El desarme,
un menú contundente
El
menú del Desarme. Así se conoce la que es la celebración gastronómica más
importante de las muchas que se celebran en Asturias. Cada 19 de octubre, desde
hace más de un siglo, los ovetenses son
fieles a la tradición y reunidos con amigos o en familia comen ese día
un contundente menú compuesto por garbanzos con bacalao y espinacas y arroz con
leche. Al margen de los que se toman en los hogares, en esa fecha se sirven en
los restaurantes de la capital asturiana más de 10.000 menús.
El Desarme es una tradición
inspirada en hechos históricos acaecidos en la primera mitad del siglo XIX,
allá por 1836, durante las guerras carlistas. Los historiadores no han logrado
ponerse de acuerdo sobre el origen real de esta comida. Algunos apuntan a un
gran menú de celebración tras repeler los defensores de la ciudad un duro
ataque de los carlistas. Otros, la mayoría, apuntan a que esa copiosa comida, y
sus efectos posteriores, permitieron desarmar a uno de los bandos en liza.
Sea como fuere, en 1898 el
Ayuntamiento de Oviedo declaró el 19 de octubre como el día del Desarme. Y
desde entonces se celebra con esta comilona, que inicialmente sólo se
centraba en el guiso de garbanzos y a la que posteriormente se unieron los
callos y el arroz con leche.
Desde entonces, disfrutar de
este contundente menú, siempre en raciones abundantes, a la asturiana, se
convirtió en una costumbre que ya es tradición y que atrae a Oviedo a gentes de
todos los rincones dispuestas a probarlo. El guiso de garbanzos con bacalao
y espinacas es el habitual en toda España durante la Cuaresma. El conocido
como potaje de vigilia.
Callos
a la asturiana
En cuanto a los callos a la
asturiana, se diferencian de otros como los que se hacen en Madrid,
fundamentalmente porque se cortan en trozos muy pequeños (cuando un asturiano
visita la capital de España suele sorprenderse del gran tamaño en que se
presentan) y además no llevan morcilla, o si acaso una cantidad ínfima, pese a
que este embutido es ingrediente fundamental en otras regiones. Hay un dicho en
Asturias que dice que los callos tienen que ser «pequeñinos, picantinos y
pegañosus».
Esta última palabra hace alusión a que unos buenos callos
siempre deben ser untuosos, que dejen los labios pegados. Para ello son muy
importantes las manitas de cerdo. que son la que aportan el punto de gelatina
necesario.
Y por último, para los supervivientes, el arroz con leche,
también a la asturiana, o lo que es lo mismo requemado con azúcar por encima.
Un arroz hecho muy despacio y con buena leche para que quede al final casi una
crema.
Son más de trescientos los
restaurantes y sidrerías de Oviedo que lo ofrecen, muchos de ellos de
manera exclusiva. Desde hace unos años, la oferta se extiende dos días más, de
forma que quien visite la capital asturiana podrá disfrutar el menú hoy viernes
18, mañana sábado y el domingo.
Además, las calles de la ciudad serán escenario
de diversas actividades. Una compañía teatral, con ropas de la época, recorrerá
el casco antiguo, y están previstas numerosas actividades para niños en la
plaza del Ayuntamiento. Por su parte, la Cofradía del Desarme celebra su gran
capítulo y protagonizará un vistoso desfile con todas las restantes cofradías
gastronómicas asturianas.
Reproducido de ABC, Madrid
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