Lugares:
Las cuevas de Ajantā
Ajantā es el nombre de una localidad de la India, célebre mundialmente por sus 29 grutas artificiales pintadas y esculpidas inicialmente para el culto budista a partir del siglo II a. C.
El famoso complejo monumental, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983, se trata de un típico vihara en el cual se destacan los frescos y otras pinturas parietales rupestres; tales obras de arte fueron descubiertas para "occidente" en 1819 y adornan a monasterios y santuarios excavados en las rocas entre el siglo II a. C. y el siglo VIII d.C.
Entre estas se destacan las que representan las reencarnaciones del Buda llamadas jataka y episodios de su vida; las más célebres corresponden a las del llamado Ciclo de Ajanta realizadas durante el periodo de apogeo del arte Gupta y la época post-Gupta.
La entrada de las grutas está situada en una hondonada boscosa en el centro de los montes Indhyagiri y a unos 5 km de la localidad de Ajanta, fueron descubiertas en 1819 por soldados británicos durante una partida de caza.
Al fondo del la hondonada o valle corre el pequeño río Vaghorā, un torrente de montaña que forma una serie de cascadas cuyos rumores han de haber sido constantemente oídos por quienes habitaron las grutas. Tales grutas han sido excavadas sobre la pared más abrupta de la hondonada y se escalonan en una decena y una cuarentena de metros a lo largo del lecho del torrente, y se entrecruzan partiendo desde el fondo de la roca siguiendo así un modelo arquitectural bastante utilizado en el arte de la India.
Las grutas están clasificadas en dos categorías; las que servían de refugio los monjes durante la estación de las lluvias (el monzón) y las que servían principalmente como salas de asamblea y plegaria.
Las que servían de refugio a los monjes estaban habitualmente constituidas con un largo pasadizo (porche), actualmente desaparecido, recubierto por una techumbre sostenida por pilares. A izquierda y derecha y hacia el fondo se ubican las celdas excavadas en la roca. En la entrada existe frecuentemente un nicho con una imagen tallada del Buddha. Por su parte, las salas de asamblea prenetran más profundamente en la roca y llegan a tener una longitud de 14 m.
En lo concerniente a su antigüedad, estas grutas se clasifican en tres grupos: las construcciones más antiguas datan del periodo que va desde el siglo II al siglo I a. C. es decir en tiempos de la dinastía Shātavāhana, la cual reinó en la India Central. El segundo grupo data desde el siglo III a fines del s. V durante la dinastía de los Vākātaka, y el tercero de entre fines del siglo VI y fines del siglo VIII (dinastía de los Chālukya de Vātāpi).
La mayor parte de los muros interiores de las grutas están cubiertos por pinturas al fresco. Algunas de estas pinturas no están fechadas, sin embargo un estudio de los motivos representados permite tener una idea bastante aproximada de su periodo de concepción y así como clasificarles cronológicamente.
En la época de su redescubrimiento en 1817/19 las pinturas tenían un buen estado de conservación, pero luego han sido muy degradadas a causa de los efectos del turismo masivo. Agunas grutas ofrecen aún un aspecto semejante al que podían ofrecer en tiempos de su esplendor.
Ajantā ha sido un monasterio y una universidad. El monje y viajero budista chino Xuanzang relata que Dignāga, el célebre filósofo, autor de célebres libros de lógica residió allí. En su apogeo el lugar dio alojamiento a numerosos centenares de personas.
Fotos y texto editado de Wikipedia.org
___________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario