio orgullo personal de los ciudadanos. Y no es un secreto que la gente sin orgullo natural ni se respeta ni respeta a los otros seres humanos.



Pero además, una neo colonia y una falsa república, no es una república. Entonces, ¿cómo pueden los gobernantes comunistas hablar de la República de Cuba y decir que son sus representantes si no existe la República?



Hace pocos años, después de decenios inactiva, resurgió la Academia Cubana de la Historia. Algunos de los académicos que la integran, tras su “resucitación”, (cito de memoria) hablaron de que la institución deseaba contribuir a esclarecer y situar en su justo lugar los acontecimientos históricos de Cuba.



Casi de inmediato, doce ciudadanos enviamos una carta a su presidente, el doctor Eduardo Torres Cuevas, solicitando que los ilustres académicos pusieran en marcha sus buenos oficios, “para que el 20 de mayo, día del advenimiento de la República, sea restablecido con todo el reconocimiento y los honores que la fechas representa para los cubanos y para la historia de nuestra nación”. Ni siquiera se ha recibido acuse de recibo.



A 112 años de la constitución de la República, los cubanos tenemos que rescatar por nuestra propia cuenta la importante efeméride y contrarrestar el perenne vilipendio a la que la someten los medios y voceros del régimen comunista. Quizás la forma más directa y efectiva sea colocando una bandera cubana en el portal o en una ventana exterior de nuestras viviendas y hablándole a nuestros hijos y nietos del 20 de mayo de 1902. Eso, aunque parezca un esfuerzo intrascendente, vale la pena.

Alimentos que no hay que guardar en la nevera




Alimentos que no hay que guardar en la nevera

(Por raro que nos parezca)

Aunque pueda parecer extraño, hay algunos alimentos que no deberíamos guardar en la nevera ya que el frío puede causar alteraciones en su sabor, en sus propiedades o, incluso, hacer que se pongan malos más rápidamente. Descubrimos algunos de esos alimentos que es preferible dejar fuera de la nevera



Las cebollas

La humedad de la nevera hace que las cebollas se reblandezcan y se pongan mohosas rápidamente, además empiezan a germinar pequeños brotes. Para evitar que se pudran tan pronto hay que guardarlas en un lugar fresco y seco... ¡y separadas de las patatas! Si se guardan juntas se pudrirán antes porque al almacenarlas juntas emiten un gas que provoca que ambas se echen a perder. Las cebolletas y los cebollinos, gracias a su alto contenido en agua, sí se pueden meter en la nevera.



Los ajos

Al meter los ajos en la nevera, empezarán a brotar pequeños tallos y se pondrán correosos y mohosos. Para evitar esto y conseguir que los ajos se mantengan frescos, lo más recomendable es guardarlos en una bolsa de tela en un lugar fresco y seco.



Las frutas tropicales

Las bajas temperaturas anulan las enzimas que permiten madurar a las frutas tropicales como la piña, el plátano o la papaya, a las que el frío hace que su pulpa se vuelva pastosa o su piel se ponga negra. Estas frutas están acostumbradas a temperaturas más altas por lo que no es conveniente almacenarlas a temperaturas por debajo de los 10º



El chocolate

Uno de los alimentos que más duda nos puede generar sobre la idoneidad de meterlo o no en la nevera es el chocolate... por aquello de que se pueda derretir. Sin embargo los expertos lo tienen muy claro, el chocolate no hay que meterlo en la nevera salvo que contenga un relleno lácteo o haga mucho calor. El frío hará que le salga una especie de capa blanquecina, que significa que ya no sabe cómo debería y su textura no es la que debería ser. Lo ideal, aseguran los expertos,  es comprar el chocolate que vayamos a «comernos en los dos o tres días siguientes para disfrutarlo al máximo». Las «principales amenazas del chocolate son el calor, la humedad y los olores». Demasiado calor es tan malo como demasiado frío porque, al calentarlo posteriormente, la humedad hace que se condense. Además la manteca de cacao absorbe los olores como si fuera una esponja.

Las tabletas de chocolate que no han sido abiertas se pueden guardar a temperatura ambiente lejos de fuentes de calor y cambios bruscos de temperatura y la humedad. Así pueden durar hasta un año las de chocolate negro y seis meses las de chocolate con leche. Los especialistas de Nestlé  recomiendan que se guarde en bolsa de plástico con cierre de las que se utilizan para congelar y que, cuando se quiera usar, se saque del plástico «sin quitarle el envoltorio, y dejar que alcance gradualmente la temperatura ambiente».



Una vez abierto, aconsejan envolverlo en «papel de aluminio» y, después, «de nuevo en plástico». Otro método es usar una primera capa de papel de cocina o guardarlo en un recipiente plástico bien cerrado, lo suficientemente grande como para que circule el aire. El chocolate relleno no debe almacenarse durante mucho tiempo y lo mejor es comérselo antes de una semana después de haberlo comprado y, mientras tanto, guardarlo en un sitio fresco -lo ideal es entre 13 y 15 grados- para que el lácteo no se agrie ni salga moho.



Los tomates

Los tomates pierden todo su sabor en la nevera. El aire frío hace que se frene el proceso de maduración, que es lo que les hace tan sabrosos. Además también se altera su textura ya que el frío rompe las membranas en el interior de las paredes de la fruta y la pone harinosa, por lo que lo más recomendable es poner los tomates en un bol en la encimera, en una cesta o en un carrito. El tomate no tolera las bajas temperaturas, que hacen que pierda su aroma, entre otras consecuencias.



Las patatas

Guardar una patata a baja temperatura hace que el almidón se convierta en azúcares por lo que se convertirá en una patata dulzona y harinosa. Lo más recomendable es guardarlas en una bolsa de papel ya que gracias a su porosidad, las patatas tardan más en pudrirse. Martha Stewart  sugiere guardarlas en un lugar fresco, oscuro y con buena ventilación o en una despensa «con una temperatura entre 7 y 10 grados». De esta forma, las patatas se pueden mantener «frescas durante varias semanas».



El café

El café pierde todo su sabor dentro de la nevera y, además, cogerá todos los olores del resto de alimentos que tengamos dentro. Expertos en café insisten en que el café debe guardarse en sitios frescos y oscuros para que guarde su aroma, su sabor y su frescura ya que la luz, el aire y el calor son «los principales enemigos del café».



El pan

El pan en la nevera se seca y se pone duro rápidamente. Es preferible guardarlo en una bolsa de tela para evitar que se ponga duro, como en la bolsa de papel, o correoso como el chicle, en la bolsa de plástico. Si no se va a consumir en breve, la mejor opción es cortarlo en rebanadas, envolverlo en papel de plástico transparente para que conserve la humedad y congelarlo. Al sacarlo del congelador hay que dejarlo que se descongele del todo antes de comerlo o tostarlo. El pan de molde sí se puede guardar en la nevera pero, siempre en su bolsa para que no se seque.



El aguacate

Si hemos comprado no hay que meterlos en la nevera para «que aguanten más» sino dejarlo en un lugar fresco y con poca luz porque al meterlo en la nevera se pondrá completamente negro y duro como una piedra.



La miel

Una baja actividad de agua, una gran concentración de azúcares (osmolaridad) un PH entre 3,5 y 4,5 y la presencia de peróxido de hidrógeno (comúnmente conocida como agua oxigenada) con efectos antimicrobianos y otras sustancias con propiedades antimicrobianas hacen que la miel no se ponga mala fácilmente mientras esté en un recipiente bien cerrado por lo que no existe ninguna razón por la que haya que guardar este alimento en la nevera. Al guardar la miel en la nevera se cristalizaría.



Aceite de oliva

El aceite de oliva hay que dejarlo en su envase en un lugar fresco y alejado de la luz o en envases que lo protejan de la luz pero nunca meterlo en la nevera ya que el frío hace que se condense rápidamente, se endurezca formando una pasta parecida a la mantequilla y, por supuesto, se altere su sabor.

Reproducido de ABC Madrid.

         (Reconozco que normalmente hago todo lo contrario con la mayoría de esos alimentos que no consumo rápidamente).

Warren Buffet, "sugar daddy" del movimiento abortista







WASHINGTON D.C., 19 May. 14 / 07:20 am (ACI/EWTN Noticias).- 

***** El multimillonario estadounidense Warren Buffett ha gastado más de mil 200 millones de dólares en la industria del aborto en el mundo, según señala una reciente denuncia realizada por un grupo de activistas pro-vida.  Buffett está “asegurando la destrucción de millones de niños en todo el mundo”, afirmó Kristan Hawkins, presidenta de Students for Life of America, en declaraciones al Media Research Center’s Culture and Media Institute; y dijo que el multimillonario es el “sugar daddy (papi rico) de todo el movimiento abortista”.

19 de mayo de 2014

Poema a Martí en otro niversario más de su muerte

(Dos Ríos, 19 de mayo de 1895)
Sangraré  mi  soledad
 
Bismar Galán

Yo quiero salir del mundo
por la puerta natural:

en este espacio fatal
que me absorbe, me confundo.
Libre, feliz, iracundo,
preciso la eternidad
soñada. Sin la oquedad
propia de la letanía,
perdemos la huella. Un día
sangraré mi soledad.

He soñado la partida.
¿Sin mis dolores?, jamás.
Seré la historia voraz
donde florece la herida
de la tierra. Sin medida
por otra luz voy a dar
mi carne. No hay que llorar,
libertad, si tú me pierdes
en un carro de hojas verdes
A morir me han de llevar.

Del libro de poemas En la piel de la mirada, en el que  Bismar Galán hace un experimento con los versos de José Martí. El libro está compuesto por una colección de 40 décimas con el que obtuvo el premio único de Poesía Pedro Mir (2008) en la República Dominicana, donde reside desde el año 2002.
 http://www.jose-marti.org