13 de marzo de 2014

MENU CUARESMAL


 
MENÚ CUARESMAL
Recetas al alcance de todas y todos

TENER A MANO:
Abrelatas, para abrir corazón endurecido.
Cuchillo, para cortar vicios.
Destapador, para destapar lo atorado en la relaciones familiares.
Colador, para pasar por alto las ofensas y purificar intenciones.
Delantal, para el servicio.

Abstenerse de comer prójimo (chismes, murmuraciones y calumnias)
Quitarle condimento a los desquites.
Evitar consumir altas grasas de egoísmo.
No tomar vinagre, que pone de mal humor.
Lavar bien el corazón para que no se infecte de la cólera.
Evitar el consumo excesivo de picantes, para no "picarse" y decir maldiciones.
Evitar el camarón, porque adormece la conciencia, y "camarón que se duerme se lo lleva la corriente".
No tomar postres congelados que congelen el afecto.
Evitar comer pan de muertos -de envidia.

MENÚ RECOMENDADO:

Como plato fuerte: exquisita caridad para con el prójimo.
Caldo de atención a los desamparados y enfermos.
Ensalada de detalles de afecto para los suyos.
Pan abundante para compartir con el hambriento.
Vino de alegría para convidar a los tristes y desanimados.
Sopa de letras para escribir más seguido a familiares y amigos.
Sopa de zanahoria para ver con buenos ojos a los demás.
Pan bendito para los afligidos , ya que "las penas con pan son menos".

DE POSTRE, SE RECOMIENDA:

Perita en dulce, para ser buena persona.
Yogurt de guayaba, para repetir gestos de perdón.
Naranja dulce y limón partido "dame un abrazo que yo te pido" (abrazar a los seres
queridos, y darles muestras de aprecio verdadero, no de chocolate).

Y no olvides:
"Donde come uno comen dos" y "échale siempre más agua a la sopita".
Comparte tu vida con otras personas.

Finalmente el Chef celestial recomienda sobre todo el alimento espiritual:

"EL QUE COME MI CARNE Y BEBE MI SANGRE,
TIENE VIDA ETERNA".

Remitido por Joe Noda

12 de marzo de 2014

Televisión hispana: Acento neutro ¿o mexicano?



Televisión hispana 
en EEUU:
Acento neutro
¿o mexicano?

Por Dania Ferro
Diario Las Américas, Miami

Nacer con el don de la actuación. Crecer creyéndote con destreza para interpretar personajes. Demostrar tu disposición para entregarte a tu vocación por completo. Probar la experiencia suficiente. Tener un talento notorio. Conseguir ser el actor más auténtico y reconocido de tu país.

Podrías estar casi seguro que con todo este currículum sería difícil o casi imposible que te rechazaran o te negaran la oportunidad del protagónico en la novela que has estado esperando.

Pero, ¡sorpresa! Hay una condición fundamental y obligatoria impuesta hoy en día por Televisa (la compañía de medios mexicana -privada- más grande en el mundo de habla hispana) y es el acento neutro.

Pero la pregunta es: ¿acento neutro como las películas traducidas al español o acento mexicano formal? Yo diría que la balanza se inclina más por el segundo.

Las grandes televisoras mexicanas han encontrado la excusa perfecta para defender su normativa: necesitamos conquistar la teleaudiencia latina en los Estados Unidos. Pero, ¿será cierto que quieren seducir a los espectadores latinos en general, o sólo están interesados en mantener contentos a un público, que ya tienen garantizado?

Porque según informes del centro Hispano Pew, los mexicanos representan el 64% de la población latina. Se calcula que viven más de 13 millones de mexicanos en este país. Hay más mexicanos que cubanos en toda la isla de Cuba. Son como un país dentro de otro; siguen siendo el grupo hispano con mayor presencia en los Estados Unidos.

¿No será entonces que estos últimos datos sí conforman los pretextos efectivos para que Televisa continúe ofreciéndole el 70% de toda su programación a Univision? ¿No será ésa la verdadera justificación para aplicar el conveniente acento mexicano formal o será que los mexicanos son los únicos que no toleran, no entienden, ni gustan de otras entonaciones?

En la novela mexicana, "Cuidado con el Ángel", mientras a Williams Levy, le exigían hablar con un español neutral, Maite Perroni en su papel de Marichui se dio gusto usando todos esos dichos y modismos mexicanos. Y como ésa, pudiera mencionar otras novelas en las que se les escapan a los actores mexicanos expresiones típicas de su país.

Soy de las que ama todos los acentos en general. Me encantan.
Soy defensora de ellos. Son nuestras tradicionales y pintoresca frases las que nos hacen únicos y diferentes. ¡Es tan lindo que pronunciemos unas palabras y que ya por ellas los demás no tengan ni que preguntar de qué país venimos!

Pero, ¿por qué forzar a que un actor argentino, peruano, cubano, adquiera esa sonoridad mexicana? ¿Por qué restringir la variedad? ¿Por qué encasillarlos y quitarle la frescura a nuestro rico español? ¿Por qué pretender que la inmigración no existe y que todos los personajes viven en México o en Miami? Al ser obligados a hablar como mexicanos siento en ocasiones que los actores no parecen naturales.

En Miami hay actores venezolanos, cubanos, colombianos, argentinos suficientes para conformar un elenco completamente diferente. Esa lista nos salvaría y podríamos sentarnos a disfrutar de caras diferentes. Estamos exhaustos de la temática constante del rico, y la pobre, los hijos perdidos y las villanas malas y envidiosas. Hay actores buenísimos trabajando de cajeros en supermercados y escritores excelentes que no les ofrecen oportunidad.

La mayoría de los actores extranjeros (que no son mexicanos) que vemos por Telemundo o Univisión, siguen siendo unos pocos privilegiados. Estoy segura que en las calles de Miami podríamos encontrar actores con intelecto suficiente, pero “sin padrinos” y sin ser capaces de incorporar en los casting el acento neutro, no habrá posibilidades...

En este invento moderno, del famoso o fastidioso “acento neutro”, habrá muchos actores que se salven, y otros que se fastidien, o queden al campo. No tienes que haber estudiado en la universidad para darte cuenta que los redimidos serán los actores mexicanos, y los perjudicados, todos los demás actores de mundo, que no lo sean.

Si sueñas con triunfar en México lindo y querido como actriz, más te vale que busques recomendación y te integres, siguiendo el ejemplo de esos actores conocidos, a los que no les ha quedado más remedio que someterse, y acostumbrarse a la idea de tener que hablar como uno más, de ese chico país.
 
Y si de cautivar al público se trata, creo que Televisa tendrán que esforzarse más para ganar la sintonía de los que piensen como yo…

11 de marzo de 2014

11-M: Cuando Madrid conoció el silencio




11 de marzo de 2004,
cuando Madrid conoció el silencio


Javier Ors
La Razón,  Madrid.

Lo último que pierde un loco es la capacidad de razonar. El XX ha sido un siglo prolífico en justificaciones racionales de actos irracionales, dando vigencia a aquello que enunció Francisco de Goya de que la razón produce monstruos.

Algunos de los mayores actos criminales de la centuria pasada han estado sustentados por un aparato teórico, por un intento de pasar por el cedazo de la lógica lo que no tenía amparo cabal alguno. No existe ninguna causa o motivo que respalde un asesinato, quitarle lo único que una persona posee: la vida. Y, sin embargo, jamás se han derrochado tantos esfuerzos en conseguirlo.

La historia, la religión, la política o cualquier otra trampa ideológica se han manipulado, tergiversado o dado la vuelta para fomentar odios, orgullos equivocados, prejuicios anacrónicos, rencores generacionales o disparatados choques, como el de Oriente y Occidente. Y todo con una única meta: cargar un arma o detonar una bomba.

Ha ocurrido en todas partes, sin distinción de países o continentes.

Entre las 7:30 y las 7:40 horas, cuatro trenes explotaron en Madrid. Dejaron 191 muertos y 1.858 heridos, demostrando a todos que la violencia es una estrategia equivocada, un camino tapiado que no lleva a ninguna parte. El atentado estuvo dirigido, como en infinitas ocasiones, como el pasado se encarga de recordar, contra la población civil inocente, los trabajadores que esa mañana se levantaron para incorporarse a sus empleos. Lo que encontraron resultó un acontecimiento imprevisto que iba a segar su cotidianeidad, a poner un antes y un después en sus existencias con nombre propio: el 11-M. (Once de marzo).

Diez años después, en la ciudad todavía pervive la cicatriz de una tragedia que afectó a todos. Y es capaz de evocar el ruido de aquellas explosiones, pero, sobre todo, el silencio posterior que se extendió por las calles y las plazas como una bruma invisible que envolvía edificios, manzanas y plazas.

Casi todos los testimonios recuerdan la ausencia de ruido de una ciudad ruidosa, que tiende al jaleo en tráfago diario y nocturno, que tiene en la alegría una de sus señas de identidad. Los que no creen en la democracia y la libertad intentaron quitar la palabra a los que pretenden aniquilar, dejarles sin nada que decir.

Una década después este país no olvida aquel silencio, pero tampoco ha quedado mudo. Y, por supuesto, sigue en democracia y libertad.

10 de marzo de 2014

El legado de Chávez



Un año después de la muerte de Chávez,
la cubanización forzada de Venezuela

 por Carlos Alberto Montaner
ABC, Madrid


¿Cuál es el legado de Hugo Chávez? Al fin y al cabo, gobernó a su antojo durante catorce años (1999-2013). El periodo más largo de la historia de Venezuela, exceptuado Juan Vicente Gómez (1908-1935), otro militar de mano dura que se murió mandando. Digámoslo rápidamente: la herencia que les dejó a sus atribulados compatriotas fue la cubanización de Venezuela.

   El 5 de marzo del 2013 se anunció la muerte de Hugo Chávez. Se cumplían 60 años exactos de la de Stalin. Chávez estaba clínicamente muerto desde mucho antes. Tal vez desde el 29 de diciembre anterior, cuando lo operaron en La Habana, pero lo mantuvieron artificialmente "vivo”, con el encefalograma plano, conectado a máquinas que estimulaban los latidos de su inútil corazón.

   Durante ese periodo, el gobierno cubano se dedicó febrilmente a organizar la transmisión de la autoridad en Venezuela. No podían desconectarlo hasta tanto no tuvieran todas las riendas del poder en las manos. Los Castro defendían subsidios por trece mil millones de dólares anuales, incluidos unos cien mil barriles diarios de petróleo, de los cuales Cuba reexporta la mitad.

Era importante prolongar el control del rico país sudamericano mientras se pudiese. En Venezuela se cumplía el destino trágico de las colonias:  nutrir a la Metrópolis. más o menos como los insectos cautivos alimentan a las tarántulas que los van devorando lentamente.

   Lo extraño, en este caso, es que el insecto es mucho mayor que la tarántula. ¿Cómo una pequeña, improductiva y empobrecida isla caribeña, anclada en un herrumbroso pasado soviético borrado de la historia, puede controlar a una nación mucho más grande, moderna, rica, poblada y educada, sin que siquiera haya existido una previa guerra de conquista? La clave de esa anomalía está en Chávez.
  
Caudillo
El axioma funciona así:  Hugo Chávez se convirtió en el caudillo de Venezuela. Un caudillo es alguien que voluntariamente o por la fuerza asume el liderazgo para dirigir a una sociedad en la dirección que él decide.  Entre las prerrogativas del caudillo está la de transferir su autoridad a otra persona o entidad.  Al borde de la tumba, presionado por los Castro, Chávez, admitió la designación de Nicolás Maduro, sugerida por La Habana.  Ergo, de facto, Cuba es el gran poder en Venezuela.
  
Este vasallaje contra natura comenzó en 1994, cuando Hugo Chávez conoció a Fidel Castro y el cubano lo sedujo, pero se selló totalmente a partir de abril de 2002, cuando el ejército venezolano le dio un golpe a Chávez y lo obligó a renunciar, al menos durante 48 horas.

   A partir de ese episodio, Chávez no creyó nunca más en sus compatriotas, políticos o militares, y se entregó totalmente en las manos de “los cubanos”. ¿Qué le daban los cubanos?  Una visión, un método y una misión, pero, sobre todo, informes de inteligencia sobre políticos, periodistas y militares.  Detectaban o magnificaban deslealtades y se las revelaban.  La información era poder. Cuba reunía y entregaba toda la información, subrayando los peligros para que Chávez estuviera eternamente agradecido.

   Nadie conocía mejor los secretos de las tribus chavistas, muchas de ellas mal avenidas, que los cubanos.  Lo conocían todo:  los delitos de los narcogenerales, los robos de la boliburguesía, las infidelidades de los supuestos aliados, la conducta íntima de los jefes, sus familias, sus hijos. Esa información podía destrozar a cualquiera que se les opusiera.

Dossier con inmundicias

Ese poder siniestro convertía a La Habana en el único factor aglutinante.  Las tribus chavistas le temían.  Las sujetaba firmemente por la entrepierna.  Como en los versos de Borges, los unía el espanto.  Cuando alguien se rebelaba contra su autoridad, le entregaban el dossier de sus inmundicias o le deslizaban un par de datos. No hacía falta más.

Cuando desconectaron a Chávez, ya Maduro había sido ungido, violando la Constitución.  Era el hombre de los cubanos.  Se había graduado en La Habana en la Escuela del Partido. No era un político, ni un militar, ni una figura de peso.  Era un monigote al servicio de Cuba. Era el legado de Chávez.

Remitido por Blanca DePriest