27 de septiembre de 2013

Recogedor de latas, negocio emergente en Cuba




Recogedor de latas,
negocio emergente en Cuba


Por Daniel Palacios Almarales

LA HABANA.- Aurelio Montenegro se levanta todos los días a las seis de la mañana y ya tiene su día ocupado de principio a fin. Su trabajo lo lleva a desandar por las calles de La Habana en una interminable búsqueda, a la usanza del más acucioso de los periodistas.

No hay lugar de esta vetusta y desmejorada ciudad que Aurelio no haya recorrido, ni esquina que fuera pasada por alto desde que hace cinco años definiera que era mejor ganarse la vida llevando a su morral el continente que a lo mejor usted mismo desechó. Para él, recoger latas es sinónimo de bocado al terminar el día.

“No me da vergüenza, porque no robo a nadie y me gano la vida honradamente”, dijo este habanero de 45 años al cuestionársele sobre lo chocante de escudriñar en los latones de basura. “Lo mío es recoger la mayor cantidad de latas posible porque me la pagan por kilogramo, lo que diga la gente no me interesa. Si no fuera por esto, no sé qué pasaría”, afirmó mientras aplastaba con una pesada piedra el fruto de su recolecta, pues de esta manera caben más en su saco.

Recoger latas de cerveza o refresco se ha convertido en una de las “profesiones” que más auge ha alcanzado dentro de un sector poblacional rayano en la pobreza y el desahucio. Una posibilidad que brinda el gobierno para incentivar  el reciclaje de materias primas y a la  vez crear una fuente de pseudoempleo.

Pero como todo negocio que no es precisado por la ley, hay quienes comienzan a buscarle la “quinta pata al gato” y  Yudilexis Sánchez al parecer se la encontró.

Este guantanamero de 31 años se ha convertido -a escasos metros de la conocida Iglesia de Nuestra Señora de la Caridad- en uno de los receptores por excelencia de las latas que recogen por todo el municipio de Habana Vieja, y de esta manera funciona como intermediario entre los recogedores y las Casas de Recuperación de Materias Primas (CRMP).

“Yo tengo mi trabajo como empleado de mantenimiento en una fundición y en mis tiempos libres me dedico a recepcionar  todo lo que me traen. En los CRMP pagan a ocho pesos el kilogramo de latas, yo se los pago a seis a los recogedores y al contado, así se evitan las largas colas”, aseguró mientras empacaba en sacos negros de basura una importante cantidad de recipientes ya aplastados y listos para entregar.

Sánchez tiene una lógica para operar y hacer rentable su labor. “Conmigo tienen el dinero rápido y yo les compro la cantidad que me traigan. Normalmente llevo a las CRMP unos 100 kilogramos (esto le deja 200 pesos o 8 CUC de ganancia neta en cada envío) dos veces a la semana, con esto yo aseguro una ganancia al mes que supera por mucho mi salario (390 pesos, 16 CUC)…vaya que no me va mal”, comentó…

…Mientras tanto, las calles de La Habana siguen llenas de eternos buscadores, esos que, literalmente, encuentran dinero en la basura.
Fuente: cafefuerte.com

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