Los Tiffany
La fama de los Tiffany comenzó con Charles Lewis Tiffany, fundador de la joyería Tiffany & Co., una de las más prestigiosas del mundo. Había nacido en un pequeño pueblo de Estados Unidos en el año 1812 y con veinticinco años se trasladó a Nueva York en busca de fortuna.
Invirtió 1000 dólares para abrir una pequeña tienda en la que vendía diversos objetos, papelería, paraguas, vajillas… La venta del primer día fue de sólo $4.98, pero ni él ni su socio se desanimaron. Al término de la Guerra Civil ya contaban con capital suficiente como para especializarse en la confección de objetos de oro, plata y piedras preciosas, lo que le permitió contar entre sus clientes a los mayores millonarios del país.
Al tiempo de su muerte en 1902, dejó a sus herederos una empresa valorada en 35 millones de dólares: «Tiffany & Co.»
La joyería se hizo cada vez más exclusiva, y en el año 1940 se estableció en una esquina de la Quinta Avenida de Nueva York. Incluso hay una novela escrita por Truman Capote en 1958, «Breatfast at Tiffany´s», también llevada al cine protagonizada por Audrey Hepburn y George Pepard. La empresa Tiffany creó joyas para la reina Victoria, el Sha de Persia y el Zar de Rusia. En tiempos más modernos elaboraron el incomparable prendedor que Richard Burton regaló a Liz Taylor y también fue allí donde Madonna compró su lujosa vajilla.
El único hijo de Charles Lewis Tiffany, Louis, aprendió con el padre todos los secretos de la joyería. Había nacido en 1840 y, luego de concluir sus estudios en una escuela militar, su interés por el arte comenzó a mostrarse a través de la pintura. Llegó a convertirse en un completo diseñador industrial y creador de preciosos vitrales y trabajos novedosos en vidrio cromado, cerámica, joyería y metal.
Su interés en la elaboración del vidrio lo llevó a trabajar en distintas vidrierías de Brooklyn, hasta que en 1879 formó su propio negocio asociado a otro empresario. Su talento, junto a las conexiones y recursos económicos del padre, fueron garantía de éxito. Apenas seis años después Louis se decidió a abrir su propia firma elaboradora de vidrio, a la que llamó Tiffany Glass Company, conocida más tarde como Tiffany Studios.
En su fábrica usaba vidrios opacos en variedad de colores y texturas para crear un estilo único de vitrales, que contrastaba con el método de vidrios transparentes pintados o esmaltados, métodos dominantes en la creación de vitrales durante cientos de años en Europa. En 1893 Louis C. Tiffany construyó una nueva fábrica, llamada Tiffany Glass Furnaces, localizada en Corona, Queens, Nueva York.
Ese mismo año su nueva compañía introdujo el término favrile en conjunción con su primera producción de vidrio soplado. Registró el término favrile y luego extendió la utilización de este vocablo a toda su producción de vidrios, esmaltes y cerámicas.
Las primeras lámparas producidas comercialmente son aproximadamente del año 1895. Gran parte de la producción de su compañía era la realización de vitrales para ventanas y la creación de lámparas, aunque su compañía diseñaba una completa gama de objetos de decoración para interiores. En su momento cumbre, su fábrica tuvo más de 300 artesanos.
Tiffany utilizó todas sus habilidades en el diseño de su propia casa de Oyster Bay, Long Island, NY, que poseía 84 cuartos y fue finalizada en 1904. Más tarde fue donada a su fundación para estudiantes de arte, junto con 243.000 m² de tierras, pero todo quedó destruido por un incendio en 1957.
Además de su propia empresa Tiffany Studios que conservó en actividad hasta 1928 y de su incansable creatividad, Louis C Tiffany mantuvo una estrecha relación con la compañía familiar Tiffany & Company, de la que se convirtió en Vice Presidente y director artístico a la muerte de su padre.
Louis Comfort Tiffany murió en Brooklyn, NY, en 1933, después de haber aumentado aún más con las creaciones de su arte el prestigioso apellido heredado de su padre, y haberlo perpetuado con sus obras en lo que se conoce como estilo Tiffany.
Texto editado de Wikipedia.org
Foto: Google
Invirtió 1000 dólares para abrir una pequeña tienda en la que vendía diversos objetos, papelería, paraguas, vajillas… La venta del primer día fue de sólo $4.98, pero ni él ni su socio se desanimaron. Al término de la Guerra Civil ya contaban con capital suficiente como para especializarse en la confección de objetos de oro, plata y piedras preciosas, lo que le permitió contar entre sus clientes a los mayores millonarios del país.
Al tiempo de su muerte en 1902, dejó a sus herederos una empresa valorada en 35 millones de dólares: «Tiffany & Co.»
La joyería se hizo cada vez más exclusiva, y en el año 1940 se estableció en una esquina de la Quinta Avenida de Nueva York. Incluso hay una novela escrita por Truman Capote en 1958, «Breatfast at Tiffany´s», también llevada al cine protagonizada por Audrey Hepburn y George Pepard. La empresa Tiffany creó joyas para la reina Victoria, el Sha de Persia y el Zar de Rusia. En tiempos más modernos elaboraron el incomparable prendedor que Richard Burton regaló a Liz Taylor y también fue allí donde Madonna compró su lujosa vajilla.
El único hijo de Charles Lewis Tiffany, Louis, aprendió con el padre todos los secretos de la joyería. Había nacido en 1840 y, luego de concluir sus estudios en una escuela militar, su interés por el arte comenzó a mostrarse a través de la pintura. Llegó a convertirse en un completo diseñador industrial y creador de preciosos vitrales y trabajos novedosos en vidrio cromado, cerámica, joyería y metal.
Su interés en la elaboración del vidrio lo llevó a trabajar en distintas vidrierías de Brooklyn, hasta que en 1879 formó su propio negocio asociado a otro empresario. Su talento, junto a las conexiones y recursos económicos del padre, fueron garantía de éxito. Apenas seis años después Louis se decidió a abrir su propia firma elaboradora de vidrio, a la que llamó Tiffany Glass Company, conocida más tarde como Tiffany Studios.
En su fábrica usaba vidrios opacos en variedad de colores y texturas para crear un estilo único de vitrales, que contrastaba con el método de vidrios transparentes pintados o esmaltados, métodos dominantes en la creación de vitrales durante cientos de años en Europa. En 1893 Louis C. Tiffany construyó una nueva fábrica, llamada Tiffany Glass Furnaces, localizada en Corona, Queens, Nueva York.
Ese mismo año su nueva compañía introdujo el término favrile en conjunción con su primera producción de vidrio soplado. Registró el término favrile y luego extendió la utilización de este vocablo a toda su producción de vidrios, esmaltes y cerámicas.
Las primeras lámparas producidas comercialmente son aproximadamente del año 1895. Gran parte de la producción de su compañía era la realización de vitrales para ventanas y la creación de lámparas, aunque su compañía diseñaba una completa gama de objetos de decoración para interiores. En su momento cumbre, su fábrica tuvo más de 300 artesanos.
Tiffany utilizó todas sus habilidades en el diseño de su propia casa de Oyster Bay, Long Island, NY, que poseía 84 cuartos y fue finalizada en 1904. Más tarde fue donada a su fundación para estudiantes de arte, junto con 243.000 m² de tierras, pero todo quedó destruido por un incendio en 1957.
Además de su propia empresa Tiffany Studios que conservó en actividad hasta 1928 y de su incansable creatividad, Louis C Tiffany mantuvo una estrecha relación con la compañía familiar Tiffany & Company, de la que se convirtió en Vice Presidente y director artístico a la muerte de su padre.
Louis Comfort Tiffany murió en Brooklyn, NY, en 1933, después de haber aumentado aún más con las creaciones de su arte el prestigioso apellido heredado de su padre, y haberlo perpetuado con sus obras en lo que se conoce como estilo Tiffany.
Texto editado de Wikipedia.org
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