24 de abril de 2014

Nueva Novela de Elsa M. Rodríguez




A la carga,

a  morir o  a  vencer



Nuestra querida colaboradora Elsa M. Rodríguez, que con tantas buenas crónicas enriquece  habitualmente estas Palmas Amigas, acaba de publicar una nueva novela con el patrocinio de la Latin Heritage Foundation.  Si en su anterior libro, -opera prima-,  “Su mejor diseño”, Elsa desarrolló espléndidamente un interesante relato con personajes españoles y en ciudades españolas,  esta vez nos entrega una historia, o mejor decir, varias historias a las que enlaza un mismo sino, en las que deja plasmadas vicisitudes, desasosiego, logros y frustraciones de tantas familias cubanas que enfrentaron el desarraigo en tierras extrañas y la irreconciliable fragmentación ideológica de sus miembros en su propia tierra, al advenimiento del socialismo implantado por Fidel Castro.  


A continuación reproducimos el Prólogo de esta nueva novela de Elsa, que lleva la prestigiosa firma del conocido  articulista Enrique Artalejo.



Prólogo


Por Enrique Artalejo


La historia de Cuba siempre ha estado marcada por sucesos singulares, como los de tantos otros países,  pero no hay duda que lo vivido por los cubanos en los pasados cincuenta y tantos años es, por decirlo de una forma simple, doloroso. Lo ocurrido en las familias cubanas desde el 1ro. de enero de 1959 ha marcado a todos los cubanos.


La historia de Pedro y Alina, los protagonistas  de A la carga. A morir o vencer, hace que muchos lectores recuerden y hasta se  identifiquen con un proceso histórico en que tantas familias se vieron divididas ideológica y  físicamente como nunca antes.  Amigos de muchos años como Pedro y Juanito, uno ingeniero químico y el otro dentista, tomaron diferentes caminos pero conservando la amistad. También se da el caso de hijos que reniegan y hasta denuncian a sus padres y hermanos divididos ideológicamente


Algunos personajes de esta novela  pudieron terminar sus carreras, como Pedro que se casó con Alina y salieron de Cuba e hicieron su vida fuera; otros recorrieron caminos más difíciles para poder lograr su felicidad aunque fuera en tierras extrañas. En el dolor de unos padres como Margarita y Jesús se revive la desintegración familiar, el camino recorrido por tantos  cubanos que no solo se vieron separados de sus hijos sino que tuvieron que abandonar sus negocios y su tierra para poder sobrevivir. Las vidas de Humberto y Camelia, sus hijos y su nieta Cristina, son el reflejo del daño causado a la sociedad cubana durante la segunda mitad de siglo XX  en aras de un mejor futuro supuestamente para todos.


A través de las páginas de A la carga. A morir o vencer, narrada en tercera persona, se dramatiza el largo proceso histórico en que varias generaciones de familias cubanas se vieron involucradas.  El exilio parece haber sido la clave para  que muchos compatriotas pudieran retomar su camino y alcanzar el éxito deseado. No en balde, la historia de Amelia y de su hermano es muy diferente a la de Juanito, quien tras ejercer diferentes oficios y profesiones, incluso el de exitoso dentista en su comunidad, no tuvo más remedio que retomar su carrera en España. Esa es la trayectoria de tantos cubanos que han puesto el nombre de Cuba muy alto a pesar de vivir fuera de ella.


Esta novela de Elsa M. Rodríguez, A la carga, a Morir o Vencer, es mucho más que un manual para aquellos cubanos que por su juventud carezcan de una conciencia clara de todos los aciertos políticos, económicos y sociales de la Cuba pre castrista. Es mucho más que una guía para contrarrestar la desinformación a la que han estado sometidos esos mismos jóvenes por el estado cubano a partir de la revolución de 1959. Además de representar la vida de los cubanos insertada en la historia de una Cuba muy real  desde Fulgencio Batista hasta nuestros días.


A la carga. A morir o vencer constituye un aviso para todos aquellos ciudadanos de otros países si se vieran enfrentados a procesos políticos similares. De aquí que esta sentida novela pueda leerse en el contexto de la narrativa de Reinaldo Arenas, Oscar Hijuelos, Cristina García, Ana Cabrera Vivanco, Daína Chaviano y Carlos Alberto Montaner entre otras, para suturar una identidad nacional con un alto grado de escisión y prevenir la diáspora y fragmentación de otras naciones, especialmente de aquellas tan amadas por José Martí.


1 comentario:

  1. Gracias amiga Lolita por tu reseña. En realidad esta novela es la primera que escribí, solo que se publica después. En ella hablo, como bien dices, de lo que sucede a una familia cubana y a sus amigos más cercanos después de las Navidades de 1958. Creo que en ella se podrán ver reflejados muchos cubanos, quienes como tú y yo, dejamos nuestra querida tierra por causa de un dictador que aún no cesa en su intención de destruir nuestra isla. Ojalá que todo pase pronto, aunque ya sé que eso venimos pidiendo todos los cubanos desde el primer día que llegó este "Atila" destructor a nuestro gobierno.

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