10 de mayo de 2017

NO HAY NADA NUEVO BAJO EL SOL

Mark Twain
 
No hay nada nuevo bajo el sol

Marlene María Pérez Mateo

«No hay nada nuevo bajo el sol, pero hay muchas cosas viejas que nosotros no sabemos» parafraseaba el escritor y editor norteamericano Ambrose Bierce (1842-1914) con su agudeza habitual a partir de un versículo del Eclesiastés (1,9). Un siglo atrás.

         Con el imparable vaivén donde nadie parece estar en la cima de la ola de la digitalización, es cuestionable si la sabia expresión tiene algún paralelo. No hace mucho, una pequeña recopilación de materiales y experiencias fueron tomando forma para dar respuesta a la interrogante, con la envidiable guía de Mark Twain, otro de los grandes en las letras sajonas.

         El ilustre hijo del Misisipi, en 1898 había escrito «Los quehaceres cotidianos del mundo, visibles para todos y audiblemente debatibles por testigos separados por cualquier numero de leguas..». Era un poco la síntesis de su narrativa corta bajo el titulo “From London Times of 1904”. Era créalo o no una descripción a papel carbón del sistema Internet en su mayor plenitud. Twain  basaba su análisis en una visión a larga distancia y tiempo de un artilugio no muy conocido entonces y olvidado hoy, el telectroscopio, poco mas o menos un telégrafo acoplado a un sistema global de información compartida de sonido, imagen y texto.

         Treinta y cinco lustros antes, el genio de la ciencia ficción (la que se puede escribir con letras mayúsculas) escribió una novela bajo el titulo “ París en el siglo XX”, el París que su bisnieto Jean Verne, vive y que gracias a su gentileza vio la luz en 1989. La descripción del facsímil (fax) pero ante todo del hombre y la sociedad ante la mal utilizada tecnificación. Jorge Luis Borges en 1939 describe en su obra “La biblioteca  total” los esbozos de una enciclopedia digital total, la red mundial de información y la telefonía móvil.  

         Nicolas Tesla, el físico croata, delineó artefactos tales como los smartphones y los smartwash, hacia 1909. Paul Otlet, padre de la documentación, precisó la idea de un sistema total de sonido, texto e imágenes por medio de la telefonía: corría el año 1934. Dos lustros después, Wells tuvo excelente tino al delinear los fenómenos de la memoria digital. Para Orson Scott Card las tabletas y los foros digitales ya tenían forma en 1985. Mucho antes, en 1967, Philco predijo y describió el sistema de correos electrónicos y el comercio digital.

         Mencionar a la matemática e ingeniera analítica inglesa  Augusta Ada Byron, la pionera de la computación en la primera mitad del siglo XIX, seria harina del mismo costal, merecedora otro artículo por si solo. “¿Hay algo nuevo bajo el sol?”

2 comentarios:

  1. Anónimo5/22/2017

    Excelente artículo.
    Gracias Lolita.

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  2. Anónimo5/28/2017

    Gracias a la lector(a) por su comentario. Respetuosamente, la autora

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