Mi Piano
Por:
Elsa M. Rodríguez
Suele
estar en un rincón
Donde
viva una muchacha
Sea
seria o vivaracha
Que
lo toque con pasión.
Otro
no hay como él
Instrumento
tan completo
De
sonido está repleto
Puede
erizarte la piel.
Puede
sonar como un bajo
Y
sin pasar gran trabajo
Con
teclas repetidoras
Parecerse
a tumbadoras.
Pienso
que no verás fin
En
sus melodiosas notas
Que
imitan las de un violín
Las
escuchas y no te agotas.
Tocarás
un pasodoble
Que
escuchaste en una barra
Con
ese instrumento noble
Que
suena como guitarra.
Y
si quieres más sainete
Y
no creo exagerar
Seguro
te va a gustar
Cuando
suena a clarinete.
Su
sonar incluye tanto
No
necesitarás orquesta
Que
solo él dará encanto
Cuando
tengas una fiesta.
Al
fin conocí su alma
Cuando
estudiando tenía
Que
practicar con gran calma
Uno
y otro, y otro día.
Recuerdo
mi gran desgano
Porque
entonces no sabía,
Que
sentada frente a mi piano
Buena
música se oía.
Misael Perdomo Diez Saludos, Elsa. Muy bonito el poema, me gustó mucho; y todo lo que dices del piano es cierto. Lo conoces bien y han pasado horas interminables juntos. Se quedó en el tintero que el piano es el único instrumento que se acompaña a si mismo.
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