Carnaval,
la cocina
de la abundancia
Carlos Maribona / Madrid
En lo gastronómico, como en
tantas otras cosas, el Carnaval ha ido siempre asociado con los excesos. La
gente salía del duro invierno y antes de sufrir los rigores dietéticos de la
Cuaresma, con sus abstinencias y prohibiciones de la carne, dedicaba esta
fiesta a comer lo más posible. Coincidía y coincide además el Carnaval con la
época de la matanza del cerdo por lo que los despieces de este animal
son los principales ingredientes de muchos de los platos tradicionales de estas
fechas carnavalescas.
Aunque las cosas han cambiado
mucho en cuanto a costumbres y cumplimiento de los preceptos religiosos, lo
cierto es que los días de carnavales siguen siendo días de excesos culinarios,
especialmente en el norte de España. Curiosamente, no hay demasiados platos
asociados de una manera concreta a estas fechas. Donde más los encontramos es
en Asturias, que celebra el Antroxu,
y en Galicia, con el Entroido,
ambos sinónimos de fiesta y diversión pero también de pantagruélicos menús
especiales, muy vinculados con las fechas invernales en que se celebran.
Celebraciones regionales
El menú del Entroido gallego
suele estar basado en un contundente cocido en el que el cerdo está muy
presente: cabeza (conocida como cachucha), rabo, oreja, lengua, lacón,
chorizos... Y se completa con postres tradicionales como la bica, a base de
harina, claras de huevo, nata y unas gotas de anís; las filloas, (crepas) o las
orejas de carnaval, una masa de mantequilla, harina, huevo y anís a la que se
da forma de orejas de cerdo antes de freírla y espolvorearla luego con azúcar.
Para aligerarlo todo, se suele
acabar con licor de café. Aunque casi todos los restaurantes de Galicia ofrecen
platos tradicionales de Carnaval, Orense se atribuye el título de “capital do
Entroido”. En esta ciudad, 19 restaurantes sirven desde ayer y hasta el día 13
algunos de esos platos, además de otro muy popular en estas fechas, el lacón
con grelos.
Por su parte, el menú del Antroxu
en Asturias consiste en un no menos contundente pote asturiano de berzas en
el que no faltan los ingredientes del “compango”: chorizo, morcilla y lacón. En
ocasiones también se añade oreja o chosco. Y como parte dulce, muy importante
en Carnaval, frixuelos (una especie de crêpes dulces) o casadielles (masa frita
rellena de nueces).
Más de cincuenta restaurantes
de Oviedo y otros muchos repartidos por Asturias ofrecerán este menú del
Antroxu hasta el próximo día 17. Menú que también se puede probar en Madrid,
donde 28 establecimientos de cocina asturiana lo sirven hasta el martes día 12.
En Cádiz, donde se
celebran los Carnavales más importantes de la península, han aparecido en las
últimas décadas algunas costumbres gastronómicas que, pese a ser recientes,
gozan ya de gran arraigo popular. Erizadas (a base de erizos en distintas
preparaciones), ostionadas (con los moluscos llamados ostiones) o pestiñadas
(pestiños con copita de anís) son algunas de ellas, organizadas por las
diferentes peñas en las calles de la ciudad.
Las tortitas de masa
Pero si la parte salada de los
menús carnavaleros gira fundamentalmente en torno al cerdo con escasas
variaciones, es en el capítulo de los dulces donde la tradición está más
arraigada en todas las regiones de España y donde la variedad es mayor.
Entre los de más profundas raíces históricas
están las tortitas de masa, que en Galicia se conocen como filloas o freixós, en Asturias como frixuelos, en otras zonas de España como hojuelas, en Francia como crêpes,
en Rusia como blinis, o en Argentina
como panqueques. Dicen los
historiadores que estas tortitas son un símbolo pagano que representa al dios
Sol, y de ahí su forma redonda.
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