26 de noviembre de 2012

EN EL LENGUAJE MISTERIOSO DE TUS OJOS




En el lenguaje misterioso de tus ojos
(Manuel Corona)


Marlene María Pérez Mateo

Esta es una de esas ocasiones en las que la mesa se viste con mantel largo. Como tal un lujo; uno de los tantos que engalanan el devenir de la cultura en Cuba.

 Acaeció el 15 de octubre de 1918 en un solar (Una especie de edificación donde viven varias familias) habanero: “Las Maravillas”. Punto de encuentro para los trovadores cubanos  de entonces, pues en ella radicaba una de sus artífices: María Teresa Vera.

 Don Manuel Corona Raimundo (1880-1950), villareño y antiguo torcedor de tabacos, se había trasladado a la capital cubana a finales del siglo XIX. Finalizaba la guerra de independencia y la República nacía. Bajo el influjo de las lecturas en las tabaquerÍas y aunque con una formación escolar exigua, Corona se acercó al mundo de la música, asesorado por su supervisor laboral. De allí pasó a la vida bohemia; luego a las tertulias y peñas. Su carisma como compositor tuvo su prueba de fuego. Era para entonces nombrado “Contestaciones” un modo de preguntas y respuestas cantadas de manera improvisada e informal entre músicos. Corona, Garay, Saquito y otros, fundieron junto con la espontaneidad y la frescura de lo popular, la premura en cumplir bajo una temática dada su sentir.

  Con tal entrenamiento y su acerbo cultural de tabaquería cubano, Corona conoció en la ya citada dirección de la metropolitana capital a Longina O'Farril. La entonces joven  poseía una belleza impresionante y según se testimonia era elegantísima. Dos meses después en la mencionada fecha le fue entregada, por su autor Corona, la canción titulada con su nombre y le inmortalizaría.

  “Longina” es un piropo escrito en 18 versos; un largo y melodioso halago. Este poema hecho canción o esta canción hecha poesía es una muestra del buen hacer del sencillo y sabio trovador popular cubano. La trova eran hombres y mujeres simples de pueblo, mas de las veces humildes y con escasa formación académica. Capaces de mucho por el substrato de una cultura milenaria donde vivieron en esa sabiduría mas valiosa que cualquier acreditación.

   La Senora 'Ofarril murió en un Hogar de Ancianos; y Corona en el olvido y la miseria. Ya muy anciana un joven, guitarra en mano, le cantó la obra por ella inspirada. No se inmutó; su salud no se lo permitía. Longina fue cantada por María Teresa Vera por primera vez y luego por muchos en sus 96 años de existencia. La obra es una bellísima muestra de caballerosidad. Valdría para muchos aprenderla. 

Marlene María Perez Mateo
Serie Música Cubana
Junio 20, 2012

Youtube: “Longina” en la voz de María Teresa Vera y Lorenzo Hierrezuelo,

DE MAMEYES Y ZAPOTES


De mameyes y zapotes

Zapote, una fruta muy delicada

Edén Valera
Especial para El Universal, Venezuela.

Originario de las tierras bajas de América Central, su cultivo está extendido desde el sur de Florida (Estados Unidos) hasta Ecuador y Brasil, y desde el nivel del mar hasta los 600 metros de altitud. El zapote (Pouteria sapota) es un árbol con frutos deliciosos.

Su denominación científica es el nombre latinizado de dos vocablos indígenas con los que se designaban algunas especies de la familia de las sapotáceas, al cual pertenece. En nuestro país, (Venezuela) donde el zapote es conocido como zapote- mamey, mamey colorado y yuco, se cultiva en las zonas bajas del norte y occidente, especialmente en Maracaibo.

Es un árbol de 12 a 30 metros de alto con tronco recto de corteza interna intensamente rosada, con olor a almendras y sabor amargo, que produce una abundante cantidad de látex blanco, y con flores blancuzcas.

Se propaga mediante semillas, pero debido a las variaciones en los frutos de las nuevas plantas, actualmente se utiliza la multiplicación por injerto de los árboles que produzcan los frutos más exquisitos.

Es una planta que necesita de 7 a 8 años para empezar a producir, fructifica de diciembre a abril, y para su óptimo desarrollo requiere de suelos húmedos y cálidos. En buenas condiciones puede producir entre 136 y 250 kilos al año. El fruto, que pesa entre 400 gramos y un kilo, tiene forma ovoide, de 8 a 20 cmts de largo, con corteza rugosa, dura de color marrón a rojizo; con pulpa de color rojo a amarillo o rosado, dulce, con un aroma característico, que cuando está verde tiene pequeñas cantidades de látex; con una o dos semillas grandes, negras o marrones, brillantes y lisas.

Para el chef zuliano Néstor Amesty, desde el punto de vista culinario, el zapote es un fruto de sabor dulce y aterciopelado, de textura cremosa y aroma frutal inconfundible; es una de las grandes maravillas de las frutas tropicales y se consume en toda Venezuela principalmente en jugos y batidos.

El zapote es uno de los frutos más balanceados y completos desde el punto de vista dietético, ya que contiene fósforo, hierro y calcio, vitaminas A, B y C, así como proteínas y carbohidratos, y es bajo en grasas.  Su poder nutritivo es tan alto que se cuenta que las tropas del conquistador español Hernán Cortés pudieron subsistir durante la marcha de Ciudad de México hasta Honduras, gracias a su consumo.

Los principales exportadores de zapote son Guatemala, Alemania, Italia, Francia, República Dominicana, Holanda y Reino Unido.

(Reproducido de El Universal, Venezuela).


Piña, mamey y zapote

En Cuba ha existido siempre la discusión de cuál es el verdadero nombre del fruto que para muchos es “mamey” y para otros  “zapote”. Y la muy Real Academia de la Lengua Española no nos ayuda  a encontrar la verdad a través de su Diccionario oficial, pues las definiciones que nos ofrece son bastante ambiguas.

Ejemplo, para “mamey” nos dice que es palabra de de origen taíno y que se trata de

1. m. Árbol americano de la familia de las Gutíferas, que crece hasta 15 m de altura, con tronco recto y copa frondosa, hojas elípticas, persistentes, obtusas, lustrosas y coriáceas, flores blancas, olorosas, y fruto casi redondo, de unos 15 cm de diámetro, de corteza verdusca, correosa y delgada, que se quita con facilidad, pulpa amarilla, aromática, sabrosa, y una o dos semillas del tamaño y forma de un riñón de carnero.  2. m. Fruto de este árbol.

3. m. Árbol americano de la familia de las Sapotáceas, que crece hasta 30 m de altura, con tronco grueso y copa cónica, hojas caedizas, lanceoladas, enteras y coriáceas, flores axilares, solitarias, de color blanco rojizo, y fruto ovoide, de 15 a 20 cm de eje mayor, cáscara muy áspera, pulpa roja, dulce, muy suave, y una semilla elipsoidal de 4 a 5 cm de longitud, lisa, lustrosa, quebradiza, de color de chocolate por fuera y blanca en lo interior.  4. m. Fruto de este árbol.

O sea, que mamey se llama tanto el árbol como su fruto. Ah, pero que lo mismo es un árbol americano de la familia de las Gutíferas, con fruto casi redondo, de corteza verduzca, pulpa amarilla, aromática y sabrosa, que otro árbol,  especie americana de la familia de las Sapotáceas, con fruto ovoide, cáscara muy áspera, pulpa roja y semilla elipsoidal, lisa, lustrosa, de color de chocolate…  Resumen: que a estos dos árboles distintos y a sus distintos frutos los podemos llamar indistintamente -valga la redundancia- mameyes. ¿Hemos aclarado algo? No.

Entonces, sigamos consultando el Diccionario de la RAE y busquemos su definición de “zapote”:

¡Ja!  Zapote también puede ser dos cosas y el origen de la palabra está en el náhuatl “tzapol”, con el que se denominaba  cualquier fruto de sabor dulce. Para el DRAE, zapote es:

    1. m. Árbol americano de la familia de las Sapotáceas, de unos diez metros de altura, con tronco recto, liso, de corteza oscura y madera blanca poco resistente, copa redonda y espesa, hojas alternas, rojizas en racimos axilares, y fruto comestible, de forma de manzana, con carne amarillenta oscura, dulce y aguanosa, y una semilla gruesa, negra y lustrosa. Está aclimatado en las provincias meridionales de España.   2. m. Fruto de este árbol.

Y también…

chico ~.
1. m. Árbol americano de la familia de las Sapotáceas, de unos 20 m de altura, con tronco grueso y recto, de corteza gris verdosa y madera blanquecina, copa piramidal, hojas lanceoladas, persistentes, algo lanuginosas por el envés, flores blancas en umbelas, fruto drupáceo, aovado, de unos 7 cm de diámetro, con la corteza parda, dura y desigual, y la pulpa rojiza, muy suave y azucarada, y semillas negras, lustrosas, con almendra blanca y amarga. Destila un jugo lechoso que se coagula fácilmente2. m. Fruto de este árbol.

Por lo que no sería muy desacertado entonces considerar que la sabiduría popular ha sabido desfacer este entuerto al referirse a ellos como  “mamey colorao” y “mamey amarillo” y que así se acaben las discusiones entre cubanos del este y el oeste de la isla.

" Mira pa' eso que cosa más grande, chico"

Humberto Estrada

Recuerdo cuando en la Florida no se conseguía un mamey porque según decían, las autoridades de agricultura prohibían su cosecha alegando que la semilla servía para hacer una droga maligna, hasta que por la insistencia de los cubanos que traían semillas escondidas,  y a los que les decomisaban las matas muchas veces, y les cortaban una mata que con mucho esmero habían crecido en el patio. 

Llegaba la autoridad y decía al propietario en Haialeah: «Ud. no puede tener esa mata, la vamos a tumbar», La Sra. decía: «Ay, pero una mata tan linda, ¿y por qué? -«La semilla produce drogas,  señora» 

 -«Ay, no me diga, y de qué es la mata? porque yo ni sé cómo se llama, allí nació y yo la dejé [soy inocente].  Ave María, Dios mío, ¡qué barbaridad una mata tan linda (@#$%), qué gente tan mala!
   
Al fin, algún cubano logró convencer al Departamento de Agricultura que esa mata no era mala, que la fruta era deliciosa, y que si le llevaba a su Sra. un batido de mamey con una media noche, ésta lo perdonaba por llegar tarde de alguna aventurilla. Y fue entonces que se permitió crecer las matas, y hubo un señor que empezó un cultivo, (Debe haber importado posturas, desde Santo Domingo, y vendía los mameyes carísimos, pero no vendía las semillas. ¡Por fin en Miami todos los cubanos pueden vivir felices y orgullosos del mameyazo que les dio la mata del patio!

 Tengo que explicar a los no cubanos, que mameyazo, que  en este caso quiere decir un mamey grande,  también mameyazo se dice de un golpe fuerte que deja un chichón en la cabeza.

 Hay mamey “colorao”  y mamey amarillo.  Creo que allá –en Cuba- al amarillo le decían zapote, y mamey al colorao, pero allá a veces de un lugar al otro los nombres cambian . Tenemos el caso de la papaya, que en algunas partes de la isla se le decía fruta bomba,  y nunca se supo cuál de las dos era más sabrosa. Mucha gente no sabía la diferencia, la fruta bomba es mas amarilla por dentro, y más redonda, mientras que la papaya es más rosada y alargada. A mi me gusta ésta más, me parece más dulce.

Anónimo  11/26/2012 

"A según" sé papaya y fruta bomba no son dos frutas distintas sino la misma fruta. Su nombre verdadero es papaya. "Fruta bomba" es una invención habanera adoptada también en otros lugares del oeste de Cuba, muy finodos ellos.

FALLECE JUAN CARLOS CALDERÓN



Fallece el compositor musical
Juan Carlos Calderón


El compositor, productor, intérprete y arreglista Juan Carlos Calderón ha muerto en la madrugada de ayer domingo por una insuficiencia cardiaca en una clínica madrileña en la que llevaba cuatro semanas ingresado, según informó a Efe un portavoz de la familia.
 
Nacido en Santander en 1938, empezó su carrera musical formando parte de un cuarteto de de jazz en su tierra natal en 1960. Tres años más tarde se traslada a Castellón donde graba su primer disco y en 1968 publica «Juan Carlos Calderón presenta a Juan Carlos Calderón» con el que gana el Premio Ondas.

Tras éste éxito se convierte en arreglista para varias canciones de Joan Manuel Serrat, entre ellas «La, la, la», y Luis Eduardo Aute. Sus siguientes colaboraciones se centraron en Nino Bravo, para quien compuso uno de sus grandes éxitos, «Cartas amarillas», además de otros temas como «Por qué», «Vuelve» o Arena de otoño». Se encargó asimismo de realizar los arreglos de «Libre» y «América».

Éxitos en Eurovisión y la OTI
Compagina su trabajo de compositor con su banda de jazz. Durante estos años acompañó a músicos de la talla de Donald Byrd, Stephn Grapelli o Bill Coleman. En 1969 actuó en el Palau de la Música de Barcelona con la banda de 17 músicos Jazz Tet, con Pedro Iturralde como solista. Tras el éxito grabaron «Bloque 6», premio al mejor disco de jazz en EE.UU.

Entre 1969 y 1980 se convierte en el productor de todos los discos del grupo Mocedades, así como compositor de muchos de sus temas en esa etapa. En 1973 les compone «Eres tú», la cual quedó segunda clasificada en el Festival de la Canción de Eurovisión 1973, una canción de la que se vendieron 1 millón de copias en Estados Unidos en castellano. Se considera uno de los mayores éxitos de la historia del festival, siendo votado en una gala especial en 2005 como el decimoprimer mejor tema de los casi mil que habían pasado en los 50 años de certamen hasta la fecha, habiendo sido versionado por decenas de cantantes.

En 1978 compone de nuevo un tema para Eurovisión, «Tú volverás», interpretado por Sergio y Estíbaliz. Ese mismo año queda en segunda posición como compositor del Festival de la OTI con «Amor de medianoche» interpretada por Cecilia. Pondría música a varias películas como «Las adolescentes» (1975), «La miel» (1979), o «La familia» bien gracias (1979).

Ya en 2007 colaboró con el cantautor Camilo Sesto, en el álbum Entre amigos, para el que compuso «Vístete de blanco» y «Perdona, Perdona» arreglando también varios temas. En Venezuela, Juan Carlos Calderón, alcanzó un alto nivel de popularidad en el año 1982, tras grabar ese año un álbum con temas para la cantante venezolana Marlene. El disco fue todo un éxito de ventas en ese país. Calderón declaró entonces que «en esta producción está lo mejor de mí en los últimos años y Marlene lo ha sabido captar de forma espectacular».

A finales de la década de los 70 y principios de los 80 compuso varias piezas que se convertirían en éxitos en la carrera del cantante mexicano más popular de la época José José, con temas como «Buenos días, amor», «Ahora o Nunca» y «Siempre te vas», entre otros.

Número 1 en Estados Unidos

Posteriormente se instala en Estados Unidos donde conoce al célebre trompetista, músico y productor californiano Herb Alpert para quién compone una serie de melodías que se editaron en el disco «Fandango» en el año 1982, entre ellas la canción que le da nombre al disco y «Route 101» que alcanza el número 1 en las listas de jazz de Estados Unidos, obteniendo además bastante éxito en Iberoamérica y Japón.

En 1985 compone una nueva canción para Eurovisión, «La fiesta terminó» que interpretará Paloma San Basilio en Gotemburgo. En 1986 colabora en el lanzamiento del grupo cántabro Bohemia, que representó ese año a España en el Festival OTI. Cuatro años más tarde regresa al festival consagrándose como el compositor español con mayor número de participaciones en este concurso, para escribir «Nacida para amar» que Nina llevó al sexto lugar. Esta canción sería después, con nueva letra, versionada por Luis Miguel con el título «Amante del amor».

Durante los años 1990 se encargó de producir el exitoso álbum de «Nino Bravo 50 Aniversario», en el que gracias a la técnica el desaparecido artista sumaba su voz con la de cantantes actuales. El éxito del disco generó otro disco más del mismo cantante, «Duetos 2», además de otros álbumes de duetos protagonizados por la también fallecida Cecilia, «Desde que tú te has ido» o el mexicano José Alfredo Jiménez.

El cantante Luis Miguel ganó su primer Grammy con «Me gustas tal como eres», compuesta por Calderón, quien colaboró como productor en los siguientes trabajos del artista mexicano y escribiendo para él sus baladas más famosas.

En 2010, Juan Carlos Calderón recibió el Premio de Honor de la XIV Edición de los Premios de la Música, galardón concedido por la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música.

Reproducido de ABC, Madrid