8 de julio de 2017

LA CONDESA DE MERLÍN

 
La condesa de Merlín

Héctor Maceda Gutiérrez

María de las Mercedes de Santa Cruz y Montalvo, Condesa de Merlín, fue una importante figura de la literatura cubana de la primera mitad del siglo XIX. Vio la luz en el poblado de Jaruco, La Habana, el 5 de febrero de 1789. Procedía de una ilustre familia. Sus padres, Joaquín de Santa Cruz y Cárdenas y María Teresa Montalvo y O’Farril, Condes de Jaruco y Mompox.

Se le considera no solo fundadora de la tradición narrativa y memorialista femeninas de Cuba, sino también como puente del estrecho vínculo creado por ella entre los diferentes intereses que se entrecruzaron en su vida: por un lado Europa, con la cual se identifica por intermedio del lector francés y sus textos en lengua gala y, por el otro, Cuba, su tierra natal con la que se sintió imbricada sólida e intrínsecamente debido al profundo amor que tenía hacia ella.

La condesa de Merlín instaló uno de los salones más cultos y prestigiosos de la época en la capital gala. Conoció a filósofos, poetas, escritores y artistas plásticos de renombre universal. La joven viajó por Alemania, Suiza, Gran Bretaña, EE.UU. e Italia. Contrajo nupcias en 1811 con el general francés Antonio Cristóbal Merlín, conde de Merlín, de quien ella adquiriría el título nobiliario con el que sería conocida en Cuba, los EE.UU. y Europa.

En 1839, al fallecer su esposo fue entonces que se incrementó su copiosa producción literaria al refugiarse en ella. Transcurrido un tiempo regresó a Cuba (1840). Visitó La Habana -su ciudad natal- y mantuvo un enjundioso intercambio epistolar con sus antiguos y presentes amigos parisinos. Estas cartas fueron compiladas en un libro de su autoría, publicado en francés, titulado: “La Havane”.

Su actividad periodística y literaria fue enorme. Colaboró con artículos y documentos en los diarios “El siglo”, “Faro industrial de La Habana” y “El colibrí”. “La Havane” se convirtió en una tribuna para denunciar el daño provocado al desarrollo económico de Cuba debido a los métodos de gobierno empleados por las autoridades españolas en la Isla.

Su obra literaria se extiende, entre otros textos a: “Mis primeros doce años”, “Memorias y recuerdos”, “Los esclavos de las colonias españolas”, “Historia de la hermana Sor Inés”, “Viaje a La Habana”…

La muerte la sorprendió en medio del cenit de su amplia actividad intelectual, a la edad de 63 años, en París, el 31 de marzo de 1852, bajo los cuidados de su hija en el Castillo de Dissay, en las afueras de Poitiers. Sus restos mortales fueron acompañados por un pequeño cortejo fúnebre hasta el cementerio de esa ciudad, donde se encuentran prácticamente olvidados en la actualidad.

Reproducido de convivenciacuba.es

4 comentarios:

  1. Una hermosa e inteligente mujer.

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    1. Fue muy admirada por Gertrudis Gómez de Avellaneda que reconoció en ella a una escritora de vanguardia en un mundo literario casi exclusivo de hombres.

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  2. Anónimo7/08/2017

    Una cubana muy insigne. No se si hay relación de familia con Francisco Javier , Marqués de Jaruco, el geneanologo. Gracias Lolin. Marlene M.

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  3. Es muy probable que si. Sus biografías mencionan que fue hija del Conde de Jaruco, pero ello no nos da seguridad pues se trata de títulos distintos.

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