La Diócesis de Camagüey [hoy Arquidiócesis] está celebrando su centenario. No será fácil cubrir esos cien años en una simple reseña, pero al menos se podrá dejar constancia de parte de la labor evangelizadora realizada por sus obispos y de los logros obtenidos.
Algo de Historia
Un anticipo
de la villa y parroquia de Santa María del Puerto del Príncipe fue fundado
primeramente en un lugar cercano a la bahía de Nuevitas, en la costa norte de
la región central de la Isla llamada por los aborígenes Camagüei o Camagüebax.
El lugar
era un promontorio al oeste de la bahía, conocido posteriormente como Punta del
Guincho. Algunos historiadores señalan que ya había sido visitado por Colón,
(al que llamó Puerto del Príncipe), y muchos coinciden en que la fecha de la
fundación fue el 2 de febrero de 1514, fiesta religiosa de la Presentación del
Niño Jesús en el Templo.
Por tal
motivo, y por querer poner a la nueva villa bajo la protección de la Santísima
Virgen, sus fundadores -en cabildo abierto-, decidieron llamarla Santa María
del Puerto del Príncipe, así como nombrar Nuestra Señora de la Candelaria a la
parroquia que quedó constituida aquel mismo día.
Dos años
después, en 1516, la villa tuvo que ser trasladada hacia el interior de la
región, junto a las márgenes del río Caonao, donde eran más favorables las
condiciones de vida y el terreno resultaba mejor para la labranza. Aún allí no
lograron establecerse definitivamente sus pobladores al producirse una rebelión
de los indios del lugar, resentidos por la matanza realizada en 1513 por las
tropas del general Narváez. Así, la villa fue trasladada de nuevo, en 1528, un
poco más hacia el interior de la Isla, esta vez a la región central de
Camagüei, entre los ríos Tínima y Hatibonico, donde quedó asentada de modo
definitivo.
En un
principio y al no haberse establecido el Obispado de Cuba, la parroquia estuvo
bajo la jurisdicción eclesiástica de Santo Domingo, en la Isla La Española,
hasta que en el año 1518 fuera creado el Obispado de Nuestra Señora de la
Asunción de Baracoa, que cuatro años más tarde fue trasladado a Santiago de
Cuba. La parroquia de Santa María de Puerto Príncipe pasó a ser parte entonces
de la diócesis de Santiago de Cuba.
El primer
templo parroquial había sido establecido en la primitiva villa fundada en la
costa norte. Al construirse otro en 1530 en el nuevo emplazamiento de la villa,
continuó siendo dedicado a Nuestra Señora de la Candelaria. Fue levantado en la
que después se conoció como la Plaza de Paula y hoy es la Plaza Antonio Maceo.
Así como la
villa varió algo en sus emplazamientos, el templo también tuvo sus mutaciones
ocasionadas por diversos avatares, tal como un incendio ocurrido en 1616 que
destruyó por completo el templo.
La Iglesia
Parroquial Mayor, o simplemente "la Mayor" (como ya empezaba a
llamársele) comenzó a edificarse en el sitio que actualmente ocupa a principios
del siglo XVIII. Tenía una sola nave y su torre fue terminada en enero de 1777
aunque se derrumbó al mes siguiente, en la noche del 24 de febrero, afectando
en su caída buena parte de la iglesia. La torre fue restaurada en 1794 y la
reconstrucción del templo no se completó hasta 1864.
La creación de la Diócesis y sus
obispos
Fue el 10 de diciembre de 1912 cuando mediante la
Bula “Qua Catholicae Regionis”,
promulgada por SS San Pío X, fuera creada la Diócesis de Camagüey.
Desde su
creación en dicha fecha hasta los días actuales, nuestra Diócesis ha sido dirigida
sucesivamente por cinco obispos: Mons. Valentín Manuel Zubizarreta y
Unamunsaga, Mons. Enrique Pérez Serantes, Mons. Carlos Ríu Anglés, Mons. Adolfo
Rodríguez Herrera y Monseñor Juan García Rodriguez, estos dos últimos ya
en condición de Arzobispos, pues en 1998
la Diócesis de Camagüey fue elevada a Arquidiócesis por SS Juan Pablo
II. La nueva Arquidiócesis, la tercera
de las existentes en Cuba, tiene jurisdicción eclesiástica sobre las Diócesis
de Ciego de Ávila, Cienfuegos y Santa Clara.
(Continuará)
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