11 de octubre de 2014

Quien fue Ambrosio, el de la carabina

 
Quien fue Ambrosio,
el de la carabina
M.Arrizabalga, abc.es

«Nada sé, amigo mío, de Ambrosio el de la carabina. Nadie hasta ahora, por mucho polvo que haya tragado en archivos y bibliotecas, dio con la partida de bautismo de aquel personaje», dice en «Un paquete de cartas...» Luis Montoto, que se lamentaba en ABC de que «mucha diligencia» había puesto en averiguar quién fue Ambrosio el de la carabina famoso, «pero todo inútil». Aunque no cejaba en su empeño: «Quizás algún día en la Alcana de Toledo o el mal baratillo del Jueves, en Sevilla, tope con polvorosos papeles que den noticias de ese personaje».

¿Qué clase de sujeto que debió ser el tal Ambrosio, cuya carabina dicen las gentes que estaba «cargada con cañamones y sin pólvora»? Ser alguien o algo la carabina de Ambrosio o lo mismo que ésta ha pasado a formar parte del lenguaje como no servir para nada.

En la revista “Por esos Mundos” (Madrid 1900) aparece una versión sobre quién inspiró este dicho: «Ambrosio fue un labriego que existió en Sevilla a principios de siglo (s. XIX). Como las cuestiones agrícolas no marchaban bien a su antojo, decidió abandonar los aperos de labranza y dedicarse a salteador de caminos, acompañado solamente por una carabina. Pero como su candidez era proverbial en el contorno, cuantos caminantes detenía lo tomaban a broma, obligándoles así a retirarse de nuevo a su lugar, maldiciendo de su carabina, a quien achacaba la culpa de imponer poco respeto a los que él asaltaba. Es este el origen verdadero de la popular frase».

De ser cierto este relato, que recogen con recelo en sus libros Montoto, José María Iribarren o Gregorio Doval, el tal Ambrosio habría vivido antes de la fecha que reseña M.V.Z. en «Por esos mundos» porque ya en 1791 la publicación “Espíritu  de los mejores diarios literarios que se publican en Europa” recogía la expresión en la frase «importa lo mismo que la carabina de Ambrosio».

Wenceslao Fernández Flores recogió esta leyenda en su novela “El bosque animado”. En ella el labrador Xan de Malvís, harto de las fatigas del campo y los pocos beneficios que de él consigue, se echa al monte para convertirse en «Fendetestas».

Junto a la carabina de Ambrosio se han forjado otras armas proverbiales, como la espada de Bernardo («que ni corta ni pincha») o el yelmo de Mambrino, con las que poco se puede hacer.

10 de octubre de 2014

Otro 10 de Octubre en el extranjero

Otro 10 de Octubre en el extranjero
Rev. Martín N. Añorga
La historia no es tan solo para recordarla 
sino también para aprender de sus lecciones.  
La historia es voz que alerta, ejemplo que reta,
 experiencia que estimula.
No es un retazo de pasado que insertamos en un esquema
de efímera atención, sino vida de ayer
que tiene que injertarse en la vida del presente.

En estos días de octubre se conmemoran hechos extraordinarios relacionados con Cuba, nuestra patria. Es de nuevo el momento para artículos como éste, de actos y discursos, de versos y arengas. Se trata de darle vigencia de actualidad a la historia, algo así como detenernos y volver la mirada atrás para iluminarnos con el brillo de gloria de nuestros héroes.  Los que veneramos nuestra historia tenemos que echárnosla a cuestas en estas intricadas caminatas del presente.

Estamos ante el 10 de octubre del 2014, a 146 años de distancia de otro 10 de octubre. Las circunstancias entre una y otra fecha son abruptamente diferentes; pero creemos que los principios que sustentaron y aplicaron los héroes de ayer no han quedado eclipsados por el paso recio de los años, sino que nos quedan como compromiso ineludible de la hora de ahora. La historia no se repite; pero se proyecta.

Lo que nos hace falta en el exilio es que unamos la reminiscencia con el compromiso y las heroicidades de antaño con las demandas de estos tiempos. Es decir, que le quitemos el polvo y la mordaza a la historia y dejemos que nos brille y nos hable.

Un análisis elemental nos lleva a la conclusión de que el exilio cubano actual no es homogéneo. Cuando más de dos  millones de personas dejan atrás su tierra, lo más probable es que muchos, en lugar de luchar por un regreso honroso, lo que hacen es insertar en la neo cultura a la que han arribado, sus hábitos, costumbres y estilo de vida, olvidándose de sus raíces o dejando de prestarles atención. El objetivo ya no es regresar a Cuba, sino sembrar a Cuba en el espacio extranjero en el que nos toque vivir. Eso significa que se haga exigua la militancia, esporádico el patriotismo y ausente el sacrificio.

“Yo no olvido a Cuba”, dicen muchos; pero pocos se esfuerzan por restaurar  la patria que han encarcelado en una parcela de la memoria. La función del exiliado, por encima de reponer fortunas, alcanzar buenos éxitos y lograr fama y aplausos, es la de invertir agonías en el deber de la reconquista.  De esto llena anda la historia cubana, y es de esta fuente donde debe saciarse la sed de Cuba que reseca la garganta de los que por ella quieren luchar.

En la Cuba prerrepublicana hubo exiliados que vinieron a Estados Unidos; pero  sin abjurar de sus raíces. El ejemplo supremo es el de José Martí, el que vivió en la pobreza en aras de su sueño de coronar a su tierra con los tesoros de la libertad. De esos héroes hay que copiar el tesón. Claro, tanto ayer como ahora, no todos los que se acogen al destierro ponen de pie su compromiso para con la patria; pero el deber de los que aman a Cuba y servirla quieren, es el de calcar la abnegación de los valientes del 68 y del 95. Los de ahora seremos los del 2014.

Carlos Manuel de Céspedes y Bartolomé Masó, Francisco Vicente Aguilera, “Perucho Figueredo y Francisco Maceo Osorio, fueron, entre otros, los grandes impulsadores de la Guerra de los Diez Años, titanes que conspiraron en contra del baluarte monopolista de España a sabiendas de que los riesgos eran grandes e inminentes. Hoy día los cubanos prefieren retar la enemistad de un tormentoso mar, cancelando el deber de combatir al tirano que ha rodeado la Isla de cadenas y mártires. Se van a la libertad dejando atrás injusticias sin retar. Los patriotas de nuestras guerras emancipadoras sabían del tamaño de sus enemigos; pero también sabían del tamaño del decoro y de la dignidad que les respaldaba para enfrentarse a ellos. Y echaron la pelea.

Hubo sacrificios de todo tipo. Las posesiones se perdieron, la familia quedó relegada, e interrumpidos  los intereses del bienestar material. Recordar el sacrificio heroico de nuestros mártires provoca lágrimas; pero el llanto del rostro se borra con un pañuelo. Lo que de veras necesitamos es que el sentido del sacrificio que ellos enarbolaron se ponga en alto y a toda luz. Un destierro militante, unido, sacrificado y empeñado heroicamente en el proyecto de la libertad patria es lo que necesitamos. Se trata, e insistimos en el estribillo, de traer la historia al escenario en que vivimos, dejándonos de cortejarla detrás de bambalinas.

El factor del tiempo inyecta pesimismo y decaimiento en el ánimo de los débiles. Escuchamos la queja de que los que recién llegan traen más abiertos los bolsillos que el corazón, que los viejos nos hemos plantado en el anacrónico pedestal de hace medio siglo y que Castro ha demostrado su inmunidad y su impunidad, y que lo mejor que hacemos es esperar a que se muera a ver qué pasa. Y mientras tanto la vieja campana de La Demajagua agoniza de afonía. 

Es interesante señalar que los esfuerzos libertarios de Cuba tuvieron siempre su conexión con el exilio. Los que están fuera de la Isla cuentan con más espacios, relaciones y recursos que  los de intramuros, que viven comprometidos con sus ilusiones, en espera de que sus empeños hallen eco en nuestra lealtad patria. La actitud hedonista de gozar de un exilio próspero, y proclamar en programas de micrófono abierto o en tribunas disponibles eso de que “yo no vuelvo a Cuba hasta que sea libre”, es muy bonito; pero el asunto está en preguntar qué hacemos para que esa libertad cuaje en hechos de victoria. El exilio tiene su razón de ser y de hacer.

Hay quienes hablan de medir las fuerzas. La Guerra de los Diez Años nació del  abnegado valor de 37 cubanos. Si se hubieran dedicado nuestros mártires a medir la diferencia que les separaba de España en armamento, tropa y dinero, lo más probable es que se hubieran acogido al fácil refugio de una paciente retaguardia. Pero la honda de David es más poderosa que la armadura de Goliat. Los cubanos no se enfrentaron a lo que otros tenían, sino que se enfrentaron con lo que ellos tenían. Esta lección ha sido desdeñada por un exilio que se ha acomodado a la tesis cobarde de que contra el poderío de Castro no podemos hacer otra cosa que esperar.

Una reflexión final tiene que ver con el viejo tema de la unidad. Reconozcamos que en Cuba, ni con Céspedes ni con Martí, hubo unanimidad combativa. Fueron sabios nuestros patriotas en impulsar la pelea “con los pocos”. Esta inercia de esperar los unos por los otros, y esta fatídica actitud de encerrarnos en nuestra tienda, señalando a los que como nosotros no piensan es actitud que socava nuestra identidad. Las sospechas, infundios, y hasta la hostilidad, tienen que someterse a límites. Yo estoy en contra de los traidores; pero no en contra de los que disienten de mí en método o estrategia, pero sustentando el mismo ideal de la libertad incondicional de la patria.

Vamos a celebrar otro 10 de Octubre en el extranjero. Vamos a incursionar por los jardines ya marchitos del pasado, y justo es señalar que lo que hace falta, ya, y sin más posposiciones es que llenemos de vida la bella historia que nos antecede, clavándola como lema, voz y reto en nuestro deber de hoy. Si Cuba no es libre todavía, nuestra militancia patriótica, en lugar de declinar, debe fortalecerse con dignidad y coraje. El día en que la patria reconquiste su libertad  la gloria y la paz nos bañarán de luz.

Malala Yousafzay y Kailash Styarthi, Premio Nobel de la Paz 2014

  Malala Yousafzay y Kailash Styarthi,
Premio Nobel de la Paz 2014
Luis Ventoso, abc.es

La admirable lucha de la adolescente pakistaní Malala Yousafzai, de 17 años, tiroteada en la cabeza a los quince años por los talibanes por defender el derecho de las niñas a estudiar, ha merecido el premio Nobel de la Paz, dotado con un millón y medio de euros.

Junto a ella ha sido galardonado Kailash Satyarthi, un ingeniero informático indio que dirige la ONG Global March, que lucha contra la explotación de los niños por parte de las multinacionales. Se calcula que su organización ha contribuido a dar una nueva vida a más de 80.000 pequeños en 160 países. El comité que otorga el Nobel destaca que es relevante que una musulmana y un hindú «se unan en la lucha común por la educación y contra el extremismo». Ambos han batallado «contra la opresión de los niños y jóvenes y por su derecho a la educación».

Malala y Satyarthi se han impuesto a 278 nominados. El galardón, muy acertado esta vez, ha tenido elecciones polémicas en el pasado, como cuando se le entregó a Kissinger, a Arafat o en el 2009 a un recién llegado Barack Obama, que todavía no había atesorado ningún mérito.

Malala

Aunque hay dos premiados, la estrella del día es sin duda Malala Yousafzai, que hoy vive refugiada en el Reino Unido, pues todavía pesa sobre ella la amenaza de muerte si retorna a Pakistám.   Hija de un profesor de inglés que dirigía la escuela pública Khushal y de una mujer devota y analfabeta hasta su edad madura, la niña vivía en la ciudad de Mingora, en el Valle de Swat, al noroeste del país.

En el 2007 los talibanes invadieron la zona y su vida dio un vuelco. Las mujeres se vieron forzadas a vivir recluidas o a salir a la calle cubiertas por completo, se prohibió la música y se reprimió cualquier atisbo de vida intelectual. Una mañana, según ha contado la propia Malala, la emisora de los integristas, Mullah Radio, anunció que “ninguna mujer debe ir a la escuela, y sin van, aténganse a las consecuencias”.

Malala, ciudadana de un mundo global, tenía gustos occidentalizados, le gustaba la música de Justin Bieber y Selena Gómez y portaba en su mochila escolar novelas de Harry Potter y de la saga «Crepúsculo». Su padre, director del centro donde estudiaba, siempre la había animado a formarse, e incluso a cursar alguna carrera, maestra como él, médico, o incluso política.

Cuando la familia decidió luchar por la educación y mantener el colegio abierto se convirtieron en noticia. Primero los medios se interesaron por la pelea del padre. Pero la cadena nacional Geo TV entrevistó también a Malala en un reportaje. A partir de ahí se convirtió en el rostro visible de la causa, también en todo el mundo, una vez que empezó a mantener un blog en la BBC defendiendo la educación de las niñas y relatando su durísimo día a día, con cadáveres degollados por las calles de Mingora y mujeres azotadas por incumplir con el rigorismo de la sharia.

 «Yo soy Malala»

El 9 de octubre del 2009 todo dio un vuelco, entre dramático y milagroso. Malala, que había pasado un examen aquella mañana, volvía a casa contenta con sus amigos de la escuela en una furgoneta Toyota Townace. Un coche frenó la marcha del vehículo. Un hombre preguntó a los pequeños pasajeros quién era Malana. Nada más oír la respuesta comenzó a disparar. La niña recibió un tiro en el lado izquierdo de su cabeza. Dos de sus compañeros murieron tiroteados. La hoy premio Nobel de la Paz, que entonces tenía 15 años, no salió del coma hasta una semana después. Estaba en el hospital Queen Elizabeth de Birmingham, en el Reino Unido, donde los médicos lograron salvar su vida, y entendió que algo muy grave había pasado «cuando vi que todos los médicos y enfermeras hablaban en inglés».

Las imágenes de Malala dieron la vuelta al mundo, primero con su túnica ensangrentada y su cabeza malamente vendada en Pakistán y luego con su primera sonrisa en una cama de Inglaterra, junto a un oso de peluche blanco. Tras su restablecimiento ha seguido con su causa, como bien dice el comité del Nobel: “A pesar de su juventud ha peleado varios años por el derecho de las niñas a la educación y ha contribuido con su ejemplo”. Convertida en un símbolo, con su mirada profunda e inteligente, ha hablado incluso en la ONU.

El Valle de Swat, la comarca de Malala, está hoy libre de los talibanes y bajo el control del Ejército de Pakistán, que el pasado 12 de septiembre anunció la detención de los terroristas que atentaron contra la niña.

Pero la joven no es popular en su patria chica, muy costumbrista y conservadora en lo religioso. Allí muchos la consideran una propagandista instigada por la CIA y una defensora de los lejanos valores occidentales. Según ha contado Reuters, en la zona abundan los carteles de «Larga Vida al Ejército de Pakistán», pero es casi imposible encontrar un póster que ensalce a Malala, lo que da prueba de la vigencia de la causa que encabeza.

Tampoco en la escuela Khushal donde estudiaba hacían hasta hoy grandes alharacas con su figura. El miedo todavía atenaza el Valle y preferían no hablar mucho, aunque una mochila sobre su antigua silla la seguía recordando en el aula donde estudiaba.

La niña, que ha escrito una autobiografía, «Yo soy Malala», tiene un mensaje claro y honorable: «Quiero decirles a los talibanes que la verdadera yihad es la lucha a través de los lápices y de las palabras. Estoy luchando por mis derechos y por los de las demás niñas».

Guerra de desinformación con el ébola en España


Guerra de desinformación con el ébola
en España
Manuel Trillo, ABC, Madrid.

La alarma social generada a raíz del primer contagio de ébola en España -y en general, fuera de África- se está viendo agravada por la confusión en la información en torno a los hechos.

La guerra entre las autoridades sanitarias, por un lado, y los sindicatos y algunas formaciones políticas, por otra, han envuelto la gestión de la crisis sanitaria en un pimpampum que apenas contribuye a aclarar las respuestas a preguntas clave sobre el caso de la auxiliar de enfermería Teresa Romero.

La más fundamental, la razón del contagio, se atribuye desde la Consejería de Sanidad madrileña a un error humano, mientras que los compañeros de la enferma consideran que eso responde a una criminalización de alguien que no puede defenderse y que se encuentra bajo los efectos de una enfermedad y del tratamiento.

Junto a ello, el rifirrafe se extiende a la calidad de la formación recibida por los profesionales sanitarios, el nivel de seguridad de los equipos de protección o la posibilidad de que Romero ocultase información a los médicos que la atendieron sobre sus síntomas o su contacto con los anteriores enfermos de ébola, entre otras cuestiones espinosas.

¿La enferma se tocó la cara con el guante al quitarse el traje?

Versión oficial: El médico internista del hospital Carlos III, Germán Ramírez, aseguró tras hablar con la paciente: «Con los guantes se toca la cara, parece ser. Es lo que ella ha recordado y me ha dicho en tres ocasiones».

Los críticos: Los compañeros de Teresa restan credibilidad a esa confesión, puesto que «no estaba en condiciones de hacer ningún tipo de declaración» y, si hubiera tenido ese accidente, lo habría comunicado, aseguraron ayer miembros del sindicato CSIF.

¿Tenía la auxiliar de enfermería la formación adecuada?

Ministerio y Comunidad de Madrid sostienen que se viene impartiendo la formación necesaria. «Para explicarle a uno cómo se tiene que quitar y poner un traje no hace falta hacer un máster», dijo el director de Salud Pública, Antonio Alemany.

Los sindicatos sostienen que los encargados de tratar a los enfermos de ébola, a pesar de que son profesionales bien formados, tan solo han recibido charlas de 15 o 20 minutos para abordar estas funciones específicas y complejas.

¿Alguien supervisó a Teresa Romero mientras se quitaba el traje?

La consejero madrileño de Salud, Javier Rodríguez, asegura que está revisando quién hacía los controles en el momento del posible contagio de la auxiliar y que, si tiene que asumir alguna responsabilidad por falta de control, la asumirá.

«En teoría hay unos supervisores, que debería haberlos ya que según el protocolo es obligatorio», aseguró el sindicato de auxiliares de enfermería (SAE). Además, éste y otras organizaciones critican que no funcionaran las cámaras instaladas.

¿Ocultó información a los médicos que la atendieron?

El responsable autonómico de Salud afirma que el Carlos III no tomó medidas cuando Teresa Romero llamó por su fiebre porque, según el protocolo, «hay que alarmarse» al pasar de 38,6º y, además, no dijo que tuvo contacto con el virus.

Los sindicatos reprochan que se acuse a la auxiliar sin una investigación completa de lo sucedido. CSIF señaló ayer que se está dando a la paciente un trato «indecente» y que la culpa del contagio «no es suya, se limitó a seguir el protocolo».

¿Se utilizan los trajes adecuados para atender a los enfermos de ébola?

El personal de Medicina Intensiva que forma parte del equipo de atención a pacientes con sospecha de padecer ébola del complejo La Paz-Carlos III sostienen que los equipos de protección individual (EPI) cumplen los criterios técnicos de seguridad.

El delegado sindical de Satse en el Carlos III, Juan José Cano, asegura: «Parece ser que el traje no cubre todas las especificaciones de máxima seguridad». Desde CSIF se dijo ayer que sí es adecuado para la situación actual, pero puede no serlo en el futuro.

¿Que Teresa fuera a la peluquería revelaba que no se estaba «tan mal»?

El consejero madrileño reveló que la paciente de ébola se fue a la peluquería después de acudir al médico del centro de salud. «Tan mal no debía estar para ir a la peluquería», señaló Javier Rodríguez en declaraciones a Onda Cero.

Rubén Bejarano, de IU, tachó ayer de «inaceptable» en la Asamblea de Madrid que «quien dirige la Sanidad madrileña haga estas afirmaciones». «Señor Rodríguez, usted no puede ser el máximo responsable de la Sanidad madrileña», espetó.

8 de octubre de 2014

Viaje a Colombia (conclusión)

 
Pueblito Paisa
Viaje a Colombia
(Conclusión)
Mayra Montes

En Medellín nos estaba esperando el chofer/guía Manuel el cual vino como sustituto de Juan que era el originalmente designado a atendernos pero que estaba ocupado con otros turistas que solo hablaban inglés.  Manuel nos trasladó al hotel BH El Poblado el cual es precioso con todas las comodidades posibles. Luego nos llevó a un parque inmenso con un pequeño río atravesándolo. El parque es una réplica de una hacienda de moler caña en los tiempos de la colonia. Aquí estaban la casa principal y otras muchas edificaciones de madera que representaban la escuela, la iglesia, el molino de moler la caña y otros. Actualmente, le han construido un gran ranchón donde ofrecen el almuerzo típico a turistas y locales, un anfiteatro  donde artistas locales presentan sus espectáculos y también aparatos mecánicos de recreo para el disfrute de los niños. Nosotros almorzamos en el ranchón la comida típica del campo de Medellín que es la Bandeja Paisa. Esta incluye, arroz, plátanos, carne, maíz, frijoles, pollo y arepas; un verdadero festín.      
Luego Manuel nos llevó a un pueblito típico donde pudimos observar los balcones de madera tan comunes de estos lugares. De regreso a Medellín pasamos por un parque con unas cascadas preciosas y un paisaje espectacular con una vegetación frondosa llamado Guatabita.

Al otro día subimos al cerro de Nutibara llamado así por el Cacique Nutibara que ocupó esta localidad para defenderse de otras tribus indias;  aquí hay una estatua de bronce en su honor. También hay pequeños quioscos que venden artesanías locales. Colombia tiene una artesanía muy variada la cual encontramos por todas partes. Desde este cerro se puede apreciar toda la ciudad de Medellín.  De allí seguimos hasta el Pueblito Paisa que está en el Cerro Tutelares. Este es un pueblo en miniatura donde podemos encontrar la iglesia, la casa de gobierno, casas adosadas con sus balcones de madera y flores colgando y una fuente en el centro rodeada de flores preciosas. 

Mas tarde fuimos a la plaza donde se encuentran los edificios del gobierno. Aquí estaban exhibiendo los adornos florales que ganaron los primeros premios en el Desfile de los Silleteros que tuvo lugar ayer. Este desfile es uno de los eventos mas populares en Medellín y tiene lugar todos los años durante la Feria de las Flores.  Ese día, varios competidores preparan arreglos florales sujetos detrás por madera representando imágenes religiosas o de personajes famosos: algunas representan motivos políticos, y otras  representan historias o cuentos populares.  
 
 
Más tarde pasamos por el Parque de Botero donde se encuentran varias esculturas de este artista. Este parque estaba repleto de turistas y locales.  No entramos al museo pues estaba cerrado. Luego pasamos por un parque dedicado a la meditación donde las personas caminan descalzas para estar en contacto con la naturaleza. Seguimos hasta el Museo de Ciencia Explora pero solo estuvimos en el area de afuera donde se encuentran bancos que giran donde las personas pueden reclinarse para observar el cielo.

Después de descansar, fuimos al centro comercial que estaba a solo 2 o 3 cuadras. Este centro comercial es precioso, con fuentes de agua y una arquitectura espectacular. Tiene varios niveles y todos tienen vista al primer piso que está decorado con fuentes de agua y flores con diseños muy hermosos.  El centro comercial tiene todo tipo de tiendas de marca tanto Colombianas como Americanas. También hay muchos restaurantes de comida rápida y otros de más lujo. Allí cenamos esa noche.

Al otro día, salimos rumbo a Santa Fe de Antioquia. En el camino paramos en un rio cuyas laderas están unidas por El Puente Colgante de Occidente. Este puente es de una sola vía, es peatonal y su suelo es de madera; su  arquitecto fue famoso pues ayudó en el construcción del Brooklyn Bridge. En Santa Fe de Antioquia visitamos la alcaldía, un edificio cuidadosamente conservado al estilo Español donde observamos  placas y cuadros recordando la importancia de esta ciudad cuando fue la capital de la provincia.  Igualmente visitamos La Casa de Gobierno, una casona colonial desde donde gobernaban los delegados por la Corona Española en el tiempo de la colonia. Seguimos hacia La Plaza Mayor que estaba repleta de quioscos vendiendo plantas y artesanías.  Las casas de su alrededor son preciosas, con balcones de madera adornados con flores colgantes. 

Almorzamos en un restaurante típico llamado Portón del Parque. Los muebles eran todos de maderas preciosas, había cuadros en todas las paredes y la comida fue espectacular. Luego entramos en el hotel del pueblo que se encuentra en la Plaza Mayor. De nuevo, la arquitectura del lugar era al estilo colonial, muy bien conservado pero con todas las comodidades modernas.  Regresamos a Bogotá ya tarde.  

Al día siguiente, caminamos hasta otro centro comercial un poco mas alejado de nuestro hotel llamado Oviedo, muy bonito y moderno. Allí vimos un restaurante llamado Kubano que es una cadena de comida rápida que vende básicamente sándwiches cubanos. Regresamos al hotel y nuestro chofer/guia nos llevó al aeropuerto para coger nuestro vuelo de Avianca hacia Cali.

Llegamos a Cali como a las 3:30pm. Allí nos estaban esperando Alex mi hijo, Alejandra su esposa y el tío de Alejandra llamado Fabio. Alejandra y su familia son de Cali y sus padres mantienen una propiedad en esta ciudad.  Ellos nos llevaron a nuestro hotel llamado Dan Carlton, muy bueno y bien ubicado. Por la noche, los padres de Alejandra, Alex y Alejandra nos llevaron a un restaurante de lujo cuyo nombre es Antigua Contemporánea.  Este está ubicado en una casona vieja hermosamente decorada estilo vintage con cierto toque hindú, las columnas están rodeadas de flores y enredaderas y las mesas están iluminadas con velas. La comida era internacional.

Al día siguiente Miguel, un chofer amigo de la familia de Alejandra, nos llevó a todos incluyendo esta vez a mi nieta Isabella y sus dos primos a Albania, un parque hermoso en el distrito de Ginebra que tiene un pequeño río, mucho verdor y un restaurante campestre donde almorzamos comida típica de Cali. Miguel nos trató de llevar a las afuera de Cali por La Carretera al Mar a la cima de un cerro donde se encuentran varios restaurantes típicos; sin embargo no pudimos llegar a la cima pues había un accidente y estaban desviando a los automóviles.

Al otro día fuimos a la hacienda Paraíso donde vivió Jorge Isaacs, el famoso autor de la novela “María.”   El padre de Jorge era un hombre muy poderoso y rico por lo que su hacienda era muy grande  y hermosa.  Al enterarse que su hijo Jorge estaba enamorado de su prima carnal María la cual vivía con ellos en la misma casa pues era huérfana de madre, lo envió a Europa para alejarlos. Ella no soportó su ausencia y murió. Luego Jorge Isaacs escribió su famosa novela relatando los hechos. “María” es una joya literaria de la literatura de habla Hispana.

El viernes por la mañana, Miguel nos llevó a Tony, Alex y a mí a la cima del cerro por la Carretera al Mar donde se encontraba un restaurante famoso y una vista hermosa. Seguimos nuestro recorrido por la ciudad de Cali y aunque no entramos en ningún lugar pasamos por El Centro de Artes, por el parque con las estatuas de los gatos  y por barrios de casas muy elegantes como el de San Antonio. Al regreso Alex, Tony y yo almorzamos en un hotel que se encuentra en la calle del malecón donde se encuentra el restaurant El Obelisco, cuya comida típica son las pequeñitas y deliciosas empanadas colombianas. Cuando terminamos caminamos a nuestro hotel que estaba cerca.

Por la noche fuimos a la fiesta de la celebración de los 50 años de casados de Honorio y Amanda, los padres de Alejandra, razón por la cual Tony y yo fuimos a Colombia. Primeramente, la fiesta tuvo lugar en el área de recreo del edificio de unos amigos de la familia. Había más de 70 personas invitadas. La decoración  fue preparada por Jimena, la hermana de Alejandra y fue estupenda con flores flotando en la piscina, orquídeas con velas en las mesas, recordatorios dorados colgando del techo, etc. La cena fue exquisita desde los aperitivos hasta la cena servida por los camareros.  El matrimonio hizo la renovación de los votos en presencia de un pastor. Las hijas,  nietas y la mejor amiga de la familia compartieron  en voz alta varias de las experiencias de los agasajados desde que eran novios hasta el presente.

La fiesta fue amenizada por dos bandas; una tocó salsa y música cubana de antaño y la otra tocó música típica colombiana. La fiesta terminó con La Hora Loca. En esta última hora repartieron antifaces de diferentes colores y tamaños y todas las parejas de bailarines se intercambiaron de compañero/a. Cali es considerada La Capital de la Salsa y constantemente hay competencias de este género musical donde participan bailarines del mundo entero. Por lo tanto en esta fiesta todo el mundo sin excepción sabía bailar muy bien. Al otro día, muy temprano Miguel nos trasladó al aeropuerto para coger nuestro vuelo de Avianca de regreso a Miami.    

5 de octubre de 2014

La televisión de Goar Mestre y Gaspar Pumarejo!


¡La televisión
de Goar Mestre y Gaspar Pumarejo!

Esteban Fernández

Los viejos exiliados somos unos enamorados y unos defensores de la Cuba de ayer. Cada cual tiene el derecho de pensar lo que quiera de nuestro pasado pero nosotros lo adoramos. Por favor, si en la actualidad veo a nuestros niños aquí llenos de juegos sofisticados y los comparo con nuestra humilde, bonita y sana niñez en Cuba, me producen pena. Hasta las quimbumbias y las canicas eran superiores a las computadoras y laptops.   

Por ejemplo ¿estamos locos o la televisión en Cuba hace 65 años era mejor, más agradable, decente, inteligente y educada que hoy en día la televisión hispana aquí [Miami]?  Goar Mestre y Gaspar Pumarejo deben ser considerados héroes del pasado cubano. Y según mi buen amigo Enrique Artalejo también merece ser recordado el italiano Amadeo Barletta quien más tarde entró en el negocio de la TV.  Y la heroína fue María de los Ángeles Santana quien fue la primera artista cubana que apareció en la pantalla en diciembre de 1946.  

¿Usted nunca le ha tirado un vistazo (porque vistazo es lo único que se le puede dar a esa indecencia) a la programación de la televisión mal llamada latina? Eso da asco, inmoralidades, broncas, malas palabras, nudismo, atrocidades, imbecilidades y cretinadas. Compare eso con un "Álbum Phillips" o con un "Jueves de Partagás". Si usted que me lee no es cubano, o nació después de esa época gloriosa, permítame decirle que eran programas bellos, finos, amenos, simpáticos, con artistas de renombre mundial. Jamás en la vida usted escuchaba en nuestra televisión una grosería, ni una falta de respeto, ni un solo error en la dicción.  

Teníamos una gran cantidad de programas durante la semana, aquí creo que son como 15 y los demás son telenovelas. En la televisión nuestra jamás hubiera actuado un grosero ni un analfabeto. Dentro de nuestra programación de antaño nunca hubiéramos visto una falta de respeto a los televidentes, ni a un cretino desbaratando el idioma castellano. Nunca en la vida se escuchaba una sola palabra mal dicha en la televisión de la Isla de Cuba de antaño. 

Aquí -actualmente en la televisión- se pasan la vida poniéndonos chismes de los artistas, tarros, desvergüenzas, noviazgos inventados, y encima de eso nos tienen a pupilo informaciones y tonterías sobre los mismos artistas. Difícil es encender el televisor y no ver algunas imágenes (sin su permiso y sin su deseo) del cantante Luis Miguel con alguna muchacha diferente. Y ahora escuchamos a comediantes de la nueva ola de "hombres nuevos", como Alexis Valdés, Carlos Otero, "Bongo Quiñongo" y comparsa, que suenan unos exabruptos como si estuvieran sentados en taburetes dándose tragos de aguardiente en el Solar del Reverbero.  

Allá, y lo recordamos con verdadera emoción, teníamos a "La Taberna de Pedro" con Jesús Alvariño, a "La Familia Pilón", a Rolando Ochoa, a Eduardo Egea, a Tito Hernández, a Armando Roblán, a Minín Bujones, a Rolandito Barral, a Albertico Insua,  a "Chicharito y Sopeira", a "Pototo y Filomeno" y programas como "Ellos dos y alguien más", "Reina por un Día", y "Aquí todos hacen de todo" con el inolvidable juez Arturo Artalejo. 

Sin olvidar al niño Rolandito Ochoa haciendo geniales imitaciones. Y teníamos programas norteamericanos como "Patrulla de Caminos", "Perry Mason", "I Love Lucy", "Lassie", "Rin Tin Tin"  mientras veíamos a los "payasos de la tele" los españoles Gaby, Fofó y Miliki,  al argentino Pepe Biondi, al legendario cowboy Hopalong Cassidy  y a los "Tex-Mex"...   

Compare eso con las atrocidades e imbecilidades que se han visto en el programa de Laura. Y como les dije con anterioridad el 95% de la programación actual se trata de telenovelas que la mayoría son tremenda basura. Casi todos los programas que traen invitados con problemas (con cosas que uno no se las contaría ni a los más cercanos amigos) son preparados, son paquetes, y les pagan a los participantes y les indican el papel que deben hacer y las barbaridades que deben decir. ¿Usted nunca vio un programa donde Cristina Saralegui le ponía un condón a un pepino?... Ya hasta a Ana María Polo, que antes me encantaba, no le ha quedado más remedio que tirarse para la chabacanería.  

Mientras tanto nosotros podíamos ver a Pedro Infante,  a Pedro Vargas, o al Beny Moré cantando en "El Cabaret Regalías" o en el "Casino de la Alegría". ¿Hay algo mejor aquí que el "Show del Mediodía" o "El Show de Olga y Tony"? Y teníamos programas sensacionales como "Admiral Paga", "Ante la Prensa", "La pregunta de los 64 mil pesos", "El viejito Chi Chí", "Cachucha y Ramón", "Los Destruidos", "Rita y Willy", "Mamacusa Alambrito" y "Detrás de la Fachada"...  

Usted dígame si alguna vez en la televisión cubana de ayer escuchó una sola barrabasada,  aunque sea un solo "...ñito" o un solo "c...jito". De eso nada, todos lo que se pasaron horas, días, semanas y años (desde que llegaron los  televisores al primer país de América Latina en tenerlos) delante de la pantalla del televisor JAMÁS vieron ni escucharon UNA SOLA INMORALIDAD. Aquí casi todos los días las personas decentes tienen que ruborizarse y avergonzarse cada vez que prenden la dichosa televisión hispana. Y rápidamente tienen que sintonizar Fox News como si fuera un oasis en el desierto.

 Mientras tanto, el humorista Robertico, en un video, describe a la televisión cubana actual con una solitaria pero demoledora palabra en Inglés: Sh...t !!!!!!!!!!!!!! 
Colaboración de Margarita Capetillo