11 de septiembre de 2014

Reflexión


Había una vez cuatro individuos que se llamaban
Todo el mundo - Alguien - Cada uno - y Nadie....

Había un importante trabajo que hacer,
y se pidió a Todo el mundo hacerlo.

Todo el mundo estaba seguro que Alguien lo iba hacer.
Cada uno podía haberlo hecho, pero en realidad no lo hizo. 

Alguien se enojó porque el trabajo era de Todo el mundo.
Todo el mundo pensó que Cada uno podía hacerlo
Nadie no dudaba que Alguien lo haría. 

Al fin de cuentas, Todo el mundo hizo reproches a Cada uno
porque Nadie había hecho lo que Alguien podía hacer.

MORALEJA

Si se quiere hacer reproches a Todo el mundo,
sería muy bueno que Cada uno

haga lo que se debe hacer, sin tener la esperanza
que Alguien lo hará en su lugar,
porque la experiencia muestra que
cuando se espera a Alguien,
¡generalmente no se encuentra a Nadie!

CONCLUSIÓN 
Se transfiere ese mensaje a Todo el mundo con el fin que Cada uno pueda enviarlo a Alguien sin olvidar a Nadie...

Circula libremente por Internet sin nombre de autor.
Remitido por Joe Noda.

 

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