29 de junio de 2015

Las cuquitas

Las Cuquitas

Marlene María Pérez Mateo

    Apodaron hace ya varias décadas, atendiendo a su gracia y natural belleza, a uno de mis antepasados, con el nombre que popularmente “bautizaba” a las muñecas de papel recortables  que semana a semana adornaban la contraportada de las revista cubanas: “Mujeres” y “Muchachas”. Me refiero sin lugar a dudas a las: Cuquitas.

         De mi hicieron las delicias el encontrarlas, coleccionarlas, protegerlas con cartulinas al dorso, recortarlas y hacer de ellas un mini-tesoro, al que de tanto en tanto le adicionaba mis propios “diseños” y les hacía ”personajes” de historias imaginativas y breves. Esto último se puede tomar como cierto: las “Cuquitas” tienen ya su Historia, la que se escribe con mayúscula.

        La civilización balinesa ya las tenía como parte de su cultura antes de la era cristiana. Los japoneses utilizaban la configuración de kimonos de papel  800 años AD, nombrada Origamis. De igual manera en el hoy territorio polaco se les llamo Wy'cinanki a pequeñas figuras de papel  bastante parecidas a las actuales pero sin la opción de ropas intercambiables de papel.

      A mitad del siglo XVIII (1780) en Francia  se gestaron  las muñecas de papel recortables con prendas de vestir doblando unas lengüetas sobre la misma; tal y como ahora se le conoce. Eran pintadas a mano. Once años después Londres proclamó una nueva invención “English doll”. Era una figura de unos ocho pulgadas y un pequeño suministro de prendas desde corsé, pelucas y otros enseres. La manufactura como tal comenzó con la muñeca de papel “Little Fanny” en la Inglaterra de 1810. Era por entonces un privilegio de pocos. A su diseño prestaron su rostro celebridades de la época, la primera de ellas fue la bailarina Marie Taglioni y llegando hasta la reina Victoria.

     El cruzar el Atlántico ocurre  hacia 1870, a manera de bellas litografías a color, siendo New York su primer destino en este caso. En escasas ocasiones se empleó el papel crepé o la tri-dimensión. La edad de oro de las muñecas recortables de papel fue entre 1930 y 1950 y fue la gran depresión económica del 34 contradictoriamente su impulsor, debido a su bajo costo como juguete.

    A Cuba y también a Latino-América llegaron; y por cierto para quedarse por largo tiempo; en 1921  en una revistilla de historietas llamado “Tillie the toiller”, creada por el dibujante Rusell Channing Westover, traduciéndose como “Cuquita la mecanógrafa”. La diseñadora cubana Maria Elena Molinet trabajó engalanando de un modo un tanto mas criollo a las ya famosas “Cuquitas”. 

   Aunque hoy las muñecas de papel tienen su Convención y son coleccionables hasta por cientos de dólares, carecen de la popularidad de antaño. El mundo digital, la inmediatez; y miles de males que aquejan la sociedad contemporánea han tenido su impacto nefasto en la industria del juguete y en su concepción. La trayectoria milenaria de estas muñecas no vive su mejor momento. Ojala las niñas  puedan ver estas “antiguas golondrinas volver”.

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