11 de julio de 2017

El antiguo Palacio de los Capitanes Generales

El antiguo Palacio
de los Capitanes Generales

El Palacio de los Capitanes Generales, en la actualidad Museo de la Ciudad, se encuentra ubicado en “La Habana Vieja”, junto a la antigua “Plaza de Armas”. Ocupa toda una manzana y está considerada la obra de mayor importancia arquitectónica de todo el desarrollo barroco en Cuba. Fue edificado en el lugar donde se encontraba la antigua Catedral de La Habana y su construcción comenzó en el año 1776.

En efecto, en el lugar donde hoy está emplazado el palacio ya existía en 1574 un pequeño templo católico.  Algunos historiadores afirman que esta iglesia fue la incendiada por el pirata Jacques de Sores en 1555. La primitiva iglesia llegó a ser verdaderamente rica en obras y esculturas convirtiéndose en Parroquial Mayor.[ ]  

En 1741 resultó seriamente dañada  por la explosión del navío Santa Bárbara, que estaba atracado en el cercano puerto de La Habana. Fueron tantos los daños que hubo que demoler la iglesia, por lo que la Parroquial Mayor fue trasladada a la zona conocida como La Plazuela de la Ciénaga, propiedad de la orden de Padres Jesuitas.   

Durante la época del Marqués de la Torre, gobernador español, sobre los escombros de la edificación se comenzó en 1776 la construcción de la Casa de Gobierno, la que se terminó en 1792, bajo el mandato de don Luis de las Casas, convirtiéndose en la residencia de los gobernadores coloniales de la isla.[ En ella vivieron, sucesivamente, 65 Capitanes Generales enviados por España para gobernar en Cuba.  

El edificio albergaba además de la Capitanía General, otros departamentos estatales y particulares. La planta alta con vistas a la Plaza de Armas, estaba ocupada por la oficina del Gobernador; en la parte que da a la calle Obispo se encontraban las oficinas del Ayuntamiento Municipal, y los entresuelos y la planta baja fueron ocupados por comerciantes y escribanos que alquilaban a plazos sus oficinas. El ala norte que mira hacia la calle Mercaderes fue destinada a la cárcel pública, luego esta sección fue ocupada por la Real Audiencia, donde se celebraron  frecuentes congresos con fuertes debates de instituciones criollas como la Sociedad Económica de Amigos del País o la llamada Junta de Fomento.

En el patio interior del palacio está enclavada una estatua de Cristóbal Colón, colocada en este lugar en el año 1862.  El edificio    ocupa toda una manzana,  tiene forma de cuadrilátero y mide 22 metros de alto.

Por su importancia para la Corona, casi todos los materiales con que fue construido fueron importados: ladrillos de Málaga, hierros de Bilbao y mármol de Génova. Las 10 columnas de su portal, de piedra labrada y que forman a su vez nueve arcos iguales, son de mármol de Carrara y adornan la entrada principal del palacio, sobre la que destaca la Corona Real española con el escudo y el collar de la Orden del Toisón de Oro.

Al terminar en 1898 el dominio colonial español sobre Cuba, el Palacio de los Capitanes Generales fue convertido en residencia y oficinas de las autoridades norteamericanas hasta el término de su intervención el 20 de mayo de 1902.  A partir de entonces pasó a llamarse Palacio Presidencial y en él se alojaron los presidentes de la nueva república hasta llegado el año 1920. Fue Mario García Menocal, entonces Presidente de la república, quien decidió la construcción de un nuevo y mas amplio edificio, por lo que el antiguo Palacio de los Capitanes Generales pasó a ser sede del Ayuntamiento de La Habana.

En 1967 el régimen castrista lo convirtió en Museo de la Ciudad de La Habana, con 40 salas de exposiciones permanentes, dedicadas a preservar la memoria de las gestas independentistas cubanas y el fragor de la búsqueda de la identidad nacional. Sus ambientes habitacionales rememoran épocas señoriales y recrean espacios interiores con el encanto de notables colecciones.  

La historia de Cuba está reflejada en las diferentes salas de exposiciones. La Sala de las Banderas expone las enseñas nacionales más importantes de las guerras de independencia, entre estas la que trajo Narciso López  en 1850 o la de Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria, y las que presidieron numerosos actos de los clubes de exiliados cubanos en Tampa y Cayo Hueso. Otra de las salas expone armamento mambí utilizado en las diferentes contiendas, pinturas alegóricas a los próceres independentistas y pertenencias de los héroes de la manigua.[ ]

Algunas salas se han destinado a mostrar la decoración colonial del palacio, con piezas de alto valor, un ejemplo elocuente es el llamado Salón Blanco que cuenta con lujosos espejos venecianos. El espacio más visitado en el museo es el Salón del Trono, construido imitando al gran salón del Palacio Real de Madrid, que  cuenta con exposiciones de joyas y vajillas pertenecientes a numerosas figuras históricas como la zarina rusa Catalina la Grande, y obras pictóricas de consagrados artistas cubanos como Leopoldo Romañach, Armando Menocal, Víctor Manuel, Amelia Peláez, Mariano Rodríguez, René Portocarrero y Wifredo Lam.

El Palacio de los Capitanes Generales, ahora Museo de la Habana, guarda también entre sus muros la escultura original de la Giraldilla, símbolo oficial y legendario de la ciudad, réplica de la que se conserva en el Castillo de la Fuerza oteando el horizonte, para preservarla de los rigores de agentes externos que llegarían a destruirla.


1 comentario:

  1. Anónimo7/16/2017

    No se con precisión paro me parece recordar en el Palacio de los Capitanes Generales se guardaron los restos mortales de Cristobal Colon, luego de la independencia de la República Dominicana. Marlene M

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