José Ramón Chacón Vélez, Chacumbele |
“ Le
pasó como a Chacumbele,
que él
mismito se mató”
Marlene María Pérez Mateo
Este si es un “camagüeyanismo” de cien por cien. Vale
el término para decir que a la vieja comarca principeña le cabe la autoría de
la frase y ser además la cuna de su protagonista.
“Chacumbele' se apellidó en
realidad Chacón Vélez y su nombre José Ramón. Aunque se le recuerda por una
forma homófona y algo torcida de sus patronímicos. Nació el 9 de noviembre del 1912, en Santa
Cruz del Sur, Camagüey. El infortunio le acompañó muy tempranamente en la vida
pues para comenzar fue huérfano, y debió su cuidado y educación a una tía,
María Belén.
Con solo 14 años conoce la vida
del circo y se enamora de la carpa como forma de vida y de sustento. Luego de
sobrevivir al ciclón del 1932 cuyas ráfagas se ensañaron con su ciudad natal;
comenzó sus andanzas como trapecistas en la Carpa de Santos y Artigas, como
discípulos del polaco Boris Korchinsky, experto en artes circenses. Contrajo
matrimonio con la judío húngara Iona quien trabajaba como equilibrista. El amor
no le sonrió largamente a Chacón y fue desde la cuerda testigo de la fragante
traición de su esposa de allí una caída accidental de graves consecuencias; le
privó para siempre del desempeño de su profesión y modo de vida.
Vivió muy pobremente en La Habana,
al abrigo de unos parientes y vendiendo flores en el Parque Central de La
Habana. Su decepción amorosa, profesional y su debacle económica; lo llevaron a
una muerte muy trágica y prematura.
“Chacumbele” ha pasado a ser un sinónimo de
auto construirse su propio infortunio; o ser autor de hechos contra la propia
persona.
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