LA
MAYORÍA
NO
SIEMPRE ESTÁ CORRECTA
Por Elsa M. Rodríguez
En estos días, y una vez más, los cubanos
exiliados nos hemos vuelto a dividir. Es lógico que nos dividamos porque aunque
muchos se empeñan en hacernos ver que por el hecho de haber nacido en el mismo país
todos debemos o tenemos que formar un bloque, no hay nada más lejos de la
realidad.
La nacionalidad compartida no nos hace sentir,
pensar o desear las mismas cosas. Puede que el hecho de haber nacido en un
mismo sitio nos haga tener un lenguage común y tener recuerdos de lugares que
pueden ser comunes para todos, pero son los lugares los que son los comunes,
los recuerdos no, ya que cada cual como dice el dicho "ve el baile como le
va en él".
A todos los cubanos exiliados nos debería unir el
deseo de ver a Cuba libre, y puede que mirándolo en un sentido muy amplio, ese
deseo nos une, sin embargo cuando entramos en detalles, nos separa la forma en
que cada cual quisiera ver al país libre. Lo cierto es que para algunos la
libertad de Cuba está en que no quede ni rastro de la familia Castro y sus
compinches en la isla, otros sin embargo se conforman con ver que se produzcan
cambios con posibles aperturas que traigan una mejoría económica, como en
China, aunque claro Cuba no es China, y los cubanos no piensan ni actúan como
chinos, aparte de que los chinos, pobrecillos, no tienen a miles y miles de
familiares en el exilio que les envíen remesas en dinero y ropa, medicina y
comida.
Como hay muchos en el exilio que se conformarían
que esta solución de poner unas curitas en la tremenda herida hecha por la
dictadura en el país, hay quienes nos dicen que los que no aceptamos eso no
entendemos que una gran mayoría no puede estar equivocada. A los que nos dicen
estas cosas, solamente quisiéramos recordarles si lo han vivido, o informarles
si aún no habían nacido, que cuando el Primero de Enero de 1959, Fidel Castro,
Camilo Cienfuegos y toda una larga lista de comandantes y barbudos bajaron de
la Sierra Maestra, la mayoría del pueblo cubano les recibió con alegría y esperanza
y muchos decidieron decirle a Castro, aquella famosa frase puesta en una
plaquita frente a su hogar: "Fidel, esta es tu casa". Pues bien, a
pesar de que era una tremenda mayoría la que le apoyaba, se ha demostrado que
estaban equivocados. Qué pena que muchos que en aquel momento le abrían su
corazón al dictador no supieron ver el futuro que les vendría encima. Hoy
muchos son exiliados políticos.
En fin, si la mayoría estuviera correcta, hoy los
cubanos seguiríamos todos en Cuba, y los que se alzaron protestando en la
famosa Primavera Árabe, hoy estarían felices porque la mayoría hizo que en cada
país donde esto ocurrió el gobernante, rey, dictador o lo que fuese tuvo que
irse o morir, y sin embargo hoy esa mayoría sigue protestando.
En el pasado una gran mayoría del pueblo alemán
apoyó a Adolfo Hitler, sin embargo la historia nos ha demostrado lo equivocado
que estaban. Más recientemente vemos que la mayoría del pueblo venezolano votó
una y otra vez por Hugo Chávez, pero ¿fué Chávez la mejor elección para
Venezuela? No, y es que la mayoría no siempre está correcta.
Elsa M. Rodríguez
Hialeah, FL
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