Cuba: ¡Viene el Papa!
(+ un par de preguntas tontas)
Alejo 3399
En
menos de 20 años habrán venido tres, y la gente comienza a sospechar que
Aero-Vaticano es una empresa fachada que en realidad se dedica a llevarse de
contrabando los miles de quintales de papa tubérculo que según el noticiero de
televisión se cosechan cada año en la Isla.
Cuando
vino Karol, presentado como Mensajero de la Paz y la Esperanza, la gente decía:
“¡hay el pobre, tan viejito y es mensajero de dos bodegas…!”.
El
chiste criollo siempre acompaña la llegada de un Papa a Cuba, pero este
último provoca menos reacción. Ya es casi como si llegara, normal, un Presidente
caribeño a empastarse una muela en el policlínico.
Ni
siquiera el apellido Bergoglio, con todo su potencial…, ha generado la
tormenta de bromas que a cualquier jodedor se le ocurriría.
Aunque
casi todos los cubanos aplauden la fascinación papal con nuestro país, algunos
se disgustan “con razón en parte” (como reza la columna de los lectores de
Granma): no hay tanto ruido cuando viene a Cuba el más barbudo ortodoxo ruso,
ni cuando llegan altas autoridades de otras religiones, que son tan importantes
para sus fieles como Bergoglio a los católicos apostólicos romanos.
Tampoco
son feriados los días en que nacieron Obatalá, Khrisna, Mahoma o Abraham. Y no
es que sus seguidores quieran quitarles envidiosamente la cajita a los hijos de
Jesucristo, sino que al parecer desean tener privilegios semejantes, porque
alguien les dijo algo sobre la igualdad religiosa en los Estados laicos.
En
Cuba— que no hay de nada…—, ya hay hasta Pastafaris de verdad que dicen adorar
a una bola gigante de espagueti con ojos de albóndigas.
Y
a pocos días de aterrizar aquí el Misionero de la Misericordia, juro por el
Monstruo del Espaguetis Volador que lo único que he escuchado al respecto en
las calles de la ciudad es a un montón de viejas católicas quejarse de que por
qué el hombre va a dar misa en Holguín y no en Camagüey.
Según
ellas Camagüey merece más esa misa, porque hay aquí más viejas católicas que
allá. Entonces ellas tendrán que levantarse de madrugada si quieren alcanzar
asiento en la caravana que llevará a los fieles hasta la Ciudad de los Tres
Parques.
Yo
en el ‘98 fui a ver a Juan Pablo II, y del hecho solo recuerdo el color
ocre de los brazos de mi abuela aguantándome en la multitud, al calor, y a la
gente haciéndose pasar por ganado, ganado fino, cantando lindo.
Quizás
por eso solo se me ocurran un par de preguntas “con las que se puede o no estar
de acuerdo” (como reza la columna de los lectores de Granma):
¿Se
desplazará Bergoglio en su bati-móvil o andará a pie? Habría que considerar
variables como las altas temperaturas de la región oriental, el efecto invernadero
y la avanzada edad del Pontífice. Se aconseja ver video tutorial de lo que le
sucede a una palomita de maíz dentro de un horno microondas…
¿Qué
tan entrenado estará el escuadrón “anti-arrebatadores” de la policía
santiaguera? Se aconseja extremar medidas de seguridad pues Bergoglio anda con
blin-blines en el cuello que tañen más que las campanas de la Basílica de San
Pedro, cosa que puede alertar al hampa en 5 Km a la redonda.
No me gusta este comentario. ¿Quién es Alejo 3399?
ResponderEliminarEs un camagüeyano que publica un blog desde allá y que es reproducido por el periódico El Mundo de Madrid y otros espacios en la red. Emplea mucho la ironía en muchos de sus relatos, como el presente. Encuentro que el enfoque, aunque disguste y aparte de su ironía, tiene detalles ciertos. No solamente en Camagüey sino aquí en el exilio he escuchado quejas de que es imposible que no visite Camagüey y eso les disgusta.
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