Padre Nuestro
Aunque a primera vista no exista
respuesta,
seguiré rezando y hablando contigo.
Aunque pasen los días y las nubes
sigan presentes.
Aunque discurran las noches y las
estrellas no brillen.
Aunque amanezca la aurora y el rocío
no me sorprenda.
Aunque pida calma y las tormentas
asolen mi alma..
Confiaré en Ti, Señor, porque eres
palabra que nunca falla.
Eres tesoro y eres vida, eres ilusión
y eres esperanza.
Eres futuro y eres presente.
Eres amigo que, en la oración, consuela, levanta,
anima, recompone, fortalece y se
entrega.
Contigo, Señor, hasta la muerte.
Contigo, Señor, a tiempo y destiempo.
Javier Leoz
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