¿Suicidio en el
Paraíso?
Roberto
Cazorla,
Madrid
Me
extrañó que el periódico “El País”, vocero oficial de la izquierda española
haya publicado un estupendo trabajo del escritor cubano, ensayista y codirector
de la revista “Encuentro”, Rafael Rojas, en el que hace un estudio sobre el
suicidio en Cuba. El suicidio, algo terrible que según los comunistas es una de
las lacras del capitalismo.
Existen
casi tres millones de cubanos exiliados en todo el mundo. Lo han hecho aquellos
que tienen lo que hay que tener bien puesto. No todos pueden desprenderse de lo
que hasta ahora creían que les pertenecía: un fragmento de la patria que los
vio nacer. Como dice Rojas, «El cubano manifiesta su incertidumbre y sus angustias
de muchas maneras. Huir en balsas, camiones flotantes, cajas de correo aéreo,
trenes de aterrizaje. Pero sólo en los últimos 25 años se han suicidado 70,000
de las más diversas formas: incinerados, ahorcados, desangrados, apuñalados,
atropellados en la carretera, precipitados al vacío o, simplemente, de un tiro
en la sien».
Y
es que el comunismo, señores, es el “lazarillo” que con más fidelidad conduce
al hombre al suicidio. No todos tienen el valor que se necesita para soportar
la miseria material y moral, dos de los factores en los que se sostiene el
sistema. No todos pueden soportar ser vigilados las 24 horas del día, ni vivir
a expensas de lo que dicta el ser más repulsivo el planeta: Fidel Castro. Y,
como todos no pueden escaparse de la gigantesca cárcel que es Cuba, adquieren
el pasaporte que les permite viajar al otro mundo. Según Rojas, «en los últimos
50 años (el sátrapa lleva 55 gobernando) se han suicidado 100,000 cubanos. El
propio Ministro de Salud Pública de la isla subrayó que la tasa de suicidios en
Cuba había rebasado los 20 por cada 100,000 habitantes. Lo que revelaba que, en
menos de una década, el índice de muertes por esa causa se había duplicado, y
que Cuba no era solamente uno de los países latinoamericanos donde más personas
se mataban al año, sino la nación con más suicidios per capita del hemisferio occidental. Los cubanos, según esa
estadística infernal, se mataban más que los norteamericanos, la mayoría de los
europeos, asiáticos y africanos».
En
su libro “Mea Cuba”, Guillermo Cabrera Infante dedica un espacio a los grandes
suicidios políticos del siglo XX, comenzando por el alcalde habanero Manuel
Fernández Supervielle, pasando por Eduardo Chibás hasta el magistrado comunista
[a quien el propio Fidel nombró Presidente de “su” república] y la heroína
Haydée Santa-María.
También
Eliseo Alberto en su libro “Dos cubalibres”, habla de escritores y artistas
suicidas más recientes, como los poetas Raúl Hernández Novás y Ángel Escobar, los
narradores Guillermo Rosales y Miguel Collazo, la pintora Belkis Ayón y la historiadora
Raquel Mendieta. Supongo que cada uno de ellos vendió su alma al diablo y, como
exige el sistema, habrán trepado dejando atrás decenas de víctimas. Las ahogó
la conciencia. Un día hicieron recuento y comprendieron que de la única manera
en que estarían en paz consigo mismos sería suicidándose. (¡Quien la hace, la
paga!).
En
su libro “To die in Cuba. Suicide and Society” el historiador y profesor Louis
A. Pérez Jr. afirma: «Entre cubanos ese impulso de aniquilación no es
atribuible únicamente al establecimiento de un orden comunista en el Caribe,
sino a una experiencia traumática de la Historia y a un ejerció patológicamente
afectivo de la vida social y política».
No
estoy de acuerdo. Suponiendo que esa tendencia hubiese existido desde mucho
antes, se trataría de la época del capitalismo, cuando en Cuba gobernaban “los
malos”. Pero que el número de suicidas se haya triplicado con el comunismo,
sistema perfectísimo y humano que convirtió la isla en un paraíso, es la mayor
contradicción. ¿Cómo se puede suicidar alguien que tiene todos sus problemas
morales y materiales resueltos? ¿Cómo puede ocurrir cuando se es libre como los
pájaros?
Rafael
Rojas termina su fantástico artículo diciendo: «No hay estadística más
reveladora del carácter sombrío del socialismo cubano que esos 100,000 suicidas
en medio siglo».
Lo
que más me gusta de todo esto es que este trabajo lo han leído los malévolos
comunistas que, antes que el pan, todas las mañanas compran “El País”. Esos que
tanto admiran al “caballo” cubano. ¡Que profundicen y se j...!
Reproducido de
LibreOnline.com
Remitido por Joe Noda
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