QUE
SEA YO BUEN VINO, SEÑOR.
Que
ponga palabra oportuna
allá
donde se desarrolle el desconcierto..
Que
irradie música y alegría
cuando
brote el escenario de la tristeza y la angustia
QUE SEA YO BUEN VINO, SEÑOR.
Que
hable de Ti y de tus hazañas
aún
en medio de incomprensiones y vacíos
Que
lleve la esperanza y el optimismo
a un
mundo que llora perdido.
Que
cargue las tinajas de los corazones de
las personas
con
tu Palabra que todo lo colma y satisface.
Que convierta el vinagre de muchas historias
en el
dulce vino de tu fraternidad y de tu
Evangelio.,
QUE SEA YO BUEN VINO, SEÑOR.
Que,
con María, también abra los ojos
y
descubra os sufrimientos y la escasez
el
fracaso y tanto aguafiestas
que
abortan el espíritu festivo de la
humanidad,
el
anhelo de fraternidad de este mundo.
QUE SEA YO BUEN VINO, SEÑOR.
Y
sepa darte gloria, por mis obras
Y
sepa bendecirte, por tanto signo que
realizas.
Y
sepa agradecerte, por tantos dones que
regalas.
Y
sepa alabarte, por salir al encuentro
del hombre.
Gracias, Señor,
tu
vino (el único, el mejor y el más
auténtico)
alegra
la mesa de toda nuestra vida.
Que
en este Año de la MIsericordia,
como
buen vino,
sea
capaz de ofrecer tu Palabra con mi voz.
tu presencia, en mi entrega,
tu fortaleza, con mi testimonio,
tu
amor, a través de mi caridad,
tu
corazón, por mi comprensión,
tu
reino, en mi forma de entender y de
vivir la vida.
Amén.
Javier Leoz, betania.es
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