24 de febrero de 2013

OBITUARIO, BENITO PRATS RESPALL


Obituario
Benito Prats Respall

Ana Dolores García

En menos de una semana y con profunda pena debo  dar a conocer el fallecimiento de dos amigos entrañables entre sí y ambos  renombrados médicos en Camagüey y en el exilio. 

En las primeras horas de la madrugada de hoy, domingo 24 de febrero, ha fallecido el Dr. Benito Prats Respall a la avanzada edad de 94 años, en la entidad de  Assistant Living en Rockville, MD. donde  residía desde hace años en unión de su esposa Mariana Martínez Rodríguez.

Ejerció la medicina en Camagüey como especialista en Estomagología, y ya en el exilio dedicado a la medicina en general. Por su consultorio en Maryland desfilaron incontables cubanos durante los años difíciles de sus comienzos en estas tierras, y también  hispanos en general, tanto por la confianza que depositaban en sus conocimientos como en el desinterés económico que siempre predominó en su práctica médica. Cuando cerró su oficina particular, ejerció como médico en  dependencias federales para los Veteranos de Guerra hasta la edad de su retiro.

Católico practicante, integró con Mariana un hogar ejemplar donde se formaron para la vida sus siete  hijos: José, Margarita, Benito, Lola, Angelita, Ignacio y Tony, y  cuya  descendencia hoy se ha multiplicado en nietos y bisnietos.  Miembro de la JCU desde sus tiempos en la facultad universitaria de La Habana, dirigió luego en Camagüey durante años la Delegación del Centro Católico de Orientación Cinematográfica, cuya principal actividad lo fue el Cine Club, aquella función matinal dominguera de cada mes, en la que se presentaban y discutían los más destacados filmes.

En el exilio, integró y presidió durante largo tiempo Camagüeyanos Católicos, Inc.  organización cuya finalidad es la de reforzar los lazos con la Iglesia diocesana y a vez promocionar sus actividades mediante la reimpresión  y distribución  de  los Boletines informativos  allá emitidos: el Boletín Diocesano y Enfoque.
  
Me uno al dolor de la familia Prats. De su esposa Mariana, que sólo puede expresar el suyo a través del llanto, de sus hijos y cónyuges, de su hermana,  nietos y demás familiares. Dios recoja el alma de su fiel siervo Benito, y lo tenga ya en la Gloria de su Reino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario